Los peligros del 'chupete digital'

Cuando éramos niños debíamos negociar con nuestros padres la cantidad de horas que nos permitían estar frente a un televisor. Cometer tal o cual desmán equivalía a prolongadas temporadas lejos del Llanero Solitario o del Capitán Piluso y, a su vez, el castigo aliviaba la culpa de nuestros progenitores, quienes creían que la adicción al "aparato bobo" terminaría convirtiéndonos en monstruos.­

Para los padres y abuelos de hoy las cosas son aún más complicadas porque no sólo deben negociar con los menores el tiempo que pueden pasar mirando tele, sino también frente al celular, la tablet y la PC. Sin embargo, pese a la brecha tecnológica y generacional, la razón sigue siendo la misma: ganar unos momentos de paz con el "chupete digital", aunque afrontando el mismo miedo de antes: ¿estaremos fabricando monstruos?­

Un estudio realizado en 2015 por Ruth Milanaik, pediatra científica estadounidense, reveló que el 58% de los menores de dos años había utilizado un dispositivo móvil. Por su parte, Aric Sigman, licenciado en Ciencias de la Psicología y Neurofisiología del Comportamiento, publicó en 2012 un trabajo que estimaba que los pequeños pasarían 360 días pegados a las pantallas antes de cumplir los siete años.­

En este contexto, ¿el temor de los adultos es injustificado? La respuesta es no. Recientemente, la Academia Americana de Pediatría recomendó que ningún menor de 18 meses use dispositivos electrónicos. Dimitri A. Christakis, pediatra, epidemiólogo y miembro de la Academia Americana de Pediatría, reveló que la exposición a pantallas a tan corta edad genera un impacto negativo en el desempeño académico y social, porque reduce la capacidad de atención.­

En segundo lugar, investigadores de la Universidad de Wisconsin demostraron que estos chicos presentan dificultades para conciliar el sueño y tienen fases REM (sueño profundo) de menor duración.­

Otro tema no menor en la precoz exposición a las pantallas es la alta incidencia de miopía (defecto refractivo que dificulta la visión de lejos). En países del extremo oriente donde la incidencia de miopía rondaba el 40%, subió al 80% en menos de 20 años. Esta patología se produce por un aumento del reflejo de acomodación/convergencia y su acción sobre el músculo ciliar, fenómeno que facilita el aumento del largo del globo ocular y, por lo tanto, de la miopía.­

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Por otro lado, como ciertos mecanismos cerebrales de autocontrol en los niños aún no están maduros, son más vulnerables al desarrollo de adicciones. En la Universidad de Córdoba se detectó que uno de cada cuatro usuarios de tecnología realizan un uso abusivo: estamos criando individuos acostumbrados a la gratificación inmediata de sus deseos con sólo apretar un botón.­

Las autoras Loh y Kanai también sostienen que a las personas dependientes de Internet les cuesta inhibir la conducta y muestran alteraciones sobre la información y procesamiento de la recompensa.­

Pero tranquilos madres y padres del mundo: no todas son contras. En la Universidad de Wisconsin demostraron que los niños mayores de dos años con exposición a programas apropiados a su edad tienen ventajas cognitivas sobre los que no han tenido esa oportunidad. Por eso es muy importante hacer que los chicos interactúen con juegos que los ayuden a desarrollar habilidades mediante la toma de decisiones, el análisis, la observación y la resolución de propuestas en un mundo donde la cibernética será una parte esencial en su vida laboral y social.­

Por esta razón, hay que lograr que los chicos no pasen tantas horas frente a diversas pantallas, que los dispositivos estén en espacios comunes del hogar para poder supervisar lo que están viendo, y acordar los tiempos de exposición.­

Los especialistas recomiendan pactar un espacio libre de celulares, norma que deberá ser respetada por hijos y padres para que los niños aprendan a valorar el contacto entre las personas.­

Finalmente, alternar el uso de pantallas con ejercicios, juegos y deportes al aire libre sirve para combatir la obesidad y el sedentarismo, que van de la mano con la evolución de la miopía. Sobre este punto, la Academia Americana de Oftalmología brinda una serie de consejos para cuidar los ojos que todos podemos implementar:­

* Descansar la vista cada 20 minutos. Para eso basta con mirar a un objeto lejano y parpadear varias veces durante 20 segundos. ­

* Como la córnea no tiene vasos sanguíneos, necesita de la dispersión de las lágrimas como fuente de nutrición para combatir el cansancio visual. Por eso hay que evitar el exceso de aire acondicionado y estufas.­

* Con respecto al uso de dispositivos electrónicos por parte de los chicos, la Academia Americana de Pediatría recomienda:­

- Marcarles el descanso ocular y poner límites a su actividad frente a las pantallas.­

- Evitar que usen dispositivos lumínicos antes de dormirse.­

- Realizarles revisiones oftalmológicas periódicas para la detección precoz de la ambliopía (ojo perezoso) y miopía, a fin de poder suministrarles un tratamiento con atropina lo antes posible, ya que está demostrado que la instilación de este fármaco diluido al 1/1.000 frena el alargamiento del largo del ojo (miopía).­

Regular la relación con los dispositivos electrónicos agrega estrés al vínculo entre padres e hijos, pero es un deber velar por el bienestar integral de los más pequeños en un mundo cambiante que trae aparejado beneficios y perjuicios. Estar atentos y saber modificar aquellos hábitos nocivos, los ayudará a tener una mejor salud visual, haciéndoles comprender a nuestros hijos que hay vida más allá de una pantalla.­

Omar López Mato