La cuestión de la vida es demasiado seria y no puede ser negociada

Senadores de la Nación: tengan confianza en las estructuras sanitarias y sociales, que, con seguridad, son capaces de arbitrar medidas concretas que logren disminuir las causas de muertes maternas. Por Zelmira Bottini de Rey *

 

Por Zelmira Bottini de Rey * 

Senadores de la Nación: les solicito consideren rechazar la ley que legaliza el aborto por los siguientes motivos: 

En primer lugar, porque legaliza la eliminación de seres humanos indefensos e inocentes. Hay que tener claro que desde la concepción -unión de un óvulo con un espermatozoide- se está en presencia de un nuevo ser humano, con un genoma propio diferente al del padre y de la madre, y al de cualquier otro individuo de la especie. A este genoma se debe, entre otras cosas, que sus huellas digitales sean diferentes a las de cualquier otro ser humano y que se pueda comprobar relaciones de filiación o paternidad.
La activación de los genes del nuevo ser humano pone en marcha un programa de desarrollo perfectamente ordenado que tiene por finalidad alcanzar el desarrollo del individuo adulto. Este programa autónomo comienza a ejecutarse con la primera división celular en las horas siguientes a la fecundación. Durante el viaje del embrión por la trompa, las sucesivas divisiones celulares que se producen se acompañan de progresiva diferenciación celular, de expresión de distintos genes propios y de un diálogo químico con la madre que permite preparar su implantación en el útero de la madre, proceso que comienza alrededor del día 7 y culmina en el 14.

Todos estos conocimientos científicos refutan la idea de que el ser humano en sus primeros días de vida es un cúmulo de células no diferenciado hasta la formación del disco embrionario, en el día 14.
Según este programa, el desarrollo de los distintos órganos, denominado organogénesis, está pautado en el tiempo. Hay órganos que se desarrollan antes, como es el corazón, y otros más tarde, como es el sistema nervioso. Se trata de un proceso coordinado, gradual y continuo. Dar mayor importancia a una etapa en detrimento de otra no tiene ningún aval científico.

Tengan en cuenta que un ser humano de 14 semanas de vida, lapso estipulado en la ley para acceder al aborto a solo requerimiento de la mujer, ya tiene formados todos sus órganos. Solo queda que maduren los pulmones, sistema nervioso central y riñones. La placenta está organizada y presenta una estructura similar a la del tercer trimestre. También se pueden distinguir los rasgos faciales, por lo que los fetos de 14 semanas no son todos iguales, lo que queda demostrado en las ecografías 4D. Es irrefutable, aun cuando pueda parecer simplista, que una vez concebido un nuevo ser humano, de no mediar una alteración propia o una acción externa que produzca su muerte, a los 9 meses se asiste al nacimiento de un bebé.

Podría aceptarse el argumento de que la mujer puede hacer lo que quiera con su cuerpo; sin embargo, no tiene ningún derecho sobre el cuerpo ajeno.
El hijo en gestación no es parte de su cuerpo, solo reside en su cuerpo, y durante cierto tiempo. Otorgar un valor distinto a la vida de seres humanos por la etapa del desarrollo que transita constituye una discriminación injusta y un atropello a su derecho a la vida, fundante de todos los demás.

CONSECUENCIAS PARA LOS MEDICOS
Otro motivo para rechazar esta ley: tiene graves consecuencias para los médicos y el libre ejercicio de su profesión. Enumero algunos. Primero, el médico se convierte en mero efector de la decisión de la mujer que solicita ejercer un presunto derecho. La voluntad de la mujer queda por encima de cualquier otra opinión y/o intervención médica.

Segundo, introduce la objeción de conciencia individual creando un registro de objetores, posible instrumento de discriminación. Además, se trata de una objeción de conciencia restringida, ya que obliga a los médicos objetores a practicar abortos en caso de que la vida o la salud de la mujer o persona gestante estén en peligro y requiera la atención médica inmediata e impostergable, siendo muy subjetiva la interpretación de los vocablos "peligro" e "impostergable".

