Una película reflexiva sobre la convivencia bajo presión

"Western" (Alemania, Bulgaria, 2017). Dirección y guion: Valeska Grisebach. Fotografía: Bernhard Keller. Actores: Meinhard Neumann, Reinhardt Wetrek, Waldemar Zang. Duración: 119 minutos. Calificación: apta para mayores de 13 años.

Llegaron para quedarse, no hay demasiadas explicaciones. Son alemanes, la zona es búlgara y las obras están relacionadas con la explotación hidroeléctrica. Hay un riacho que separa a los obreros de los habitantes del lugar montañoso y en algún momento la presencia de los hombres se enfrenta casi agresivamente con mujeres de la zona y hasta hay una tonta disputa en el medio del agua.

No sabemos quién pidió los trabajos que se llevan a cabo con maquinaria especial, pero evidentemente todo no es tan claro porque el agua pareciera no llegar a todas las zonas. El contacto con los lugareños es aparentemente armónico, pero en el aire están la desconfianza, los prejuicios, la falta de conocimiento del idioma y la evidente superioridad en cuanto a hechos y decisiones de los recién llegados y los campesinos. Diríase colonizadores y dueños de la tierra, conocedores de tecnología en edénicas tierras lejanas. Habrá algunos desafíos ambiguos en partidos de cartas y bromas simples, mientras una suerte de outsider del grupo de obreros se manifiesta diferente, reservado y respetuoso. Choques con bravucones, juegos con banderas que no terminan demasiado bien, pero la eclosión, el estallido que todos esperan no se producirá. Llamativamente habrá una víctima o, quién sabe, una consecuencia azarosa de una situación confusa.

AUSTERA Y DURA
Filme cerrado a veces en cuanto a los contenidos, en el que todo se susurra o las frases quedan a la mitad. Contenidos en los que se vislumbra la presión de un pasado de conquistadores y conquistados, de dominaciones y servilismos no asumidos. Donde la convivencia todavía no se define y los amagos de golpe quedan en nada. Pero con una presencia subterránea de sentimientos sin resolver. Hay, sin embargo, un personaje, el tal Meinhard, en el que la esperanza de convivencia es posible, en el que los sentimientos fuertemente ocultos pueden cambiar situaciones y al que una mujer puede.
Una película difícil y austera, que visibiliza diferencias, angustias, intentos de reacomodaciones de la comunidad europea en situación de cambio, que no son más que los clásicos encontronazos de débiles y poderosos en tierras aparentemente sin fronteras, donde los sentimientos de conquista y la necesidad de convivencia se enfrentan y conviven.
Muy buenas las interpretaciones, especialmente la de Meinhard Neumann en un filme duro, de ritmo lento y denso, difícil de abordar para el espectador no acostumbrado a películas de reflexión.

Calificación: Muy buena.