El torneo local sigue siendo la deuda pendiente de Gallardo

El entrenador de River, ganador como pocos en el ámbito internacional, aún no logró coronar su trabajo en la obtención de nuestro campeonato doméstico con los millonarios. Muchas veces, el Muñeco apostó casi todas sus fichas a la Copa Libertadores o a la Copa Sudamericana y eso mermó el rendimiento de sus dirigidos. Es sabido que no es sencillo ser competitivo jugando ambos torneos.

Pese a la gran remontada del final –cosechó 26 de los últimos 30 puntos-, la campaña de River en esta Superliga 2017/2018 no hace más que confirmar que nuestro torneo doméstico, sigue siendo un hueso duro de roer en la carrera de Marcelo Gallardo. Es que el Muñeco, tantas veces venerado en el ámbito internacional en donde ganó 5 títulos en cuatro años, no logra alcanzar los mismos objetivos a nivel casero.

Si bien es cierto que a lo largo de la historia está demostrado que es muy difícil lograr buenas performances en dos torneos disputados al mismo tiempo, también lo es, que a lo largo de su estadía en River, Gallardo siempre peleó los torneos internacionales y eso provocó una merma del rendimiento de sus equipos jugando a nivel local.

En su primer torneo dirigiendo a los de Núñez, en el año 2014, sus huestes pelearon palmo a palmo el torneo hasta el final. Los millonarios tomaron la punta en la 5° fecha y la perdieron faltando tres jornadas a mano de Racing que venció 1-0 a un River diezmado, porque se jugaba sus fichas a la Copa Sudamericana que finalmente logró. El subcampeonato no fue un mal resultado aunque dejó sensación de poco, ya que se estuvo muy cerca de alcanzar el doble objetivo.

En el 2015, River volvió a poner su pleno en el ámbito exterior. De movida se quedó con la Recopa Sudamericana al derrotar a San Lorenzo pero el plato fuerte estaba por llegar. Debía jugar la tan ansiada Copa Libertadores y allí también, los de Gallardo dejaron bien en claro que en los duelos mano a mano son prácticamente invencibles. La imagen de Cavenaghi y Barovero levantando la Copa quedará por siempre en la memoria de los simpatizantes millonarios.

Claro que ese logro también se vio opacado por la actuación de sus dirigidos en el torneo doméstico. El equipo nunca hizo pie y terminó en la 9° posición, a 15 puntos del campeón. En el segundo semestre de ese año, conquista la Suruga Bank y por el Mundial de Clubes, los millonarios llegaron a la final pero cayeron ante el poderoso Barcelona por 3-0.

El torneo de la primera parte del 2016, se jugó en dos zonas y en ese formato tampoco le fue bien a los de Gallardo. River culminó 9° en la zona A, a 16 puntos de San Lorenzo. La obtención de la Recopa Sudamericana enmendó de cierta forma ese flojo torneo. Además, la conquista de la Copa Argentina permitió que la mira de los de Núñez volviera a posicionarse en la Copa Libertadores. En ésta oportunidad, Independiente del Valle, en octavos de final, culminó con ese sueño copero.

En la segunda mitad y el primer semestre del 2017 se disputó un campeonato largo de 30 equipos. Los dirigidos por el Muñeco sufrieron un bajón en su rendimiento a mitad del torneo y pese a un repunte final inesperado, no logró arrebatarle el título a su acérrimo rival. Al igual que en la edición anterior, River volvió a conquistar la Copa Argentina.

En el ámbito internacional, los de Núñez estuvieron muy cerca de volver a ganar la Libertadores. Cayeron en las semis, en un recordado y polémico partido -se utilizó el VAR- ante Lanús, en la Fortaleza y ello volvió a mermar el rendimiento de los de Gallardo en nuestro ambiente.

Por cierto, en la temporada que culminó ayer, los de Núñez tampoco obtuvieron una gran posición pese a la gran remontada del final. Los millonarios quedaron en la 7° posición aunque vale recordar que en un momento estaban 21° dentro de los 28 participantes.

Sin lugar a dudas, la obtención de la Supercopa Argentina, en esa recordada final en Mendoza ante Boca, quedará en el recuerdo de los simpatizantes por el resto de la historia. Tal es así, que en la vereda de enfrente aún se sigue lamentando.

De cara a la próxima temporada, si River no logra conseguir algún cupo para la Libertadores, y debe jugar la Sudamericana, podría ser el momento indicado para que las huestes de Marcelo Gallardo, de una vez por todas, apuesten varias de sus fichas para intentar lograr el torneo doméstico, ese que le resulta esquivo desde que el DT arribó a Núñez.