Bajo la quietud de las tumbas

Trayectos póstumos

Por Omar López Mato
Olmo Ediciones. 446 páginas

Las curiosidades y anécdotas de la historia nutren desde hace años un número siempre creciente de libros. De ese recurso saca provecho Omar López Mato, oftalmólogo, escritor e investigador de la historia y del arte, quien ha encontrado un tono personal y atractivo para narrar, mezcla enciclopedismo, irreverencia y humor, que puede apreciarse en sus columnas para este diario y en los numerosos volúmenes que lleva publicados.

López Mato (Buenos Aires, 1956), autor entre otros títulos de la serie Detrás de las pinturas, donde se valió de obras de arte clásicas para evocar los avances de la medicina, se dedica en Trayectos póstumos a investigar las peripecias y azarosas aventuras, a veces tragicómicas, que han sufrido los restos de figuras famosas después de su inhumación.

Así, por ejemplo, recuerda los poderes curativos que se atribuyeron a las momias, la guerra que se libró por el cadáver de Alejandro Magno, o el conocido juicio a un papa muerto.

El recorrido va desde las catacumbas de París hasta la cripta donde fue enterrado Lincoln en Estados Unidos o al monasterio cercano a Burgos donde yace el Cid Campeador.
En el camino, aparecen los robos de huesos (como sucedió con Dante o Cristóbal Colón), o de sus cabezas (infortunio que une a Mozart, Haydn y Pancho Villa), cuando no las cenizas olvidadas, como sucedió con el sindicalista Joe Hill o con la hija de Karl Marx.

Treinta y tres historias que sorprenden o entretienen, agrupadas en cinco secciones, una de ellas dedicada a muertos argentinos, porque no podían faltar Evita y el Che. Historias de ridículas peregrinaciones, bandidos desmembrados o ataúdes inquietos que prueban que la realidad, como siempre se supo, supera con creces a la ficción.

Juan B. Aspiazu