El mundo, cada vez más perezoso

La Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó un plan para promover la actividad física como estrategia clave en la prevención de enfermedades. El desafío es superar los obstáculos que implica vivir en ciudades que no están diseñadas para facilitar el movimiento.

­"Mantenerse activo es crucial para la salud. Sin embargo, en nuestro mundo moderno este es un reto cada vez mayor, principalmente porque nuestras ciudades y comunidades no están concebidas de forma adecuada", señaló el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, al presentar la semana última el 'Plan de acción mundial de la OMS sobre actividad física 2018-2030: más personas activas para un mundo más sano'.
"Necesitamos dirigentes en todos los niveles que ayuden a las personas a dar un paso hacia la salud. Ello es posible sobre todo en las ciudades donde se manifiesta principalmente la responsabilidad de crear espacios más saludables", añadió.
En todo el mundo, uno de cada cinco adultos y cuatro de cada cinco adolescentes (de entre 11 y 17 años) no realizan suficiente actividad física. Las niñas, las mujeres, los adultos mayores, los pobres, las personas con discapacidades y enfermedades crónicas, las poblaciones marginadas y los pueblos indígenas tienen menos oportunidades de mantenerse activos, según destaca la OMS.
Realizar periódicamente alguna actividad física es fundamental para prevenir y tratar enfermedades no transmisibles (ENT) como las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes o el cáncer de mama y de colon. También ayuda a reducir el riesgo de hipertensión, sobrepeso y obesidad, al tiempo que favorece la salud mental, la calidad de vida y el bienestar. Se estima que las ENT provocan el 71% de todas las muertes en el mundo, entre ellas, la de 15 millones de personas cada año con edades entre los 30 y los 70 años.

OBJETIVOS
El plan de acción muestra a los países posibles vías para reducir la inactividad física en adultos y adolescentes en un 15% para 2030. Se basa en un conjunto de 20 medidas normativas que, combinadas, tienen por objeto crear sociedades más activas mejorando los entornos y las oportunidades para que personas de todas las edades y capacidades dediquen más tiempo a caminar, andar en bicicleta, practicar deportes, bailar o jugar.
Además, este programa insta a apoyar, por ejemplo, la capacitación de los profesionales de la salud y otros, al fortalecimiento de los sistemas de datos y el uso de tecnologías digitales.

"No es necesario ser atleta profesional para decidirse a mantenerse activo. Subir por las escaleras, más que por ascensor, ya constituye un cambio importante. O desplazarse a pie o en bicicleta en lugar de ir en auto. Lo que elegimos cada día es lo que puede mantenernos sanos. Los dirigentes deben contribuir a que estas opciones sean las fáciles", insistió Tedros.
Para apoyar los esfuerzos de los países en la aplicación del Plan, la OMS puso en marcha la campaña de promoción de la actividad física 'Mantengámonos activos: Todos. En todo lugar. Todos los días'.


En concreto, los cuatro objetivos fijados por la entidad sanitaria mundial son:

1. Crear una sociedad activa. La propuesta es lograr un cambio de paradigma en toda la sociedad, al fortalecer los conocimientos, la comprensión y la valorización de los múltiples beneficios de la actividad física regular, adecuada a las capacidades y edades de cada uno.

2. Crear ambientes activos. Esto significa crear y mantener ambientes que promuevan y resguarden los derechos de todas las personas, de todas las edades, a tener acceso equitativo a lugares y espacios seguros, en sus ciudades y comunidades, en los que puedan practicar actividad física regular, de acuerdo a sus capacidades.

3. Crear personas activas. Para ello se insta a crear y promover el acceso a oportunidades y programas que ayuden a las personas de todas las edades y capacidades a realizar actividad física regular a nivel individual, familiar y comunitario.

4. Crear sistemas activos. Se propone crear y fortalecer el liderazgo, las asociaciones multisectoriales, la consejería y los sistemas de información a través de los distintos sectores para alcanzar la excelencia en la movilización de recursos y la implementación de acciones coordinadas a nivel internacional y nacional para aumentar la actividad física y reducir el comportamiento sedentario.

