"Tenemos que agregarle valor al campo"

El ministro de Agroindustria bonaerense, Leonardo Sarquis, destaca el optimismo de cara a una cosecha récord. La Provincia aportará en cultivos como trigo, cebada, girasol, soja y maiz u$s 11.000 millones. Los últimos eventos climatológicos no impactarán sobre los rindes. Las dificultades de las pymes ante el encarecimiento del crédito.

Tras el azote de la sequía, que le hizo perder este año al campo y al país alrededor de u$s 6.000 millones, la próxima cosecha fina promete ser determinante para el ingreso de divisas. Las estimaciones son auspiciosas y cunde el optimismo, tal como resalta el ministro de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires, Leonardo Sarquís, pese a recientes eventos climatológicos severos que encendieron la alarma entre los productores.

Por lo pronto, según datos de la cartera bonaerense, se proyecta una cosecha de trigo de 9,3 millones de toneladas que representarán u$s 1.800 millones. El total de hectáreas sembradas asciende a 2.363.251, lo que implica un aumento del área del 18,8% anual.

En tanto, en cebada se esperan 4 millones de toneladas en la próxima cosecha, que se traducen en u$s 700 millones. El área sembrada es de 970.000 hectáreas, lo que implica un crecimiento del 9%.
El territorio bonaerense, heterogéneo desde lo productivo, geográfico y cultural, también se hace fuerte en el sector ganadero, la lechería, la apicultura y la pesca, entre otros sectores. Los productos primarios son determinantes en su oferta exportadora, pero también los derivados.

Tan es así que Buenos Aires se posiciona como la primera productora nacional de biodiesel para venta al corte (40% de participación nacional). El crecimiento del rubro ha sido notable: existen en la actualidad 11 empresas operando, contra apenas 2 que había en 2010. La provincia tiene potencial para sustituir el 30% de la importación de gasoil; el 3% del consumo total de gasoil destinado al campo; y el 25% de la generación eléctrica en motores diesel.

LA COSECHA

-¿Hay optimismo en torno a los rindes de la cosecha fina?

-El optimismo permanece pese a todos los eventos climatológicos que impactaron sobre el campo en los últimos días, como la caída de piedra y algunas heladas y lluvias intensas. Cuando uno mira la foto de Buenos Aires, pese a todo esto puedo decir con un 90% de precisión que mayormente las hectáreas de la cosecha fina, es decir de cebada y trigo, no han sido afectadas. Hay agua en algunos lotes, pero eso no afectará los rindes posteriores.

-¿Tendrá impacto en la siembra gruesa, es decir maíz y soja?

-Estas incliemencias del tiempo tampoco impedirán el normal desarrollo de la campaña de gruesa. Fuera de Buenos Aires, en provincias como Santa Fe y Córdoba, las consecuencias han sido mayores. En lo que es ganadería tampoco ha habido un gran impacto dado que con los animales el problema que se plantea es de lógistica. Hay que correrlos para que no les falten alimentos, pero tienen agua y balanceado. Seguro habrá escasez de pasto por un tiempo. Las evaluaciones hechas desde el Ministerio de Agroindustria arrojan que no habrá más de 30.000 hectáreas con pérdidas de rinde.

-Se espera una cosecha record de 140 millones de toneladas de granos en todo el país. ¿Cuánto aportará Buenos Aires?

-En promedio el 45% del total de la cosecha de granos lo aporta Buenos Aires. En trigo y cebada uno puede decir que hay casi 13 millones de toneladas, mientras que en maiz, girasol y soja habrá otros 20 millones de toneladas.

-¿Cuál es la situación de aquellos productores que no se dedican a cultivos extensivos y con perfil exportador?

-Buenos Aires tiene muchas economías regionales. Hay un gran frente hortícola que representa el 40% de lo que se produce en la Argentina. Tenemos también 45.000 hectáreas de papas, que son el 75% de todo el país. Aquí el problema es que se incrementaron los costos en dólares a partir del precio de las semillas. Pero el Ministerio los acompña con financiamiento. Además tenemos un banco de insumos y a través de fondos rotativos se entregan rollos, invernáculos y demás elementos rurales. También está la línea de crédito Fuerza Solidaria, cuyo objetivo es ayudar a las pymes.

-Las falencias en infraestructura afectan la competitividad. ¿Cómo se trabaja esto en la provincia?

