Dirigida por Luis Ortega, "El ángel", sobre el caso Robledo Puch

La otra cara de un asesino

"El ángel" (Argentina-España, 2017). Dirección: Luis Ortega. Guion: Rodolfo Palacios, Sergio Olguín, L. Ortega. Fotografía: Julián Apezteguía. Actores: Lorenzo Ferro, Chino Darín, Mercedes Morán, Daniel Fanego, Luis Gnecco, Peter Lanzani, Cecilia Roth. Duración: 117 minutos. Calificación: apta para mayores de 16 años.

 

"Vagando por las calles, mirando la gente pasar, el extraño del pelo largo sin preocupaciones va...Inútil es que trates de entender o interpretar quizás sus actos, él es un rey extraño, un rey de pelo largo". La canción que cantaba La Joven Guardia a fines de los "60 se baila en las primeras escenas de "El ángel".

Un chico de diecisiete años contonea su cuerpo en la casa ajena donde entró a robar. El es Carlos Robledo Puch y en la letra de esa canción se condensa la visión del director de la película sobre el criminal que hace más de cuarenta años vive en prisión.

Sobre un personaje real de rostro angelical que antes de los veinte años mató, en un raid delictivo, a 11 personas y cometió cuarenta robos, fija su mirada Luis Ortega ("Caja negra", "Lulú"). Hasta ahora realizador independiente, alcanzó la popularidad con "Historia de un clan" y "El marginal", cuidadas series televisivas, en la primera de las cuales dio su versión de otro marginal, un secuestrador impensado, miembro de la clase media, como Robledo Puch.

Aquí la figura del adolescente es idealizada. Transformado en una suerte de efebo lúdico (recuerda al personaje de Ascilto del "Satiricón", de Federico Fellini), que con su habilidad delictual y amoralidad de comportamiento esquiva una educación tradicional y puede dominar a la familia de su amigo Ramón. 

La película presenta familias opuestas, la de los padres de Ramón, el amigo elegido, acostumbrados al delito, y la de Carlitos, familia común de un vendedor y una ama de casa anodina y bastante sumisa. Con ellos como fondo y la participación de algunas chicas de su edad y otro muchacho de averías, transcurre el raid de Puch.
Como en una travesura, entre robos, escapadas y alguna incursión en las veleidades que por la televisión siente su amigo Ramón, pasa la vida del "chico dorado", ése que, dicen, se parecía a Marilyn Monroe.

CINE COMERCIAL
El director Ortega, luego de diecisiete años de filmaciones independientes, se ve respaldado por primera vez por poderosas empresas, Telefé, el INCAA, K y S (Kramer, Sigman), El Deseo (Almodóvar), Underground (Sebastián Ortega) y una distribuidora como Fox.
"El angel" revela un especial cuidado formal, un lenguaje narrativo que incluye la voz en off del protagonista: "no creo que esto es tuyo, esto es mío"; exteriores con vertiginosas corridas en moto y hasta una escena en la televisión de los "70 (homenaje al padre del director, Palito Ortega, popular cantante). 

Objeciones podrían ser un exceso de metraje y fondos musicales. Bien construida, con interesantes caracteres como el del protagonista, su amigo Ramón y los padres de ambos, la película atrae especialmente por la presencia de Carlitos, un Lorenzo Ferro de increíble parecido físico con el personaje en que se inspira, Robledo Puch, de infantil ingenuidad y dotado de un particular desparpajo.

Al director de "Caja negra" lo reconocemos especialmente en la escena del acomodamiento de las joyas robadas sobre el cuerpo desnudo de Ramón, escena que Luchino Visconti o Pier Paolo Pasolini hubieran filmado, junto con la escena de Carlitos en un lujoso salón tocando el piano o poniéndose las joyas ante el espejo.

El resto es buen oficio, profesionalismo y el toque kitsch que apunta al recuerdo de espectadores vernáculos (estudio de tevé con programas y cantantes populares).
Destacable la actuación del Chino Darín, sólido en su personaje, y de Daniel Fanego. Pocas veces se aguantan tan bien los primeros planos de una personalidad que debe ser revelada con pocas escenas y Fanego lo logra con su profesionalismo habitual. Bien Cecilia Roth, muy compenetrada en esa temerosa madre del protagonista, y sorprendente Mercedes Morán con su vuelco casi tenebroso en la composición de la madre de Ramón. Correctos el chileno Luis Gnecco y Peter Lanzani, siempre en ascenso.

Calificación: Muy buena