MÁS QUE UN DESAFIO
La inactividad física es mucho más que un reto sanitario: los costos económicos son enormes. En el ámbito mundial, se calcula que el sedentarismo tiene un costo de 54.000 millones de dólares en atención sanitaria directa, de los que el 57% corresponde al sector público y 14.000 millones adicionales son atribuibles a la baja productividad.
Según aclara la OMS, la "actividad física" no debe confundirse con el "ejercicio", ya que este último es una variedad de actividad física planificada, estructurada, repetitiva y realizada con un objetivo relacionado con la mejora o el mantenimiento de uno o más componentes de la aptitud física. En cambio, la actividad física abarca el ejercicio, pero también otras actividades que entrañan movimiento corporal y se realizan como parte de los momentos de juego, del trabajo, de formas de transporte activas, de las tareas domésticas y de actividades recreativas.
Respecto de los niveles de actividad física recomendados según la edad, indica:
* Jóvenes (5 a 17 años). Para los niños y jóvenes de este grupo de edades, la actividad física consiste en juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas, educación física o ejercicios programados, en el contexto de la familia, la escuela o las actividades comunitarias. Con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea y de reducir el riesgo de ENT, se recomienda que:
- Los niños y jóvenes de 5 a 17 años inviertan como mínimo 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa.
- La actividad física por un tiempo superior a 60 minutos diarios reportará un beneficio aún mayor para la salud.
- La actividad física diaria debería ser, en su mayor parte, aeróbica.
- Convendría incorporar, como mínimo tres veces por semana, actividades vigorosas que refuercen, en particular, los músculos y huesos.

* Adultos (18 a 64 años). Para los adultos de este grupo de edades, la actividad física consiste en actividades recreativas o de ocio, desplazamientos (por ejemplo, paseos a pie o en bicicleta), actividades ocupacionales (es decir, trabajo), tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados en el contexto de las actividades diarias, familiares y comunitarias. Con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea y de reducir el riesgo de ENT y depresión, se recomienda que:
- Los adultos de 18 a 64 años dediquen como mínimo 150 minutos semanales a la práctica de actividad física aeróbica, de intensidad moderada, o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana, o bien una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.
- La actividad aeróbica se practicará en sesiones de 10 minutos de duración, como mínimo.
- Que, a fin de obtener aún mayores beneficios para la salud, los adultos de este grupo de edades aumenten hasta 300 minutos por semana la práctica de actividad física moderada aeróbica, o bien hasta 150 minutos semanales de actividad física intensa aeróbica, o una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa.
- Dos veces o más por semana, realicen actividades de fortalecimiento de los grandes grupos musculares.

* Adultos mayores (de 65 años en adelante). Para los adultos de este grupo de edades, la actividad física consiste en actividades recreativas o de ocio, desplazamientos (por ejemplo, paseos caminando o en bicicleta), actividades ocupacionales (cuando la persona todavía desempeña actividad laboral), tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados en el contexto de las actividades diarias, familiares y comunitarias. Con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea y funcional, y de reducir el riesgo de ENT, depresión y deterioro cognitivo, se recomienda que:
- Los adultos de 65 en adelante dediquen 150 minutos semanales a realizar actividades físicas moderadas aeróbicas, o bien algún tipo de actividad física vigorosa aeróbica durante 75 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.
- La actividad se practicará en sesiones de 10 minutos, como mínimo.
- Que, a fin de obtener mayores beneficios para la salud, los adultos de este grupo de edades dediquen hasta 300 minutos semanales a la práctica de actividad física moderada aeróbica, o bien 150 minutos semanales de actividad física aeróbica vigorosa, o una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa.
- Que los adultos de este grupo de edades con movilidad reducida realicen actividades físicas para mejorar su equilibrio e impedir las caídas, tres días o más a la semana.
- Convendría realizar actividades que fortalezcan los principales grupos de músculos dos o más días a la semana.
- Cuando los adultos de mayor edad no puedan realizar la actividad física recomendada debido a su estado de salud, se mantendrán físicamente activos en la medida en que se lo permita su estado.