DE QUE SE HABLA HOY

Qué bien insulta la señora a sus "amigos" que hasta les gusta

Las pruebas de lo dicho o lo hecho por personajes de peso en la vida de los argentinos, están registradas de diferentes formas y en distintas plataformas. Pueden ser libretitas, cuadernos, cintas de audio, videos, pendrives, discos duros, carpetas y por supuesto, la memoria de los testigos presenciales; allí están guardados los secretos y no tan secretos de quienes condujeron y conducen los destinos de este país lastimado hasta el cansancio.

Ahora no es entendible que, ante pruebas evidentes como pueden ser grabaciones de conversaciones telefónicas que han tomado estado púbico, los directamente afectados no reaccionen. Se puede ser un apasionado militante, un fervoroso adherente ideológico o hasta un convencido con cabeza lavada y así y todo reaccionar ante una agresión, pegar un grito a tiempo o pedir al agresor las disculpas del caso.

En las últimas horas como un mecanismo de defensa la ex presidente dijo que sus funcionarios son "de cuarta", que a quienes compartieron mantel y galas apenas los conoce y niega hasta a los amigos íntimos de su difunto esposo. Nada es de extrañar, sí en cambio extraña que los aludidos por la señora Fernández en sus charlas con Rodolfo Parrilli nunca hayan reaccionado ante los insultos.

Es más, hace unas horas el sanjuanino José Luis Gioja nuevamente al frente del Partido Justicialista, se volvió a mostrar un defensor a ultranza del matrimonio K y hasta buscó con ahínco los retratos de los dos ex presidentes que el interventor Luis Barrionuevo había quitado de la sala principal de la sede porteña, ignorando que su jefa política había calificado a los miembros del PJ de "imbéciles" y "pelotudos" a la vez que les aconsejó "suturarse el orto".

Al parecer los muchachos recibieron los epítetos hasta con cierto humor y solo les faltó agradecérselos. La dignidad de nuestros políticos tiene, a veces, la estatura de un grano de arena. Otro caso que vale de muestra es el de Diana Conti, defensora de CFK con pasión y fuerza, pero su ídolo cree que es "tonta" y suele hacerse la "pelotuda", dos definiciones que a la legisladora parecen no hacerle mella.

Siguiendo con la lista de los más conspicuos seguidores y aplaudidores de doña Cristina Elizabet, están los muchachos del Movimiento Evita representado por sus cabezas más visibles: Emilio Pérsico, Jorge Taiana, Leonardo Grosso, Remo Carlotto, Juan Manuel Abal Medina y Fernando "Chino" Navarro, entre otros.

Para ellos su musa inspiradora tuvo una definición contundente y clara: "Estos del Evita son unos hijos de puta". Y los muchachos hicieron silencio ante el insulto vaya a saber si por miedo, por respeto a una señora mayor o por disciplina partidaria. La misma "mención honorífica" recibieron Sergio Massa y Margarita Stolbizer, que estando separados de la ex presidente bien podrían haber contestado algo o haber pedido una disculpa, en el caso de la líder del GEN también fue acusada de "gorda". 

En los cuadernos de Centeno hay muchos nombres y situaciones pero ningún insulto, se ve que el hombre no es de andar puteando por ahí. El servil Parrilli ya es llamado "el pelotudo" por sus propios compañeros militantes ante la constante repetición de ese mote que le adjudica la viuda de Néstor.

Como se ve, si un opositor hace la mínima referencia a la señora, le caen las hordas encendidas de sus más públicos defensores, pero si la señora los basurea y ese destrato se hace público no los inquieta, no los molesta. Y ahí están, los "pelotudos" y los "hijos de puta" calladitos como si nada hubiera pasado, casi como haciendo valer aquello de "el que calla otorga". Vaya montón de bajeza por un puñado de poder.

V. CORDERO