-Es un punto en el que había mucha deuda, muchas cosas pendientes. Este Gobierno ha reaccionado con respecto a las obras de infraestructura, no sólo las hídricas sino también en lo que hace a arreglos de rutas y caminos o la mejora en kilómetros de autopistas. En Buenos Aires se invirtieron $ 46.000 millones en obras hídricas. Además hay inversiones en importantes obras que no fueron afectadas por el recorte presupuestario.

-¿Este trabajo incluye a los puertos bonaerenses, la puerta de salida de todo lo que produce el campo?

-Se trabaja muy fuerte en los puertos. Buenos Aires tiene puertos realmente muy importantes que han ido derivando hacia la figura de consorcio en lo administrativo. Este área pertenece al Ministerio de Producción. Contamos con puertos realmente estratégicos. En pesca, de los u$s 2.000 millones que se exporta, u$s 900 salen de Mar del Plata. En granos, Quequén y Bahía Blanca son clave.

PRODUCTORES

-Usted camina mucho la provincia. ¿Qué le dicen los productores rurales?

-Los productores plantean reclamos o tienen requerimientos porque quieren soluciones en tiempo y forma. Algo más ágil. La responsabilidad del Estado es que cuando el productor pague impuestos, sepa que se los devuelve en obras. Este Gobierno siempre piensa en esa estrategia de mediano y largo plazo. Cuando arregla una ruta, una autopista o realiza una obra hidráulica, como el plan maestro del Salado que permitirá que buena parte de la provincia no se inunde, está pensando en la gente. Siempre hay temas pendientes, pero también advierto que la gente se acerca con propuestas o trae la solución a algunos problemas.

-El hombre de campo le dio su amplio apoyo al Gobierno en las dos elecciones. Sin embargo, sufrió el fuerte aumento del impuesto Inmobiliario Rural y la suba de retenciones. ¿Cómo manejaron esta situación?

-El aumento del Inmobiliario Rural es algo que claramente a nadie le gusta que le pase. Este año lo bueno que ha pasado es que se aumentó menos que la inflación promedio. Eso lo valoran, aunque esperan que sea menor. El presupuesto equilibrado contempla tanto la suba no drástica del inmobiliario rural y la baja de impuestos como Ingresos Brutos. Esto es algo a lo que no se le da valor porque no afecta directamente el bolsillo de la gente. Pero cuando llenamos el changuito en el supermercado, de cada $ 1.000 alrededor de $ 10 correspondían a Ingresos Brutos. Hoy ese nivel es de $ 8. Es decir que al final afecta a todos. También hay que resaltar que más de 40.000 productores de la provincia no pagarán ninguno de los dos tributos porque tienen hasta 50 hectáreas o bien porque su facturación no supera los $ 4.800.000. Además, hay planes de pago de Arba y moratorias. Y pueden levantar la cautelar sin poner un peso.

-¿Cuál es la situación de las pymes vinculadas al sector?

-Las empresas pymes buscan más acceso al crédito y quieren tener más certezas. Casi el 80% de las empresas bonaerenses son pymes, y dentro de esas el 70% son empresas del sector agroindustrial. Tenemos una nueva herramienta, lanzada hace menos de un mes, que es una línea de financiamiento para pymes. Es cierto que tomar crédito en este momento es complicado por las altas tasas. También está la posibilidad del financiamiento en dólares, pero los productores no quieren endeudarse por la incertidumbre. Esperemos ahora que los derechos de exportación ayuden a mejorar la economía. El país tiene que apalancarse en una buena cosecha y Buenos Aires va a traccionar mucho. Aportaremos en cultivos agrícolas como trigo, cebada, girasol, soja y maiz u$s 11.000 millones.

-¿Avanzó el campo en innovación tecnológica?

-La del campo suele ser una actividad receptora y tomadora de tecnología si tiene buenas condiciones. Hay que mejorar en eso. Lo hace con mejores híbridos, cultivos, fertilización, genética. Ahora debemos buscar el valor agregado. Es importante salir de lo primario, que sea el piso de la casa sobre el cual poder construir valor agregado. Siempre digo que al momento de exportar se venden 1 millón de granos a u$s 200 la tonelada; 1 tonelada de harina a u$s 500; y 1 tonelada de fideos a u$s 1.800. Por eso es que resulta imperioso avanzar en el agregado de valor en la cadena agropecuaria.

-¿Qué lugar ocupan los alimentos orgánicos?

-Tenenos que desarrollar los alimentos orgánicos porque el mundo busca producir en forma orgánica. Buenos Aires tiene 17 millones de hectáreas en producción, de las cuales sólo 17.000 son de cultivos orgánicos.