Crítica: "Las grietas de Jara", thriller veraz

Una telaraña de engaño, corrupción y ambiciones

"Las grietas de Jara" (Argentina, España, 2017) Dirección: Nicolas Gil Lavedra. Guión: N. Gil Lavedra, Emiliano Torres, Claudia Piñeiro. Actores: Oscar Martínez, Joaquín Furriel, Santiago Segura, Soledad Villamil, Laura Novoa y otros. Duración: 94 minutos. Calificación: Para mayores de 13 años.

Un estudio de arquitectura, tres integrantes; los socios, Mario Borla y Marta, y el arquitecto más antiguo, Pablo Simó. Un día cualquiera, una chica joven pregunta por un tal Nelson Jara. Los tres dicen no conocerlo. Sus gestos cuentan lo contrario. A partir de ese momento el espectador va a conocer la verdad. Lo que pasó con Nelson Jara, alguien que descubrió una grieta en su departamento, que sería producto de un mal procedimiento en la construcción de un edificio vecino de la firma Borla y Asociados, y lo que intentó hacer.

"Las grietas de Jara" es un filme basado en la novela del mismo nombre de Claudia Piñeiro, que logró el prestigioso Premio Sor Juana Inés de la Cruz hace siete años, uno de los más importantes acordado a una mujer en el mundo hispano.
Thriller psicológico de alto impacto, el filme que intercala flashbacks para dar cuenta de momentos significativos de la historia de la cuestionada grieta, traspone la novela con respeto y aprovechando la construcción cinematográfica que caracteriza las obras de Piñeiro, creadora de "Betibú", "Las Viudas de los Jueves" o "Tuya", que también fueron llevadas al cine.
El filme va descubriendo un entramado oscuro de corrupción donde los principios morales caen e invaden lo público y lo privado. Y el tema de las relaciones humanas amplía los circuitos donde sentimientos como la ambición, la cotidianeidad, los resentimientos de vieja data se convierten en obsesiones.

LOS PECES GORDOS
Filme de víctimas y victimarios donde, como dice el misterioso Jara, los peces gordos se comen a los chicos que nunca pueden llegar a ser peces gordos, "Las grietas de Jara" va convirtiéndose en una espiral de horror donde el tema de la obsesión tiñe una peligrosa telaraña de la que ninguno podrá escapar.
Bien contada, quizás con cierto cambio de tiempos en el final que empasta un tanto las ultimas secuencias. Oscar Martínez hace un excelente acercamiento a la resbaladiza y temible personalidad de Jara, mientras que Joaquín Furriel se posesiona de su papel de Pablo en una constante de su ascenso actoral, mientras Soledad Villamil, en personajes opuestos, da versiones exactas de la dual Marta y la rutinaria esposa de Pablo, ella también sugestiva partícipe de un secreto develado. En un breve papel, Santiago Segura es Mario Borla, el dueño del estudio, algo así como un pez gordo de los que hablaba Jara.

Calificación: Muy buena