Gran amor en tiempos convulsos

La historia de Pingru y Meitang
Por Rao Pingru
Salamandra. 368 páginas

Aunque el valor literario de este libro sea mínimo, no por eso deja de ser una lectura interesante, al menos por dos motivos. El primero es que resume de manera elocuente la convulsionada historia de China en el siglo XX, y el segundo, que lo hace con una poco habitual combinación de texto e ilustraciones, de palabras y dibujos.

El eje de la historia que cuenta Rao Pingru (Nanchang, China, 1922) es la relación de seis decenios que lo unió a su esposa, Mao Meitang, fallecida en 2008. 

En un estilo directo, informativo, aunque a veces salpicado de tramos poéticos, Pingru comienza por recrear la vida de la familia de letrados y comerciantes de la aristocracia en la que se crió en el sudeste de China. Sin mayor precisión de memorialista va estampando sus recuerdos en anécdotas personales más o menos significativas con el trasfondo de la historia con mayúsculas que parece ensañarse con el gigante asiático.

Son páginas de contrastes. Por un lado, las tiernas experiencias de la familia de Pingru que ceden espacio al cortejo y posterior casamiento con Meitang, en 1948. Del otro, la cruenta invasión japonesa, anticipo de la Segunda Guerra Mundial (en la que combatió Pingru) y, casi de inmediato, la guerra civil entre los nacionalistas (como el autor) y los comunistas de Mao Tse-Tung.

Pero como se ha dicho, en el libro no sólo hay texto. Casi en cada página es el propio Pingru quien transforma en dibujos buena parte de lo que cuenta hasta crear una suerte de historieta de su vida. Las ilustraciones, de trazo naif y algo elementales, congenian con el estilo de la narración, que en ningún momento cae en la amargura pese a que enumera hechos horrorosos, como la reclusión del autor durante 22 años en un campamento de "reeducación" comunista.

El amor de Pingru y Meitang sobrevivió al totalitarismo. "Vimos a nuestro alrededor tantas parejas que se rompían, tantos hermanos que se separaban, tantas familias enfrentadas, tantos hogares destrozados...Por suerte, la idea de renunciar al otro nunca se nos pasó por la cabeza", puede leerse.

Rao Pingru se decidió a escribir el libro tras la muerte de Meitang: quería preservar aquellos gratos recuerdos para beneficio de hijos y nietos. La obra se publicó en su país en 2013, y cuatro años después salió una edición francesa, que es la que ahora se ha traducido al español. En 2017 Pingru fue el invitado de honor al Festival Internacional del cómic de Angulema. A los 96 años sigue viviendo en Shanghái.