Aborto: una oportunidad política

El Presidente les dio vía libre a los legisladores de Cambiemos para tratar en ambas Cámaras el proyecto de despenalización del aborto.

Los tiempos políticos que urgen apuran también las decisiones que a veces muestren cambios de rumbos más que notables. En las últimas horas Mauricio Macri decidió darle luz verde a sus legisladores en el Congreso para que traten la despenalización del aborto y les aclaró que a la hora de votar ejercieron la libertad de conciencia para que no se suponga que desde el Ejecutivo bajarían líneas al respecto.

El presidente no ha cambiado de opinión, eso sería irracional pensarlo porque sería una muestra clara de incoherencia en un jefe de estado, pero si leyó con claridad que hay un debate que la sociedad quiere dar y ante un tema tan espinoso como este, prefiere ser quien de la puntada inicial y no que la oposición se adueñe del reclamo. Desde 2003 y encada oportunidad que fue consultado, Macri  se mostró en contra de la interrupción voluntaria del embarazo. La última vez fue en 2016 durante una entrevista en que aseveró que "Defiendo la vida desde la concepción hasta la muerte".

Esa oposición al aborto seguro, legal y gratuito fue debatida en una reunión con los diputados y senadores de Cambiemos en la que Macri cedió el terreno para el debate, seguramente con la esperanza que el mismo no prosperará, en especial en el ámbito más conservador del Senado.

Sin embargo en 2012,  siendo jefe del gobierno porteño, decidió que el suyo sería en primer estado en instalar en los hospitales de la Ciudad el protocolo sancionado por la Corte Suprema que interpretó el artículo 86 del Código Penal sobre el aborto que ahora será no punible en violaciones cometidas sobre cualquier mujer; y además indicó que no es necesario recurrir a la justicia para su realización. Esta decisión le produjo el primer enfrentamiento con el entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, que se mostró disgustado por la actitud de Macri. Esta guerra fría se agravaría tres años después cuando en medio de la campaña presidencial, el asesor de Macri, Jaime Durán Barba, dijo en un reportaje que "Si una señora quiere abortar, que aborte".

En el círculo cercano al Presidente aseguran que haber tomado esta iniciativa es siempre positivo porque si se frena, la responsabilidad sería del Congreso y si sale adelante, Mauricio Macri se transformaría en el presidente que consiguió la despenalización del aborto, lo que le significaría un importante avance en su popularidad.

Un ligero análisis por los distintos bloques parecería una tarea nada fácil conseguir el consenso necesario para conseguir aprobar la ley aunque ya es tiempo de nueva campaña, la oposición necesita asomar su cabeza si logra componer su cuero, y este es un tema muy redituable políticamente. Las marchas peticionando esta legislación por abortista se suceden y hasta algunos referentes políticos ya han comenzado a sumarse al reclamo aunque tímidamente.

Por ahora en nuestro país, el aborto entendido como la terminación voluntaria del embarazo es un delito que se describe en el Código Penal y solo distingue como no punible a aquel que se realice a fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la mujer; o el que interrumpiere un embarazo fruto de una violación o de un atentado contra el pudor cometido sobre una mujer idiota o demente. Este último punto fue modificado por la Corte como se explicó.

El juego empezó y ahora falta ver la reacción de los demás jugadores. Macri apostó fuerte, en las próximas horas oiremos la posición de la Iglesia y la de los líderes políticos ajenos a Cambiemos.

Algunos de izquierda no tendrán más alternativa que saludar la iniciativa presidencial aunque seguramente dirán que se trata de un caso de oportunismo político y tal vez no estén tan lejos de la verdad.