El lado científico de la práctica deportiva

La Universidad Favaloro creó un Instituto de Ciencias del Deporte en el que se buscará educar e investigar para que tanto deportistas profesionales como la población en general puedan sacar el máximo provecho de los beneficios de la actividad física. La influencia del cerebro será uno de los campos de estudio.

­Los grandes avances en materia tecnológica sumados al imparable crecimiento de los conocimientos científicos en distintas áreas han abierto un vasto abanico de posibilidades, aplicables en distintos ámbitos de la vida. El deporte no es la excepción.
En la actualidad, la práctica deportiva -tanto profesional como amateur- cuenta con nuevas herramientas tendientes a perfeccionar las técnicas, lograr un mejor rendimiento y brindar, entre otras cosas, las pautas para un entrenamiento integral.
Es precisamente en este contexto que la Universidad Favaloro lanzó recientemente su 'Instituto de Ciencias del Deporte', "un proyecto educativo, científico e interdisciplinario que busca formar profesionales de excelencia y generar conocimiento en el ámbito de la actividad física y el deporte, tanto para el alto rendimiento como para el desarrollo social", según destacaron desde esa casa de estudios.
"Se han demostrado beneficios sanitarios, económicos y sociales a partir de la motivación de la población hacia la práctica de actividades físicas y deportivas y la aplicación de programas públicos y privados que colaboren en su expansión", argumentaron.
El Instituto apunta a desarrollar cursos, tecnicaturas, licenciaturas, diplomaturas, especializaciones y maestrías enfocados en áreas tales como Medicina, Nutrición, Kinesiología, Neurociencias, Bioingeniería, Gestión y Difusión en el deporte.
"Este nuevo Instituto viene a ocupar un espacio muy importante para el desarrollo deportivo, ya que propone una formación académica y de investigación que va a contribuir a formar y especializar profesionales, no solamente deportistas sino en todas las áreas relacionadas con el deporte", expresó el doctor Roberto Peidro, médico cardiólogo especialista en Medicina del Deporte y director del flamante instituto.
Durante la jornada de lanzamiento del Instituto de Ciencias del Deporte, expertos de distintas áreas abordaron algunas de las temáticas que formarán parte de la labor de investigación y docencia de esta nueva unidad académica:
"Las neurociencias en el deporte"; "La planificación de la preparación física del futbolista. Desde la fisiología a las nuevas tecnologías" y "La gestión en el deporte. Desde las políticas públicas a los protagonistas deportivos. La organización para alcanzar el éxito", entre otras.

