DE QUÉ SE HABLA HOY

Hay que defender la democracia y el voto ciudadano

Lo de ayer es de vergüenza. Se mire por donde se mire un grupo de legisladores buscó romper el normal funcionamiento de la democracia y lo consiguió. Yo no voy a andar en este espacio con excusas para quedar políticamente correcto. No voté jamás a los Kirchner y no votaré jamás a Macri, eso para empezar. Quedó claro que la señora ex presidente instruyó a su tropa que había que romper la sesión de la Cámara de Diputados e impedir el tratamiento de la ley de reforma previsional a cualquier precio y sus pocos soldados siguieron al pie de la letra la consigna. Dio repugnancia ver a un diputado como Leopoldo Moreau-junto a otros legisladores K-, ejemplo de flojedad en sus convicciones y dispuesto a aceptar los treinta denarios sin ponerse colorado, amenazar al presidente de la Cámara, Emilio Monz, quitarle el micrófono y agredirlo. El radical cumplió con su deber y seguro espera el "muy bien, felicitado" de su jefa. Vi a otros indignados por lo que se pretende hacer con los jubilados, como Axel Kicillof que de pronto se olvidó que en 2014 la inflación fue del 38 por ciento y el aumento de las jubilaciones alcanzó por poco el 28. También se olvidó que su partido se negó a votar el 82 por ciento para los haberes jubilatorios y que impuso la actualización de los mismos obligado por un fallo de la Corte. El kirchnerismo convocó a los grupos de izquierda para hacer arder la calle y la calle ardió. Lo curioso es que algunos legisladores decían (sic) "Ahí afuera está la Gendarmería metiéndole balas y gases a los abuelos que vinieron a ver qué pasaba con sus jubilaciones", "Les pegan a ciudadanos pacíficos que se vinieron a manifestar". Afuera los "abuelos" y los "ciudadanos pacíficos" mentados, tenían capuchas, palos, bombas molotov y la orden de enfrentarse sí o sí con las fuerzas de seguridad. Todo montado para generar el clima que querían y lo lograron. Esto quiere decir que una vez más, la violencia es usada como alternativa política para hacer retroceder a un gobierno. Ahora seguirá este esquema hasta fin de año. No se sentarán a discutir ningún proyecto de ley porque no quieren, porque tienen la orden de desestabilizar. Por eso querido lector, ahora más que nunca hay que defender el sistema democrático más allá de quien sea gobierno, no dejemos que un grupo pueda con la mayoría de los argentinos que ya se expresaron en las urnas y esa voluntad debe respetarse. Que no se repita el triste espectáculo de ayer dentro y fuera del Congreso. El Gobierno debe rever sus urgencias y la oposición serenar sus ánimos cargados de intereses políticos en algunos casos demasiado mezquinos.

V. CORDERO