Tercero, crea un nuevo delito sumamente amplio y difuso para castigar a los médicos que dilataren injustificadamente o negaren un aborto agravado si hubiera un perjuicio en la vida o salud de la mujer. Este delito se cierne sobre cualquier profesional, incluso sobre el que no es objetor de conciencia pero que frente a un caso concreto considera que no están dadas las condiciones para realizar un aborto.
Desconoce la libertad de asociación, los idearios y los principios de muchas instituciones de salud al prohibir expresamente la objeción de conciencia institucional.

Establece un plazo perentorio de 5 días para dar respuesta a la petición de acceder al aborto. Durante estos días se desarrollarán las consejerías. Expresamente se indica que la información a suministrar en las mismas debe ser referida a los distintos métodos de interrupción del embarazo, alcances y consecuencias, riesgos de su postergación. Queda descartada la posibilidad de cualquier consideración personal por parte del médico por considerarla obstructiva del aborto.

Una consejería orientada a alcanzar el bienestar actual y futuro de la mujer tendría que brindar información completa sobre el niño en gestación, las distintas alternativas para hacer frente a la situación, los programas de acompañamiento y apoyo existentes, el armado de una red de contención, etcétera. Evidentemente, todo esto lleva algo más que 5 días.

En definitiva, esta ley ignora la posibilidad cierta de salvar las dos vidas. Desconoce que en la actualidad no hay ninguna situación médica que impida la continuidad de un embarazo al menos hasta alcanzar la viabilidad del feto. Atenta contra la salud integral de la mujer, ya que olvida que el aborto tiene dos víctimas: el ser humano en gestación, que es eliminado, y su madre.

El aborto pone en riesgo la salud integral de la mujer. ¿Quién se hará cargo de las consecuencias? No colabora a paliar las situaciones de vulnerabilidad materna; por el contrario, coloca a la mujer en situación de mayor riesgo, ya que el aborto aumenta su vulnerabilidad.

ELIMINACION DE SERES HUMANOS
He intentado enumerar los distintos motivos que justifican la solicitud de que rechacen esta ley, ya que, tal como está redactada, no da lugar a ninguna enmienda. El motivo más importante para el rechazo es que con la aprobación de esta ley por primera vez en la Argentina un gobierno democrático legalizaría la eliminación de seres humanos.
Senadores de la Nación: tengan confianza en las estructuras sanitarias y sociales, que, con seguridad, son capaces de arbitrar medidas concretas que logren disminuir las causas directas -55 por ciento- e indirectas -27 por ciento- de muertes maternas.

El aborto es la tercera causa de muerte materna y representa el 17 por ciento del total. También de dar batalla a las principales causas de muerte de mujeres en edad fértil. El aborto es la causa número 40, por lo que no es apropiado asociarlo con una emergencia sanitaria.
Tengan confianza en ustedes mismos, senadores de la Nación elegidos por el voto popular, que cuentan con inteligencia, creatividad y habilidad como para realizar proyectos y aprobar leyes que permitan diseñar y poner en marcha políticas públicas destinadas a paliar la pobreza estructural y a promover y a honrar la vida humana en todas sus manifestaciones. De hecho, varios senadores han presentado proyectos que merecen ser analizados.

No se dejen encandilar por los espejismos de otros países, muy desarrollados en los aspectos económicos y casi siempre deficientes en los humanos, que, tras instalar y banalizar el aborto, afrontan el invierno demográfico y conviven con el individualismo, la soledad, la cultura de la exclusión y del descarte.
La Argentina merece una legislación que responda a su idiosincrasia latinoamericana, que valora la vida, la familia, los vínculos entre las personas; una legislación que respete a todos y cada uno, que promueva la solidaridad intergeneracional, que permita combatir la pobreza sin eliminar a los pobres y tener hijos sin caer en la pobreza; que busque, en definitiva, el desarrollo del capital más valioso para un país: el capital humano.

Soy consciente de la enorme responsabilidad que recae sobre ustedes. Con todo respeto les pido fervientemente que reflexionen, atentos a lo que les muestra su inteligencia y también les dicta su corazón, y que no se dejen presionar por intereses coyunturales. La cuestión de la vida de los seres humanos es demasiado seria y no puede ser negociada.


* Médica pediátrica y vicepresidenta del Instituto para el Matrimonio y la Familia (El texto corresponde a su exposición del pasado miércoles en el plenario de comisiones del Senado).