"Se alquila", exitosa comedia española, llega a Buenos Aires

Diego Mesaglio, conocido por toda una generación como "Corcho", el carismático personaje que interpretó en la tira "Chiquititas", volvió al escenario con la comedia "Se alquila", que hará funciones los sábados, a las 21.30, en el teatro Buenos Aires (Rodríguez Peña 411), y que cuenta además con la actuación de Santiago Stieben.

El director es Alfonso Burgos y los tres tienen como denominador común haber salido de la factoría de Cris Morena.

La pieza, que fue éxito en España, trata sobre dos personajes con caracteres opuestos que se encuentran en una entrevista para alquilar una de las habitaciones del departamento de Andrés (Stieben).

Mesaglio, que en 2015 sufrió un accidente casero y perdió la visión de un ojo, no ha dejado de dedicarse a la actuación. Algunos de sus últimos trabajos fueron para series de Underground como "Graduados", "Vecinos en guerra" y "Un gallo para Esculapio". El intérprete, que hoy se encuentra grabando la segunda temporada de este exitoso unitario de Sebastián Ortega, dialogó con La Prensa.

-Vuelve a trabajar con actores de "Chiquititas". ¿Cree que esta obra, por su temática, apunta a la generación que creció viendo aquel programa?
-Una de las estrategias, por decirlo de algún modo "comercial", fue el hecho de volver a juntarnos. Pero la obra no tiene nada que ver con "Chiquititas". Compramos los derechos de una obra española que en Madrid van por la tercera temporada y es un éxito. Con los chicos tenemos un origen común, pero cada uno lleva muchos años en esta carrera.

-Es decir que participa de la producción de la obra.
-Sí, somos cuatro. Juan Abachian es el productor, y con Santi y Alfonso compramos los derechos y estamos produciendo también.

-¿Cómo fue ese reencuentro? ¿Seguían en contacto?
-Estábamos en contacto por las redes sociales, y a veces hablábamos en fechas puntuales, pero hacía mucho que no los veía. Hablé con Alfonso y siempre estábamos en que nos juntábamos a comer. Un día nos vimos e invitamos a Santi. Alfonso ya tenía en vista esta obra, no para hacerla con nosotros sino que a él le interesaba porque es director y profesor de teatro, así que tenía varias obras en vista. El creyó que ésta podría llegar a ser ideal para que la hagamos. Hicimos todos los trámites y aquí estamos. Actualizamos un poco el guion porque, si bien es de actualidad, es de la actualidad española y tuvimos que pasarla a nuestra idiosincracia.

REENCUENTRO
-¿Cómo es la química en los ensayos ahora que ya no son niños?
-Es espectacular, como si estuviésemos trabajando desde hace años. Esa mística quedó, la estamos aprovechando a full.

-¿Cómo es su personaje?
-La obra gira sobre dos personas. Uno es Andrés, el personaje de Santi, una persona totalmente correcta, muy protocolar. El pone en alquiler una habitación en su casa para amortiguar gastos porque se quedó sin trabajo y le cae mi personaje, Rafael, que es todo lo contrario. Es confianzudo, un poco maleducado, rockero y mal vestido, y viene a alquilarle la habitación. Durante la entrevista para saber si le alquilan o no se tocan diferentes temas, y al final, en vez de tener el quiebre normal que tiene toda obra teatral, esta tiene dos quiebres, una contratuerca que la hace un poco diferente a la escritura de este tipo de obras.

-¿Cuáles son esos temas que toca la obra?
-Cuestiones del país, aunque no se habla de política. Se trata el tema del fútbol, el amor y el noviazgo, el alcohol. Temas actuales que le pueden suceder a cualquier persona.

-La obra fue un éxito en España. ¿Cree que acá puede alcanzar la misma repercusión? -Ojalá. En España es el tercer año que la hacen. Están en un teatro gigante y lo llenan todos los fines de semana. Nosotros tenemos la suerte de tener la primera función agotada y nos enteramos que para la segunda y la tercera ya hay bastantes entradas vendidas. Esperemos que sea un legado que tengamos que defender.

VOLVER A EMPEZAR
-A raíz del accidente que sufrió, ¿se siente limitado para interpretar al personaje?
-La dificultad la sentí en su momento. Me llamaron un par de veces y rechacé trabajos porque sentía que no estaba preparado para trabajar. Pero un día dije que sí, levanté el teléfono y, gracias a Dios, del otro lado la respuesta de Underground fue convocarme para la primera temporada de "Un gallo para Esculapio". Hoy estoy grabando la segunda y ya creo que no es una dificultad. Aunque también sé que puede llegar un momento donde se complique un poco. En la actualidad, la televisión es muy estética, pero eso ya no corre por mi cuenta.

-¿Qué otros proyectos tiene en carpeta?
-Dentro de dos meses terminaría con "Un gallo para Esculapio" y ya estoy deseando que se haga una tercera. Con "Se alquila" la idea es quedarnos hasta fin de año y después hacer gira por el interior del país.