DE QUÉ SE HABLA HOY

Ayer fue el día nacional de la sonrisa

Ayer fue el día de las sonrisas. Los candidatos, fotografiados en el momento de votar, sostienen el sobre en una mano mientras sonríen con aire triunfador. Todos, incluidos lo que sabían que iban a perder. Sonreían hasta los custodios de los funcionarios por temor a ser sorprendido en las imágenes de los medios de comunicación. Tenían sonrisas en sus rostros los movileros de los canales que comenzaron a improvisar monólogos desde muy temprano, sabiendo que no había mucha información para tantos minutos que llenar. Esbozaron sonrisas el presidente Macri, su esposa Juliana, María Eugenia Vidal y su hija y hasta Marcos Peña, poco aficionado a la alegría. Se sonrió Rodríguez Larreta ante el café con medialunas en el Tortoni y la vice Michetti cuando llegó al colegio donde votó. Hasta el poderoso Cristiano Ratazzi sonrió con ganas fiscalizando mesas en González Catán. Si hasta Juan Manuel Urtubey anunció con una sonrisa que Cambiemos le ganaba por más de cinco puntos en Salta, la provincia que gobierna. Muchos supusieron que en realidad la felicidad era por su próxima paternidad y no por la derrota en las urnas. Ayer la sonrisa fue el gesto del día, el mohín más usado por todos, como si con ese gesto se pudieran disimular los enojos, los balances negativos de una campaña extraña y hasta las derrotas no esperadas. Siempre pasa al final de una jornada electoral donde todos los candidatos se muestran como ganadores y aunque hayan sido derrotados, en algo ganaron y eso merece una buena sonrisa ante las cámaras. Ayer todos sonrieron, menos las bocas de urna que no pudieron gesticular por aquello de la veda.

V. CORDERO