CEREBRO Y RENDIMIENTO
El rol que cumple el cerebro en la práctica deportiva es sin dudas un aspecto apasionante para la investigación científica. Sobre el vínculo entre las neurociencias y el rendimiento deportivo dialogó Peidro con La Prensa.
"En todos los deportes de alto rendimiento, alta competencia, es necesario un entrenamiento que tiene que ver con lo físico, con el descanso y con la alimentación. Dentro del entrenamiento deportivo y la capacidad del sistema muscular hay un porcentaje muy importante de influencia del cerebro", detalló el director del Instituto de Ciencias del Deporte de la Universidad Favaloro.
"La conducta del deportista a partir de todo lo que se manifiesta en el cerebro tiene suma importancia en el rendimiento deportivo de esa persona. Esto quiere decir que no solamente importa el cerebro asociado al movimiento sino también el cerebro asociado a las conductas", prosiguió.
En ese sentido, apuntó que se ha descrito en estudios científicos que "cada manifestación humana del pensamiento activa una parte específica del cerebro, cuando hay una emoción, cuando hay estrés, cuando se está preparando para la lucha, cuando se está preparando para la huida y, en el caso del deporte, cuando se está preparando para el rendimiento".
Según explicó Peidro, la forma en que una persona se planta ante el ejercicio constituye la conducta, la actitud. "Cuando hablamos de `actitud deportiva', estamos hablando de la influencia que tiene el cerebro sobre la forma en que esa persona está enfrentándose a un rival o, si es una carrera, a él mismo. Por lo tanto se determina qué actitud toma ante ese desafío", resumió.
"Las neurociencias tienen mucho que ver con esto porque hay formas de trabajar este entrenamiento, que es neurocientífico, porque tiene que ver con los estímulos del cerebro que pueden ser entrenados y que hacen que una persona esté más preparada desde el punto de vista psicológico y motriz para ese deporte", prosiguió.
- ¿Esto implica hacer inicialmente un diagnóstico de cómo funciona el cerebro de ese deportista para determinar qué se tiene que modificar?
- Por supuesto que sí. El diagnóstico no implica solamente hacer un estudio, como por ejemplo una resonancia. Hay diferentes tests diagnósticos, hay diferentes pruebas que pueden manifestar, desde el punto de vista motriz, una alteración de un músculo con respecto a otro, del movimiento de una pierna con respecto a la otra, o de un brazo... la reacción de cada miembro respecto de otro, dependiendo del deporte que se practique.
Desde el punto de vista psicológico o neurobiológico, podemos hacer ciertas pruebas que nos van a decir cuál es la actitud de esa persona, cómo puede enfrentar, por ejemplo, una situación de estrés como significa la presencia de una gran cantidad de gente mirando y juzgando lo que va a hacer. Esto se ve mucho más en los deportes individuales que en los de conjunto. En deportes individuales como el tenis o el boxeo una actitud mental que puede ser entrenada es la diferencia entre ganar o perder.
- ¿Hace cuánto se empezaron a aplicar las neurociencias al deporte?
- No hace mucho tiempo. Es más, no está absolutamente extendido porque no en todos los deportistas de alto rendimiento se aplica, aunque creo que debería aplicarse en todos los deportes. Por supuesto, siempre se actuó en forma empírica. Si tomamos el fútbol, por ejemplo, siempre hemos visto cómo el director técnico trata de transmitirle a sus jugadores que hay que tener una mayor actitud, que hay que ganar... esto tiene que ver con las neurociencias, aunque no se sabía antes que así era. 
La aplicación específicamente en forma científica comenzó hace no muchos años. Y cada vez hay más ejemplos de cómo pueden influir las neurociencias en el deporte. El doctor Facundo Manes ha hecho mucho por todo eso, al incluir las neurociencias en el alto rendimiento deportivo.
- Una vez que se hace el diagnóstico y se detectan ciertas `fallas', ¿qué alternativas existen?
- No tienen por qué ser fallas. Por ahí es una actitud que no es una falla pero que se puede mejorar para mejorar el rendimiento y la calidad de vida de ese mismo deportista. Una vez que se detecta dónde se puede mejorar o qué puntos tocar para mejorar, hay entrenamientos específicos.
- ¿Con qué herramientas específicas cuentan para modificar o mejorar esa determinada conducta?
- Hay muchas herramientas que tienen que ver con la percepción, por ejemplo. Hay ciertos tests que se hacen con computadoras donde se prenden ciertas luces, y el deportista tiene que ir tocando con ciertas consignas esas luces que se van prendiendo. Esa es una prueba de la velocidad de reacción y del campo visual que tiene ese deportista. Esto se hace como prueba y después esa misma técnica nos sirve como para el entrenamiento de la coordinación a partir de la percepción. Esta percepción que la dan los ojos o las percepciones auditivas va unida a una coordinación motora.
Por citar un caso, Messi es un dotado en el fútbol y, de acuerdo a lo que uno ve cuando juega, tiene una percepción del campo de juego y una visión específica de los espacios que van a quedar libres. Tiene una rapidez mental para ir al lugar donde va a ir el balón o donde va a ir él con el balón para poder generar una jugada. Conversando con el médico del Barcelona, me decía que en La Masia, que es donde se forman los jóvenes del Barcelona, se trata de ver de qué manera los chicos desde los 12 o 13 años pueden mejorar esa percepción y visión del campo de juego para poder sacar muchos `Messi'. Y, para eso, están trabajando en mejorar la percepción y la rapidez en que se ocupan los espacios libres en el campo de juego. Esa es una de las formas de aplicar las neurociencias, en este caso, al fútbol.
- ¿Cómo se trabaja desde el punto de vista psicológico?
- El doctor Manes y la doctora Dolores Cardona han hecho muchos trabajos en el alto rendimiento sobre la conducta psicológica, que viene de la neuropsicobiología, donde la actitud de esa persona se trabaja más allá de las máquinas. Se trabaja a expensas de cuáles son los déficits que pueda tener para enfrentar eso. Se trabaja con psicólogos, neurólogos, neurofisiólogos, es decir un entrenamiento de las conductas que van dirigidas a mejorar el entrenamiento y el rendimiento.