"La clave del 2018 será el crédito al sector privado"

El año próximo el estado y la empresa competirán por el financiamiento en pesos en el mercado local. La actividad económica crecerá por debajo del 3% y la inflación rondará el 17,5%, pronostica Federico Furiase, director del estudio Eco Go. Prevalecerá el gradualismo fiscal. Se acelerarán las inversiones. La balanza comercial seguirá en rojo.

La hoja de ruta del 2018 parece exenta de sobresaltos. Nada cambiará de manera tajante en lo económico con respecto a este año que ya se va, y los puntos más salientes estarán dados, una vez más, por la alta inflación, el déficit fiscal, el rojo de la balanza comercial, un dólar calmo y la necesidad de acelerar el proceso inversor para que el nivel de actividad se consolide.

"A grandes rasgos, mirando el 2018 pienso que el partido se definirá en el terreno de cuánto se puede expandir el crédito en pesos para el sector privado. Según las cifras que elaboramos, el crecimiento estaría algo por debajo del 3% que se registrará este año. El 2018 será finalmente el año en que comenzará a ejecutarse el ajuste fiscal", destaca Federico Furiase, director del estudio Eco Go.

Y agrega: "El sector público intentará ajustar un punto el gasto para llegar a la meta de déficit fiscal de 3,2%, y lo hará a través de la suba de las tarifas, entre otras variables. Claro que este fenómeno le quitará dinamismo al poder adquisitivo, con lo cual frenará el consumo y el crecimiento. El otro eje es el de la reforma previsional, que en términos reales también le quitará poder de compra a los jubilados".

-¿Qué sectores impulsarán el crecimiento?

-En mi lista hay tres sectores que motorizarán el crecimiento de la economía el año próximo. Uno es la construcción. Habrá obra pública financiada con proyectos privados a través de la implementación de la famosa PPP (Participación Público Privada), y también obra pública a partir del crédito hipotecario. Eso le dará dinamismo a la economía. El otro sector pujante será el energético, fundamentalmente electricidad y gas, que se verán beneficiados por la suba de tarifas. Estos subsectores recibirán una mayor rentabilidad y precios. Y, por último, el automotriz. La recuperación de Brasil puede hacer crecer la demanda de autos.

-¿El Gobierno logrará cumplir la meta de déficit fiscal?

-Es posible llegar al 3,2% que plantea el Gobierno para el año que viene en materia de déficit. Eso lo lograrán a partir de la suba de las tarifas, es decir que habrá menos subsidios, y mediante las reformas, primordialmente la previsional. Claro que esto le quitará dinamismo al ingreso disponible para realizar otros gastos en materia de consumo. Además, el Banco Central no tendrá espacio para bajar la tasa, porque su meta también es bastante ambiciosa.

INFLACION

-¿La inflación continuará su tendencia descendente? ¿Cuánto proyecta que será el índice para el año próximo?

-El nivel de la inflación dependerá de dónde se ubican las paritarias, que estimamos se negociarán en el 18%, y del impacto de la suba de las tarifas de los servicios públicos. Nosotros proyectamos que la inflación estará en torno al 17,5%, con tendencia a la baja, y que el dólar cotizará a 20 pesos.

-Es decir que el año próximo tampoco se alcanzará la meta de inflación.

-El 12% de inflación para 2018 que se propone el Banco Central no se alcanzará, mucho menos en este proceso de suba de tarifas. Es muy difícil lograr así el objetivo. Las tarifas le darán 3,4 puntos a la inflación.

-¿Son muy ambiciosas las metas pautadas por el Banco Central?

-Las metas juegan el rol de coordinar, de ser un centro de gravedad. Es un marco de referencia en un contexto de alta inflación. Estos objetivos hacen más confiable al Banco Central, y si ahora la corrieran, atentarían contra esta confiabilidad. Claro que si incumple la meta todos los años, se pierde la referencia.

El BCRA está en una posición complicada, entre estas dos cuestiones. Todavía tiene margen para no subir la meta inflacionaria y al mismo tiempo explicar porqué se tarda más en bajar la inflación. Es difícil.

Por otra parte, no debería sobrerreaccionar para forzar una brusca baja de la inflación.

-¿Ha ocurrido eso cada vez que el Central vislumbra que despunta nuevamente la inflación?

-Cuando suben las expectativas, el Banco Central tiene que mostrarse firme, mostrar que tiene compromiso y por eso sube la tasa. Pero eso es algo que no puede hacer indefinidamente.

-¿El gradualismo está garantizado para el año próximo?

-El gradualismo fiscal seguirá porque este gobierno no tiene margen para corregir con una terapia de shock. Lo novedoso en 2018 es que habrá una caída del déficit fiscal primario. Empezará el ajuste de las cuentas públicas de manera gradual. Buena parte de eso se financiará con deuda. El nivel de endeudamiento todavía es bajo, pero resulta clave coordinar las políticas del Banco Central con la política fiscal que impulsa Hacienda.

-La contracara es el crecimiento del déficit financiero.

-Y, la carga de la deuda se va engrosando poco a poco. Eso se debe a que cambió el mecanismo de financiamiento del Estado. Antes se financiaba con inflación, ahora se le pone un límite al Banco Central y el resto se financia con deuda internacional en dólares. El año que viene Caputo (Luis, ministro de Finanzas) tratará de obtener crédito en el mercado local en pesos. Financiarse en pesos está bueno porque se evita la exposición a una suba brusca del dólar. El riesgo es menor. El problema es que el tamaño del déficit fiscal es muy grande en relación al escaso tamaño del sistema financiero local. El déficit es la cuarta parte de todo el sistema financiero. La parte negativa de esto es que va a desplazar liquidez, es decir que habrá menos crédito para el sector productivo.

-¿También se buscará abrevar en la plaza brasileña? ¿Habrá emisión de deuda en reales?

-Sí, eso va a estar y es parte de la diversificación. La ficha estará puesta en mantener el financiamiento en dólares, pero tratar de sumar en pesos en el mercado local. De hecho, el Gobierno ya está emitiendo letes en pesos. Esto, de alguna forma, competirá con las Lebacs del Banco Central. La clave del 2018 será el crédito. Por eso los bancos están colocando deuda en el mercado de capitales para tener la suficiente liquidez y abastecer esa demanda por parte del sector productivo también.

INVERSION

-¿Crecerá la inversión?

-La inversión será la variable que se moverá más rápido que el crecimiento. Todo lo que es obra pública y energía recibirá inversiones. Claro que se trata de una variable que también tira de las importaciones. Con este tipo de cambio, el crecimiento con inversión termina por acelerar las importaciones. El problema es que las exportaciones están estancadas y de esta manera se engrosará el déficit de la balanza comercial. A eso hay que agregarle el déficit de turismo a raíz del atraso cambiario. Ahí está el Talón de Aquiles del gradualismo.

-¿Ascender a mercado Emergente puede acelerar el proceso inversor?

-El mercado ya descuenta que eso va a ocurrir. Por eso es que tenemos las inversiones que se han dado este año. La sorpresa sería que finalmente no pasemos a ser mercado Emergente.

-¿Recuperarán terreno las exportaciones luego de un 2017 tan negativo?

-Por el lado de Brasil, sí. Por el lado de las economías regionales, en cambio, lo veo complicado. No hay espacio para modificar el tipo de cambio. La tasa de interés atrasa y devaluar no es la solución porque va directo a precios. Las soluciones para las economías regionales son de largo plazo y pasan por bajar los costos en el transporte y mejorar la logística. Veo una mejora por el lado del agro. Pero la realidad es que las exportaciones van a ir viajando muy por detrás de las importaciones el año próximo.