Armó un show de presentación ­

Barcelona (EFE) - En la previa del arranque de la Champions League, Lionel Messi había avisado que, para Barcelona, esta temporada el gran objetivo del equipo iba a ser el gran certamen que agrupa a los mejores de Europa. Y parece que se lo tomó muy en serio La Pulga a su deseo. Tanto, que se despachó con tres goles en el debut del conjunto catalán, que goleó al PSV Eindhoven holandés 4-0 aunque la diferencia pareció exagerada.

Un triplete de Leo y un tanto de Ousmane Dembélé le dieron a Barcelona el primer triunfo en el codiciado torneo que le viene siendo esquivo. Ayer se encomendaron los azulgranas a Messi y a sus ansias por conquistar nuevamente la Champions, ya que como nuevo primer capitán fijó esa meta. Y aquellas palabras pronunciadas el día del Joan Gamper: "Prometemos que haremos todo lo posible para que esa Copa tan linda y tan deseada por todos vuelva a estar en el Camp Nou", resonaron desde el inicio y guiaron a su equipo, que no estuvo tan bien como el marcador señala.

Puso en juego Ernesto Valverde a su equipo de gala, con el debut de Philippe Coutinho en el Barça en la Champions, ya que el año pasado no pudo jugar porque disputó la previa con el Liverpool ante de llegar al Camp Nou. Desde el principio le costó superar el físico y el oficio de los holandeses, muy bien armados atrás y con mucha proyección en ataque. Fue un partido de ataque, con dos equipos con pegada, acostumbrados a llevar la iniciativa del juego, y con pocas precauciones defensivas.

Al Barça se le vio incómodo en las transiciones defensivas, cuando la velocidad de Lozano y de Bergwijn puso en problemas a la pareja de centrales barcelonistas (Piqué y Umtiti), que no estuvieron muy finos, especialmente el francés. Y es que el PSV de Van Bommel tiene más gusto por el juego que el que tenía su entrenador como futbolista.

La primera ocasión fue del uruguayo Gastón Pereiro, quien tomó un rechazo dentro del área y a punto estuvo de sorprender a Marc André Ter Stegen. A Barcelona le costaba encontrar espacios, no movía bien la pelota y tampoco era muy preciso. La conexión letal, la que protagonizan Coutinho y Messi era la que tenía que deshacer el entuerto, y en la primera que tuvieron, el brasileño inquietó a Zoet.

Avisó Bergwijn, con un remate que salió junto al palo izquierdo del arco local y Suárez con un remate al lateral de la red. Al Barça, que tenía el balón, le faltaba consistencia y desequilibrio, nada que ver con el fútbol champán de otras ocasiones y la diferencia volvió a ser Messi, en una jugada en la que Ter Stegen y Dembélé fueron protagonistas.

Pasada la media hora, llegó el momento Messi. Fue en un tiro libre que el crack acarició la pelota para que volara a mil revoluciones y se alejara cada vez más del arquero Zoet. 1-0, en 32 minutos. Y todo se le simplificó al local.

Dominó Barça, pero sufría cada vez que el PSV armaba alguna jugada en transición con Berwijn y Lozano, el más brillante de los holandeses, y por la falta de contundencia de la medular azulgrana. Sin embargo, las mejores ocasiones seguían siendo para Messi y Coutinho, los protagonistas. Pero pese a que el Barcelona iba para delante y creaba más la sensación de partido incómodo, de ida y vuelta y de falta de control, se apoderó del Camp Nou durante varios minutos.

Ya en el complemento, Angeliño inquietó mínimamente a Ter Stegen, mientras Suárez, con una gran vaselina, la estrelló en el travesaño. Y los temores del Barça se disiparon en cuanto volvieron a aparecer sus estrellas. Dembélé realizó un magnífico control, dejó a dos rivales atrás y jugando con espacios demostró su carácter letal para poner el 2-0. Y dos minutos más tarde, Messi cerró la persiana del partido al culminó una gran jugada colectiva en la que también intervinieron Suárez y Rakitic. Pese a la expulsión de Umtiti en el minuto 79, el Barcelona no pasó apuros para sumar la primera victoria europea que seeló con otro gol de Messi, quien recibió un pase de Suárez y batió a Zoet sobre el final.­

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