El genio creativo de Tolkien

Oxford se prepara para celebrar al más destacado autor fantástico de los tiempos modernos. Las diferentes facetas de este filólogo, inventor de lenguajes, artista y académico serán exploradas en una exposición sin precedentes y en un nuevo libro con materiales inéditos. La responsable, Catherine McIlwaine, adelanta su contenido.

J.R.R. Tolkien, el célebre creador de la saga de El señor de los anillos, fue un escritor fuera de serie dentro del género fantástico, quizás el más destacado de los tiempos modernos, un rasgo que celebrará una gran exposición dedicada al autor que se inaugurará el 1 de junio próximo en Oxford y se extenderá hasta el 28 de octubre.

Titulada Tolkien: creador de la Tierra Media, la muestra en la Biblioteca Bodleiana de la Universidad de Oxford, una de las más antiguas de Europa, subrayará los muchos aspectos de la vida de este escritor británico que confluyeron en un conjunto único de talentos, verdadero motor que puso "su extraordinaria imaginación en camino hacia la creación de la Tierra Media".

Así lo adelantó la archivista de la colección Tolkien de la Biblioteca Bodleiana, Catherine McIlwaine, en un diálogo por correo electrónico con La Prensa, mientras daba los últimos retoques a un libro que acompañará la exhibición. Un libro que incluirá la mayor colección de material sobre el escritor reunida en un sólo volumen, con ilustraciones, manuscritos, cartas y otros documentos nunca vistos por el público.

"La fama de Tolkien descansa hoy en día en su creación de la Tierra Media y en su novela fantástica El señor de los anillos, un éxito superventas. Sin embargo el hombre y su obra ofrecen numerosas facetas" para estudiar, asegura McIlwaine.

"Fue un profesor de inglés antiguo y medio respetado internacionalmente. Un filólogo -profesional pero también por naturaleza-, que no sólo estudió lenguas sino que creó la suya propia", recuerda.
Fue, además, "un escritor visionario que llenó su mundo secundario con lenguajes y alfabetos, pueblos y criaturas, mitos y leyendas", y también "un artista talentoso y diseñador que ilustró sus propios trabajos", advierte.

La enumeración que brinda la experta no olvida mencionar que Tolkien fue "miembro de una camarilla literaria conocida como los Inklings, un grupo que incluyó a C.S.Lewis, Owen Barfield y Charles Williams", y que a su juicio "lo estimuló aunque no pueda decirse que influenció sus escritos". Y tampoco soslaya que fue "un esposo devoto de Edith durante los 55 años que duró su matrimonio y un amoroso padre para sus cuatro hijos".

"Tuvo muchas exigencias en su tiempo y muchos roles por desarrollar como académico, maestro, autor, artista, amigo, padre y esposo", dice la también curadora de la muestra. Pero enseguida añade que "estas partes separadas contribuyeron a crear una imaginación única y expresión de pensamiento que resultó en la creación de las leyendas de la Tierra Media".

Tanto la exposición -que reunirá por primera vez desde 1950 un conjunto sin precedentes de materiales provenientes del Reino Unido y Estados Unidos- como el libro ilustrado de McIlwaine, que saldrá a la venta el mismo 1° de junio, explorarán el genio creativo de Tolkien.

El enfoque, según la responsable del libro, fue elegido porque consideraron "importante enfatizar el enorme aliento de la creatividad de Tolkien".

"El señor de los anillos es un trabajo de gran imaginación", argumenta. "Está abarrotado de lenguajes, escenarios, criaturas y razas inventados, dispuestos en un enorme contexto histórico".

El objetivo era "mostrar que el libro fue el producto de décadas de trabajo sobre la historia, las lenguas y leyendas de la Tierra Media. El trabajo de Tolkien en El Silmarillion fue inédito hasta su muerte pero formó la base tanto de El Hobbit como de El señor de los anillos".

"Algo de su trabajo sobre las leyendas, que forman el contexto del libro, puede ser entrevisto en los apéndices de El señor de los anillos, donde abarca miles de años de historia en resumidas líneas de tiempo", apunta McIlwaine.

"Los manuscritos y dibujos revelarán el enorme desafío creativo que yace debajo de las historias y la atención que prestaba al detalle, lo que condujo a Tolkien a calcular exactamente qué tan largo podía ser un tranco de hobbit y qué tan lejos podía caminar en un día. Este nivel de detalle creó un mundo secundario enteramente verosímil en el cual los lectores pueden sumergirse".

