Una buena: a ningún Estado le conviene una guerra regional

Claves de Medio Oriente- Aaron David Miller *

Como si hiciera falta un conflicto en el Medio Oriente roto, furioso y disfuncional, llegó una escalada sin precedentes entre Israel, Irán y Siria, así que la región es aún más inestable y peligrosa.

Un dron iraní penetró en el espacio aéreo israelí y lo derribaron. Israel tomó represalias y atacó un complejo iraní en Siria, desde el que desplegaron el dron, pero el F-16 israelí recibió fuego y cayó. Se cree que es la primera vez en varias décadas que un derriban así a un avión de combate israelí. Aún no están claros estos incidentes, particularmente las razones por las que Irán envió un dron al espacio aéreo israelí. Tampoco es fácil predecir dónde nos llevarán estos acontecimientos. 
Sin embargo, podemos tomar en cuenta ciertas cuestiones. Desde hace tiempo se había estado gestando una tormenta perfecta de factores que podían suscitar un ataque como éste. El gobierno iraní ha aprovechado el respaldo al régimen de Bachar al Asad en Siria para expandir su influencia en ese país y contrarrestar los designios de Estados Unidos y Arabia Saudita.

Con la ayuda de Irán, Hezbolá ha estudiado zonas cercanas a los Altos del Golán, en Siria, para crear otro frente contra los israelíes. La intención de Teherán es establecer fábricas de armas y rutas terrestres que faciliten el suministro a Hezbolá. Motivado en parte por la lucha ideológica contra Israel y por la necesidad de fortalecer sus capacidades en caso de que haya un conflicto, parece que Irán quiere expandir el frente israelí-libanés e incluir a Siria. 

Por su parte, Israel ha puesto límites claros y advirtió a Irán que no los cruzara, además de que siempre se ha quejado de los planes que tiene para Siria. Entre ellos están el deseo de Irán de crear un puente terrestre con Líbano a través de Irak y Siria, desplegar 10.000 soldados chiitas en el sur de Siria, crear bases marítimas y aéreas, así como fábricas de armas, e incluso tener presencia en las cercanías de los Altos del Golán. Ya han tomado medidas para alcanzar este último objetivo. 

En 2015, Israel mató a un general iraní y a agentes de alto rango de Hezbolá. Desde hace algunos años, Israel ha ejecutado al menos 100 ataques en Siria con el objetivo de impedir el envío de cargamentos de armas a Hezbolá, ha hecho volar armerías y ha eliminado las actividades del régimen o yihadistas, más cercanas a sus fronteras. 

Sin embargo, la violación del espacio aéreo y la soberanía israelí por parte de un dron iraní, se consideró una provocación que exige una respuesta táctica clara y una reacción estratégica. 

DESPUES DEL ESTADO ISLAMICO

La otra realidad, que podría provocar que las potencias externas choquen en Siria, es que el foco del conflicto está cambiando. Como las fuerzas de la coalición encabezada por Estados Unidos han eliminado practicamente el califato del Estado Islámico, la lucha por la influencia, el petróleo y el territorio se ha intensificado en la región. 

Turquía está peleando contra los kurdos sirios mientras que Estados Unidos los apoya en su intento por conservar los territorios liberados de las garras del EI. Pese a la escalada tan grave, no estamos necesariamente ante un enfrentamiento sostenido y masivo. Ninguno de los principales actores quiere una guerra regional.

* Vicepresidente y académico distinguido del Centro Internacional Woodrow Wilson.