Diego Ramos se anima a una ópera rock

La obra, con música de The Who, encierra una crítica a la sociedad que encumbra al distinto y luego lo destroza. Con un elenco de actores nóveles apuesta a replicar el éxito obtenido por otros musicales rockeros en el Maipo.

Aunque muchos lo consideren una figura de la televisión producto de su paso por programas como "Ricos y famosos", "Los exitosos Pells" y "Educando a Nina", Diego Ramos es también un gran director de teatro musical. Con su nueva obra "Tommy", la cual produce y dirige, trae a la cartelera porteña una pieza emblemática del género, que narra el sufrimiento de un chico al convertirse en autista luego de sufrir un shock familiar.

Basado en el disco homónimo de la banda británica The Who, este musical que se presenta los martes a las 21 en el teatro Maipo (Esmeralda 443) continúa la serie de piezas rockeras iniciada en esa misma sala por éxitos como "The Rocky Horror Show" y "Rock of Ages".

Con el nerviosismo previo a la función y la tranquilidad de saber que sus artistas conocen bien qué tienen que hacer para cautivar al público, Ramos (que anteriormente había dirigido otro musical, "Falsettos") conversó con La Prensa. Teatro, sociedad y paternidad, sin filtros.

-"Tommy" es una obra inédita para el público argentino, su audacia es total.
-Sí, es una gran apuesta. Teníamos el Maipo libre los días martes y aprovechando que ya hay un público que disfruta de los musicales de rock nos pareció que "Tommy" era la obra ideal para continuar con esa movida. Nunca se había hecho en el país, a mucha gente le gusta The Who y seguramente va a suceder que quien venga sin saber mucho sobre la banda va a reconocer canciones que no sabía de quién eran. Pasa mucho eso con The Who.


-¿Cómo formó el elenco? A simple vista no hay figuras reconocidas.
-Todo el elenco surgió de audiciones. Pensamos que lo mejor era probar gente y si aparecía alguno nuevo, mucho mejor. No hubo nadie puesto a dedo. Tampoco creíamos que este proyecto requiriera de una figura porque la historia en sí es integradora. De cualquier modo, no estoy de acuerdo con que el famoso no tiene talento y el desconocido es un súper artista. Hay famosos muy talentosos también, pero para esta obra necesitábamos un nivel de canto supremo y buscamos eso.

CON NIÑOS
-En el elenco hay niños. ¿Cómo lo maneja desde la dirección?
-En escena son veinte personas y tres son menores de edad. Hace años trabajé en "La novicia rebelde" con más de cuarenta chicos y fue una experiencia maravillosa. En cuanto al trabajo, manejo la misma rigurosidad y la misma verdad que con los adultos. Desde la forma, para el chico esto es un juego y tiene que haber un ámbito sano donde se cuide el lenguaje, los modos, los chistes.

-Pero el tema de la obra es muy fuerte: se habla de bullying, abuso, prostitución.
-Hay que cuidar mucho todo como para que el niño entienda de qué va la cosa pero que no lo sufra. Hablé mucho con los padres. Lamentablemente vivimos en una sociedad donde vemos las peores aberraciones que una persona puede sufrir, y peor en los niños. Sólo con apoyar una mano en una rodilla ya nuestra cabeza imagina el resto; entonces uno confía en que se active ese disparador en cada espectador. Y para el niño es sólo una mano en la rodilla.

-¿Cómo se define como director?
-Insoportable. Estuve en todos los casting, participé hasta de la elección de pelucas en Once. Confío mucho en mi trabajo previo como director y creo en la confianza que genero con mis dirigidos. Más de uno debe decir que soy insufrible, pero lo hago desde las ganas de construir algo importante. Me gusta la precisión. Fueron dos meses de ensayo muy exhaustivos.

CRITICA SOCIAL
Con música y letras de Pete Townshend y libro escrito en colaboración con Des McAnuff (adaptado por Marcelo Kotliar), esta versión de "Tommy" es protagonizada por Ezequiel Rojo, Mariano Zito, Micaela Racana, Walter Canella, Francisco Eizaguirre, Patrissia Lorca, Clara Lanzani, Federico Yernazian, Juan Fonsalido, Nicolás Serraiti, Federico Fedele, y los niños Nicolás Sousa, Martina Iglesias y Arturo Sporleder, junto a un destacado ensamble. Las coreografías corresponden a Vanesa García Millán, la dirección musical (con banda en vivo) es de Santiago Rosso y la dirección vocal corrió por cuenta de Matías Ibarra.

-¿Cuál es el mensaje de la obra?
-Lo interesante de ver es la sociedad que recibe a Tommy, que quiere cuidar al distinto pero lo termina discriminando y enjuiciando. Es una historia muy crítica con nosotros como sociedad, que cuestiona el hecho de querer siempre endiosar a alguien y cuando está allá arriba, querer bajarlo para reventarlo.

-Mucho esfuerzo y trabajo, pero la situación general no ayuda al teatro. ¿Cómo vive esta instancia del país?
-Hasta acá hice todo lo que pude. Laburamos como bestias, yo con picos de estrés más de una vez. Hace unos días me desmayé en el baño, me golpeé la cabeza y aparecí en un hospital con la cabeza vendada. Antes del debut me bajó la presión y vino la ambulancia a verme al Maipo. Sé que el dinero cuesta y la gente la está pasando mal, pero el precio del ticket es el que tiene que ser. No es el más caro pero tampoco el más barato. Lo que sabemos es que el que paga se va a ir sintiendo que hicimos la mejor función de nuestras vidas.

El actor analiza la pantalla chica y aclara: "creo en los grises"
Televisión, política y paternidad
 
-Ramos, usted debutó en "Montaña rusa" con un personaje menor y se quedó hasta el final. Sin embargo, a "Fanny la fan" llegó como figura y su personaje ni siquiera pudo despedirse porque bajaron el programa. La televisión cambió.
-Sí. En "Fanny..." arreglé por diez capítulos y no llegué a salir. Es angustiante para el actor lo que está pasando con nuestra televisión. Pero no sólo por el dinero; es frustrante que en menos de un mes te digan que la tira que tanto te ilusionó no sale más al aire. Sobre todo porque el actor ama lo que hace, no es que lo hace sin ganas y le da lo mismo. Los programas hoy en día no se aguantan.
-Lo llamaron para panelista, ¿lo considera una opción laboral?
-Me gusta, no me molesta ser panelista. No tengo prejuicios; de hecho, me divierte. Pero no paso los límites. Emitir juicios de valor sobre otras personas, hablar sobre la ética o la moral de alguien en base a la mía, midiendo con mi vara, no lo haría. Tampoco me banco al que se sienta en la tele y le explica a Favaloro cómo hacer un bypass. 
-¿Ese razonamiento también lo aplica a la política?
-Con la política no me meto porque además soy muy ignorante en cuanto a lo que sucede. Trato de leer e informarme pero en la Argentina es todo blanco o negro, y si salís de eso te miran mal. En cambio, yo creo en los grises.
-¿La posibilidad de ser padre ya pasó para usted?
-Tengo una edad en la que donde todos mis amigos son padres y eso me resuena. Además, los solteros empezaron a tener hijos de distintas formas y uno piensa en sí mismo, es inevitable. Pero la paternidad no me desvela. Soy paternal en mis relaciones, con mis elencos, tengo muchos sobrinos. No lo siento como algo que necesito para realizarme como persona.