INSPIRACION

Sobre las fuentes de inspiración del autor, McIlwaine recuerda que "Tolkien, como todos los escritores, fue influenciado por sus propias experiencias pero su mayores impulsos creativos fueron lingüísticos".

"Primero creó las lenguas -aclara- y a partir de ello brotaron los pueblos, lugares, historias y leyendas que poblaron la Tierra Media". En materia de influencias, la especialista menciona lenguas reales, como "el latín, el anglosajón (inglés antiguo), el gótico, el finés, escocés y el español".

"Tolkien fue el profesor de anglosajón de Rawlinson y Bosworth en la Universidad de Oxford por veinte años. Durante ese tiempo aprendió filología alemana, gótica, nórdico antiguo e inglés antiguo, y literatura, lo que incluyó el poema épico Beowulf", argumenta la curadora de la muestra.

"Claramente, algunos de los textos que estudió en su vida profesional directamente influenciaron sus propios trabajos literarios", continúa. "Por ejemplo, el robo de una tasa que perpetra un hobbit de las provisiones de Smaug, y que despierta la furia del dragón, es un claro eco del robo de un cáliz con incrustaciones de piedras preciosas de las provisiones del dragón en Beowulf, que de modo similar enfureció al guardián y condujo finalmente a la muerte de Beowulf".

"La lengua finesa y las leyendas contenidas en el finés Kalevala fueron otras claras fuentes de inspiración", apunta. "Leyó el Kalevala en la escuela y comenzó a aprender finés en la universidad para poder leer las leyendas en la lengua original", añade.

"El finés influyó con fuerza su lenguaje élfico, el Quenya", enfatiza. "Y la trágica leyenda de Kullervo extraída del Kalevala le permitió escribir su propia versión, que se convirtió en la historia de Turin, relacionada con El Silmarillion", explica.

Pero enseguida, McIlwaine aclara que, "aunque fascinante y a veces iluminadora, la búsqueda de fuentes en las ficciones de Tolkien sólo puede llegar hasta cierto punto". "En definitiva -dice- su obra fue su propia creación y fue en verdad el trabajo de su vida, que comenzó en 1910 cuando todavía estaba en la escuela y continuó hasta su muerte, a los 81 años, en 1973".

Con todo, McIlwaine reconoce que un gran impacto sobre la vida de Tolkien tuvo la Primera Guerra Mundial. "La guerra estalló cuando él empezaba su último año en la universidad y lo obligó a pasar el año entrenándose en el Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales mientras estudiaba para sus exámenes finales", explica.

"Se enroló a tiempo completo -precisa la archivista- tan pronto como se graduó en junio de 1915 y combatió en el Somme, en el norte de Francia, en 1916. Muchos de sus amigos murieron en la guerra y una emotiva carta de uno de sus más cercanos amigos, Geoffrey Smith, será exhibida en la exposición y en el catálogo".

"Esa carta fue escrita antes de que Smith emprendiera un raid nocturno por tierra de nadie en Francia, una misión de alto riesgo. En la carta, él urge a Tolkien a usar sus talentos al máximo, "para que puedas decir lo que yo he tratado de decir, mucho después de que yo no esté allí". Smith, un poeta amateur, murió como resultado de la guerra ese mismo año y pasó el testigo a Tolkien".

GRAVITACION

McIlwaine, en definitiva, sostiene que Tolkien no fue realmente influenciado por sus contemporáneos. "Siguió su propio derrotero creativo, indiferente a los eventos o tendencias del siglo XXI", opina.

"Su propósito al escribir El señor de los anillos fue escribir una historia realmente interesante que mantuviera la atención de los lectores de comienzo a fin. De hecho, quiso escribir la clase de libros que le hubiesen gustado leer a él mismo. Al hacerlo, encontró una audiencia enorme que estaba ávida de este tipo de épica fantástica. Creo que su éxito lo sorprendió tanto a él como a su editor", dice.

Por el contrario, Tolkien sí "tuvo una gran influencia en los escritores de género fantástico que le siguieron y muchos han reconocido su deuda con él".

"El libro y la exhibición contendrán cartas escritas por un joven Terry Pratchett elogiando la obra de Tolkien", anticipa McIlwaine. "Pratchett leyó El señor de los anillos en 24 horas cuando tenía 13 años. Fue su introducción al género fantástico y una experiencia que le cambió la vida", arguye.