Demonización de una familia noble

Los Borgia

Por Jean-Yves Boriaud
El Ateneo. 413 páginas

Para muchos, la presencia de la familia de noble estirpe de los Borgia en la Iglesia Católica representa uno de los momentos más bajos, crueles y corruptos de su historia. Sin embargo, la historia siempre tiene dos caras o, por lo menos, una más equilibrada y cercana a la realidad objetiva. A esta visión es a la que intenta apuntar Jean-Yves Boriaud (1950), doctor en letras e historiador francés. En su investigación busca separar, tarea no demasiado sencilla, lo verídico de lo falso.

La familia real de Valencia brindó a la Iglesia Católica dos Papas (Calixto III -entre 1455 y 1458- y Alejandro VI -entre 1492 y 1503), un cardenal, una religiosa franciscana, sacerdotes y hasta un santo jesuíta. Según el autor, por la demonizacióm constante que han tenido los Borgia a lo largo de los siglos, por momentos "resulta inútil tratar de restituirles su honor perdido". Pese a todo, ese manto negro que cubre sus intenciones de investigación comienza a dejar entrar algo de luz cuando establece y desarrolla el contexto histórico en el cual se desarrollaron los hechos.

En primer lugar, una Iglesia en los umbrales de la Reforma con divisiones en su interior y una confusión entre los límites del poder político y el espiritual. Y, en segundo lugar, una Iglesia que debió enfrentar un período de guerras y un constante enfrentamiento en Roma y en los límites del Vaticano. Con Pontífices más mundanos que religiosos o piadosos, con proyectos políticos que tenían que defender con un nepotismo presente como uno de los métodos válidos.

En este contexto, quizás, no se justifican los excesos y los crímenes de los Borgia, pero sí se comprenden los acontecimientos de los cuales fueron protagonistas y las diferentes campañas de desprestigio que los tuvieron como blanco.