Una goleada para sostener el­ gran sueño de levantar la Copa­

Racing vapuleó a Vasco Da Gama en Avellaneda, con una excelente tarea de Matías Zaracho, autor de un gol (los restantes: Centurión, López y Lisandro). Licha erró dos penales, pero no impidió que la Academia mande en el Grupo 5.­

Dos derrotas en la Superliga, y un empate copero en Chile, habían alejado los buenos resultados de Avellaneda. Sin embargo, la tranquilidad llegaba de la mano del nivel, que no había decaído. Y para estas nanas menores qué mejor que una goleada para enderezar el camino y mirar con más claridad los octavos de final de la Copa Libertadores. Racing se encargó de vapulear al Vasco Da Gama y de ese modo se acomodó de cara al futuro en el Grupo 5 de la Copa.

La Academia no fue una tormenta, pero con ráfagas fuertes destrozó al equipo brasileño. Soplaron fuertes los vientos cada vez que aparecieron Centurión y Lisandro, pero en particular el chico Zaracho, quien jugó e hizo jugar a sus compañeros. El pibe clavó dos asistencias para los dos primeros goles de Racing y le puso su sello al tercero.

Apenas media hora duró el partido, porque a a partir del primer gol del local, Vasco se derritió como un helado en el asfalto de enero. No hubo equivalencias, las fuerzas fueron otras, y eso que Racing se dio el lujo de desperdiciar dos penales, que Silva le negó a Licha. El ídolo logró el perdón con la tercera chance desde los 12 pasos, que volvió a rematar y esta vez no perdonó.

El complemento no entregó nada nuevo. El equipo carioca intentó reaccionar pero el tercero de Racing, de la mano de Zaracho, lo terminó dejar en la lona. Y esto le dio paso al desquite de Licha López desde los 12 pasos para redondear una goleada que ratifica el camino que eligió Racing, ése de ataque y goles. Con esa fórmula, la Academia sueña con la Copa, el objetivo que le sigue quitando el sueño.

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