DE QUE SE HABLA HOY

Una muy mala noticia, otra vez la guerra

Otra vez la guerra. Otra vez la locura abandona los despachos de los líderes mundiales para subirse a aviones, barcos y submarinos de guerra para ir a matar, no importa el objetivo, el motivo, ni la "buena causa", matan y no pueden elegir si los que van a morir son los "malos" o "los buenos", todavía la tecnología no llega a tanto. Donald Trump declaró la guerra vía Twitter a Siria y junto con Inglaterra y Francia bombardeó sus fábricas de armas de destrucción masiva, es decir donde se producen armas químicas. Era, dijo, la respuesta al ataque con gas sarín de las fuerzas del dictador sirio Bashar al Assad junto a fuerzas rusas, sobre poblaciones civiles cerca de Damasco. Ahora vendrán las respuestas, Vladimir Putin advierte, el propio Assad advierte y el presidente iraní, Hasan Rohani, también advierte. Más civiles en todo el mundo recobran el miedo, la sensación de pánico y no saben si la muerte caerá del cielo o llegará con la explosión de un coche bomba, un suicida solitario que se detona en un centro comercial o un vehículo que atropelle a la gente en cualquier calle de cualquier ciudad.

La ira del fanatismo volverá a despertarse mientras que Trump y sus aliados justificarán su acción bélica aludiendo la defensa de los civiles asesinados por el dictador sirio y su aliado Putin. Estos justificarán su propio asesinato masivo, diciendo que luchan contra el terrorismo sirio, que en verdad no son otra cosa que ciudadanos de ese país que intentan derrocar a un tirano como Assad, utilizando un método deplorable como la guerrilla, pero hartos de la dictadura. No son terroristas internacionales como quieren hacerle creer al mundo y tampoco los misiles sofisticados de Occidente son la "lección" razonable que dicen haber dado. Hay mecanismo como las Naciones Unidas, hay sanciones económicas, hay caminos alternativos a la violencia, a despertar los demonios de la guerra que ya se sabe, cuando despiertan nadie puede hacerlos volver a dormir por mucho tiempo. Habrá más sangre que unos y otros intentaran pintar de los colores de la seguridad mundial o la defensa de la democracia siria o de otro país sometido, pero es sangre inocente, como la derramada en el ataque a las supuestas fábricas de armas químicas. El propio Trump asegura que "se evitó la mayor cantidad posible de daños colaterales", vaya frasecita para querer decir "vamos a asesinar a la menor cantidad de inocentes posibles". Assad por su lado declara que "las potencias occidentales han perdido su credibilidad frente a sus pueblos y el mundo". Cinismo de alta escuela de ambos lados, mientras otra vez han desatado la violencia que volverá a manchar la Historia. Trump no es mejor que Assad. El norteamericano inventó esta guerra para zafar de una severa crisis interna y Assad inventa terroristas en sus opositores políticos a quienes mata con gas sarín. El mundo otra vez en alerta, la humanidad amenazada y no es una exageración, todos sabemos que ahora viene la revancha de la mano del fanatismo que extiende sus redes por todo los países y que está dispuesto a activarlas para vengarse y matar a inocentes, siempre mata a inocentes indefensos por aquello que el fanatismo ciega pero no da valor. Otra vez la guerra, muy mala noticia.

V. CORDERO