Una pesadilla que se vuelve muy real

"El sereno" (Uruguay-Argentina, 2017). Dirección: Oscar Estévez, Joaquín Mauad. Guión: O. Estévez, Federico Roca. Fotografía: Diego Pavese. Música: Hernán González. Actores: Gastón Pauls, César Troncoso, Alvaro Armand Ugon, Valentina Barrios y otros. Duración: 90 minutos. Calificación: apta para mayores de 13 años con reservas.

Fernando empieza a trabajar de sereno en un depósito enorme y por lo que el encargado le muestra, laberíntico, hasta con un sector que mejor no visitar y distintos tableros de luz que rigen la iluminación. Abundante café y sus recuerdos, más alguna llamada por el celular, van haciendo que Fernando quede en ese empleo en el que a veces oye voces, algún vecino quizás, o golpes. La cosa se repite, las luces a veces se apagan y Fernando tiene que arreglar uno de los tableros que falla o recorrer el lugar.
En un momento comienza a ver seres que conoce y que siempre le hablan de su pasado, de las mismas cosas que él quiere olvidar: la bebida, un hijo que no nació, las quejas por su egoísmo. Las noches en el depósito se convierten en una pesadilla.

Mezcla de realidad y ficción, de sueños y pesadillas, de imaginación y cotidianeidad, "El sereno" es una película que mezcla elementos del cine de horror y del cine fantástico, pasando por el psicológico. Bien narrada y especialmente lograda la recreación de una atmósfera francamente pesadillesca, la película de Oscar Estévez y Joaquín Mauad, uruguayos, incursiona en lo onírico y lo psicológico con verosimilitud y tensión.

Un verdadero hallazgo es la locación gigantesca y poco amigable, que parece ella misma generar fantasmas, así como la elección de Gastón Pauls, excelentes como protagonistas de este ingreso al infierno. Un buen elenco los acompaña, en su mayoría actores uruguayos como César Troncoso (el recordado Beto de "El baño del Papa") en el papel del encargado del imponente depósito y Alvaro Armand Ugon ("Paisito").

Calificación: Buena