DE QUÉ SE HABLA HOY

Dejen de mostrarnos escenas asquerosas a la hora de comer

 

 

Quisiera aprovechar este espacio para pedirles por favor a quienes programan las tandas de avisos publicitarios a la hora de almorzar o cenar, en este último caso es lo que llaman el "prime time", que nos eviten pasar malos ratos viendo todo tipo de porquerías mientras intentamos masticar un bocado. Es realmente una agresión bestial que sufrimos los espectadores cuando mientras intentamos cenar, en la pantalla (para colmo cada vez más grandes y nítidas) aparecen flemas con forma de asquerosos mocos verdes que estallan y salen por la boca y la nariz de los protagonistas del spot publicitario.
El audio nos refiere a que las flemas nos abandonarán si tomamos cual o tal pastilla o jarabe. La imagen de esos gelatinosos monstruos a los que además les ponen boca y ojos, producen una verdadera sensación de asco.
Terminado el show de los mocos llega sin pausa un tipo que, a pedido de un presentador, le muestra a un podólogo cómo se curaron los hongos amarillentos y repugnantes que habitaban entre los dedos de sus pies y con lujo de detalle la cámara nos muestra un primer plano de esa porquería infecta sin el menor pudor para luego a pasar a los pies limpios. A esta altura uno no sabe si seguir con los fideos con tuco o pasar al té digestivo.
Acto seguido, dentro de esas tandas publicitarias interminables que ahora están de moda, llega el show de los insectos y estamos obligados a presenciar cómo una cucaracha muere ante las cámaras después de correr con alegría por el piso de una cocina para terminar patas arriba en medio de terribles estertores. También tenemos mosquitos que explotan en el aire y hasta piojos a los que vemos ahogarse en vivo y en directo en medio de una burbuja gelatinosa que los priva del saludable oxígeno. En medio se incluyen señores que nos muestran el desastre que produce la diabetes en sus pieles a las que resecan y escaman de manera lamentable. Ellos se rascan mientras nos miran y nos recomiendan algún potingue que arreglará el tema.
La verdad es que uno esperaba el flan con dulce de leche desde que llegó del trabajo pero justo cuando le toca el turno, aparece una cocina llena de restos de comida, basura tirada, mugre en pisos y paredes, perros con las patas llenas de barro y niños imitando a los perros, escenas que dan náuseas para que al final aparezca un tipo disfrazado de super héroe del subdesarrollo que apretando un envase lo arregla todo. No faltan los niños jugando en el suelo de un baño, ni primeros planos de inodoros, ni caras de gente que sale de un baño con cara de haber olido un dinosaurio muerto hace mil años y luego lluvia de flores que componen el asqueroso ambiente. Ya entregados, con el hambre desaparecida ante el horrendo espectáculo, nos terminan de tirar con caspa y últimamente con el mayor de los espectáculos que el asco puede motivar: granos llenos de pus con sus pústulas enrojecidas y dispuestas a explotar en unos primero planos dignos de los mejores efectos especiales. Uno entrecierra los ojos, esperando que aquello se traduzca en una basura que salga de la pantalla y nos alcance de lleno. La pregunta es si hay necesidad de tamaño realismo asqueroso a la hora en la que los televidentes esperan poder disfrutar de sus comidas bien ganadas. Podrían recomendar los mismos productos sin esa exagerada cuota de exposición de tanta materia repugnante. Hágannos el favor de o bien cambiar las imágenes o poner estos spots a otras horas, cuando no estemos obligados a tener que soportarlos justo cuando nos sentamos a la mesa. Gracias y espero que este reclamo no sea arrojado a un cesto lleno de desperdicios malolientes.
 

V. CORDERO