Hepatitis C: preocupantes niveles de desconocimiento en el país

En nuestro país, 8 de cada 10 mayores de 16 años saben poco o nada sobre la hepatitis C, a pesar de que el 61 por ciento reconoce que la enfermedad es un problema. Mientras que 7 de cada 10 nunca se realizaron el test, ni se consideran en riesgo de haber contraído el virus. Así lo revelaron los resultados de un relevamiento a 1.004 argentinos llevado adelante para la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado (AAEEH).­

Según explicó el doctor Ezequiel Ridruejo, médico hepatólogo, presidente de la AAEEH, decidieron llevar adelante una encuesta de estas características porque era importante empezar a conocer qué sabe y qué piensa la gente sobre esta enfermedad en nuestro país: "Los hepatólogos estamos convencidos de la gravedad de las hepatitis virales y de la necesidad de trabajar para erradicarlas, pero estamos empezando a ver que todavía tenemos mucho por construir con la comunidad".­

Tal como arrojó la encuesta, 7 de cada 10 participantes no consideran haber estado en riesgo de contraer el virus, cuando lo cierto es que todos podemos haberlo estado sin saberlo. ­

Antes de que se identificara el virus de la hepatitis C, no se lo buscaba cuando se analizaba la sangre donada, ni tampoco existía tanta conciencia a la hora de esterilizar instrumental médico y odontólogo. Cualquiera que haya realizado una cirugía menor o un tratamiento de conducto, estuvo en riesgo.­

En tanto, 4 de cada 10 participantes desconocían las principales vías de transmisión del virus: el contacto con sangre infectada.­

Otras vías son: compartir jeringas, afeitadoras, cepillos de dientes o la mala esterilización de instrumental para la realización de tatuajes, piercings y tratamientos de belleza, manicura y pedicura. Las relaciones sexuales sin protección también revisten riesgo, al igual que la transmisión madre-hijo durante el embarazo.­

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CONFUSIÓN­

En el relevamiento, llamaron la atención algunas vías que las personas consideraban de contagio cuando no lo son. La hepatitis C no se trasmite por el contacto físico con alguien que porta el virus, aunque un 34% creía que sí. Tampoco por un beso o contacto con saliva, contrario a lo que consideraba un 31%; no se transmite por alimentos y bebidas, aunque un 30% así lo creía; y no lo transmiten el agua ni el aire, aunque así lo manifestaban un 28 y un 11 por ciento de los encuestados, respectivamente.­

"Es importante que como sociedad tengamos bien presentes las vías de contagio, para poder prevenir la transmisión, y es igual de necesario identificar cuáles no son vías de contagio, para no estigmatizar ni discriminar a ninguna persona que porte el virus", agregó Ridruejo. ­

Por su parte, la doctora María Virginia Reggiardo, médica hepatóloga y gastroenteróloga, tesorera de la Comisión Directiva de la AAEEH, advirtió que ésta es una enfermedad que prácticamente no da síntomas hasta que se encuentra en etapas muy avanzadas, "por lo que puede pasar desapercibida durante décadas si uno no la va a buscar, pero paulatinamente va generando daño hepático con posibles consecuencias muy severas".­

Otro dato relevante del sondeo consistió en el bajo índice de realización del test (menos de 1 de cada 3 encuestados), que consiste en un análisis de sangre sencillo y gratuito. "Quizás lo más preocupante sea que una de las principales razones por las que no se lo habían hecho fue la falta de recomendación por parte del profesional de la salud. Estamos ante una enfermedad epidémica, grave, pero curable. Tenemos que trabajar con los médicos de atención primaria, para que incluyan en los controles de rutina el test de la hepatitis C, y también el de la B, aunque para éste ahora dispongamos de una vacuna en el calendario", reconoció el doctor Claudio Estepo, médico hepatólogo y secretario de la Comisión Directiva de la AAEEH.­

En nuestro país, alrededor del 1 por ciento de la población estaría infectada con el virus, lo que equivale a alrededor de 400 mil personas con hepatitis C, de los cuales se estima que 6 de cada 10 lo ignoran, por lo que es vital lograr que más pacientes reciban el diagnóstico. Hoy esta enfermedad se puede curar en más del 95 por ciento de los casos, en pocas semanas y sin los efectos adversos de las medicaciones del pasado.­