Wexler en un trabajo sutil y desgarrador

"La maldecida de Fedra", de Patricia Suárez. Puesta en escena y dirección: Marcelo Moncarz. Vestuario: Jorge Lopez. Escenografía: M. Moncarz. Iluminación: Sergio Iriarte. Asistente de dirección: Nicolás Asprella. Actúa: Eleonora Wexler. En Hasta Trilce (Maza 177).

 

Dolor, tristeza, amargura. Esas palabras podrían resumir lo que siente la dulce Peregrina luego de ser desterrada. Ella busca infructuosamente a su perro, el único ser que le daba amor desinteresado. Encontrarlo es su última esperanza.

De regreso a la cartelera porteña por pocas funciones -se estrenó en 2015-, "La maldecida de Fedra" fue escrita por Patricia Suárez, quien para recrear a esta abrumada mujer se inspiró en Enone de "Fedra", de Jean Racine. Se trata, entonces, de los trágicos momentos de la esclava lastimada por su ser más querido y desterrada al desierto.

Zambullida en un texto complejo, sin una gota de humor, la excelente Eleonora Wexler demuestra aquí una vez más su gran capacidad actoral. En otras manos, su personaje podría resultar quizás insoportable. Ella maneja con sutileza los vericuetos de una obra plagada de trampas si se decidiera remarcar lo que ya está subrayado en el texto. La actriz dice con suavidad y potencia desgarradora; aligera cuando hay que hacerlo y otorga ritmos y cadencias bien oportunas. Todos los premios que ganó por su interpretación -el ACE, entre ellos- resultan claramente merecidos.

Wexler se encuentra arropada por la intensa iluminación de Sergio Iriarte y la potente escenografía realizada por el propio director Marcelo Moncarz. El clima está logrado, la bandeja servida para que la actriz vuele. Y así lo hace.

SINO TRAGICO
Claro está que a los valores de Wexler se sumaron las precisas marcaciones de Moncarz. Seducido por las historias de mujeres con un sino trágico, el director no ofrece concesiones.
La intensidad del dolor femenino se pudo ver también en otra puesta de Moncarz, la reciente "Soy una canción". En esa obra -que volverá a la cartelera el año que viene- el director se luce tanto como con "La maldecida...". Se trata de una sofocante historia de abusos, emparentada en muchas formas con la de la triste y dulce Peregrina.

Calificación: Muy buena