El dilema de la inercia

Martín Rapetti y el envión de los precios.

* Quisiera en este hilo explicar porqué para algunos de nosotros la inercia inflacionaria es un concepto más familiar. Viene de una tradición de economistas latinoamericanos que estudiaron los procesos inflacionarios de los "80 considerando que la inercia tenía un rol central.

* Sería errado pensar, sin embargo, que inercia inflacionaria es un concepto parroquiano; ha estado presente también en el trabajo de economistas de universidades norteamericanas y europeas. Los casos de Guillermo Calvo y Robert Gordon son ejemplares.

* Inercia puede definirse como el caso en que la inflación pasada afecta fuertemente las decisiones de precios (incluyendo salarios, alquileres y otros contratos) aun cuando haya un cambio régimen monetario.

* Encuentro tres fuentes de inercia bajo la definición anterior. La primera es que se hayan constituido formal o informalmente contratos indexados. Cuando hay cambio de régimen monetario, si no se elimina la indexación, hay inercia.

* Un elemento clave del plan de Convertibilidad -poco reconocido- fue eliminar la posibilidad de realizar contratos indexados. Este fue uno de los pocos elementos de la Convertibilidad que se mantuvo con el cambio de régimen de 2002.

* En el proceso inflacionario actual, hay inercia de este tipo. Por ejemplo, en buena parte del gasto público indexado a la inflación pasada (jubilaciones) y también en contratos de alquileres.

* La inercia puede también surgir de comportamientos no-racionales. Para los economistas más inclinados a pensar que las personas operamos sin expectativas racionales, con información limitada y miopía, es más natural aceptar esta fuente de inercia.

* Un ejemplo claro es la negociación salarial. ¿Qué salario real mira el trabajador cuando renegocia su salario? ¿El pico (el salario nominal dividido el nivel de precios de 12 meses atrás) o el promedio (el mismo W dividido el nivel de precios promedio de los últimos 12 meses)?

* Aunque el ""verdadero"" salario real sea el promedio, la experiencia sugiere que se tiende a mirar más al pico. Recuperar el pico salarial implica reajustar el salario nominal por la inflación interanual de los últimos 12 meses; vale decir, la inflación pasada = inercia.

* Más generalmente, cuando la gente no tiene expectativas racionales y le cuesta forjar una idea sobre cómo será el futuro, el pasado puede ser una fuente útil para proyectar el futuro aún ante un cambio de régimen. La inclinación a regirnos por el pasado es todavía mayor cuanto menor es la credibilidad en la voluntad y efectividad de la nueva política monetaria.

* Por último, puede haber inercia aún bajo comportamientos ""racionales"". Ante un cambio de régimen, quienes tienen que negociar nuevos precios no lo hacen de acuerdo a la nueva meta porque el resto de los precios todavía está fijado de acuerdo el régimen anterior. Fijar precios de acuerdo al sistema de precios consistente con la nueva meta cuando el sistema de precios aún permanece con la estructura anterior puede ser subóptimo.

* Con lógica similar, pueden darse razones de economía política. En un proceso de inflación crónica, los precios relativos están en desequilibrio en cada momento del tiempo pero en equilibrio en promedio durante el período contractual. Igual ocurre con la distribución del ingreso.

* Un cambio de régimen que implique una desaceleración gradual puede implicar que la estructura de precios relativos y de distribución del ingreso estén en desequilibrio durante la transición.

* En este contexto, puede haber actores interesados en fijar precios más acorde con el régimen anterior y que el resto de los actores lo haga de acuerdo al nuevo régimen. Eso les permitiría mejorar relativamente sus ingresos y daría lugar a inercia.

* Este tipo de puja distributiva en procesos desinflacionarios puede darse (y se ha dado) entre empresas y sindicatos, y entre firmas transables y no-transables.

* En conclusión, contamos con evidencia histórica y argumentos razonables para pensar que la inercia puede dificultar un plan desinflación. Esto, sumado a las correcciones del tipo de cambio y de los precios regulados atrasados nos hacía pensar en 2015 que la desinflación sería lenta.