Radiografía de la salud mundial

Un nuevo estudio revela cuál es la expectativa de vida actual e identifica las principales causas de muerte y de enfermedad alrededor del planeta. Evidencia de los progresos y retrocesos en materia de bienestar.

Japón es en la actualidad el país donde los habitantes pueden aspirar a vivir más que en cualquier otra parte del mundo. Allí la expectativa de vida para ambos sexos es de 83,9 años, una cifra bastante superior al promedio global de 72,5 años y al de la Argentina de 76,6 años

Los datos se desprenden del nuevo estudio `Global Burden of Disease 2016' (Carga Global de Enfermedad), coordinado por el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Washington, en Estados Unidos.­

El trabajo, cuyos resultados publicó la semana última The Lancet, constituye la única evaluación anual de las tendencias mundiales de salud, con estimaciones sobre más de 330 enfermedades, causas de muerte y de lesiones en 195 países.­

También se evidencia en el estudio que el aumento de la expectativa de vida va acompañado de un incremento de los años vividos con alguna enfermedad, y que la cantidad de años comprometidos por una afección es mayor en los países de bajos ingresos que en los más ricos.­

No obstante, los autores del informe destacaron los casos de Etiopía, las Maldivas, Nepal, Nigeria, Portugal y Perú, donde se observó un aumento de la expectativa de vida mucho mayor que el esperable en base a sus niveles de desarrollo. "Estos países ejemplares pueden aportar información sobre las políticas exitosas que han ayudado a acelerar el progreso en materia de salud", subrayaron.­

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­MENORES DE CINCO­

En concreto, en 2016 nacieron 128,8 millones de bebés y murieron 54,7 millones de personas. Las cifras revelaron que las tasas de mortalidad se redujeron en todos los grupos etarios, aunque los mayores avances se observaron en las tasas de mortalidad de niños menores de cinco años. En este último grupo, la cantidad de muertes disminuyó de 16,4 millones -en 1970- a menos de 5 millones -por primera vez- en 2016.­

Respecto de las causas de enfermedad, muerte y discapacidad, el trabajo revela que las enfermedades no transmisibles fueron responsables del 72,3% de todas las defunciones de 2016 y que la cardiopatía isquémica lideró las causas de muerte prematura en todas las regiones del mundo, excepto en los países de bajos ingresos donde las infecciones respiratorias del tracto inferior fueron el principal motivo de mortalidad.­

Las cardiopatías isquémicas, que se producen cuando el corazón no recibe la sangre necesaria debido al estrechamiento de las arterias, provocaron 9,48 millones de muertes en el mundo en 2016, lo cual representó un incremento del 19% respecto de 2006.­

En tanto, 1,43 millón de muertes se atribuyeron a la diabetes en 2016, una cifra que mostró un aumento del 31% en comparación con 2006.­

En términos globales, las cinco principales causas de años vividos con un discapacidad en 2016 fueron: dolor lumbar, migraña, pérdida auditiva, anemia por deficiencia de hierro y trastorno mayor de depresión.­

Otro dato a destacar fue que el año pasado había más de 1.000 millones de personas viviendo con una enfermedad mental o un trastorno por abuso de sustancias y que los trastornos mayores de depresión se ubicaron entre las diez principales causas de enfermedad en todos los países del mundo, excepto en cuatro.­

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INFECCIONES Y VIOLENCIA­

A nivel general, las muertes por enfermedades infecciosas se redujeron. Sin embargo, esta tendencia tuvo sus excepciones: el dengue experimentó un aumento significativo (del 81% respecto de 2006) al causar 37.800 muertes en 2016; y la tuberculosis resistente a los antibióticos, que el año pasado causó 10.900 muertes (un 67,6% más que diez años atrás).­

Los autores del trabajo ponen de manifiesto que si bien se observó un progreso importante, en 2016 el VIH/Sida mató a 1,03 millones de personas (45,8% menos que en 2006), 719.500 personas murieron a causa de malaria (una reducción del 25,9%), y 1,21 millón murió de tuberculosis (20,9% menos).­

Asimismo, a pesar de que las muertes por suicidios o violencia interpersonal disminuyeron en términos generales, en 2016 hubo un aumento en el número de defunciones causadas por armas de fuego: 67.500 por suicidios y 161.000 por asaltos.­

Desde 2006, también aumentaron de forma notoria las muertes por conflictos y atentados terroristas, alcanzando las 150.500 en 2016, lo que representó un aumento del 143%, atribuible en gran medida a los conflictos en el norte de Africa y Medio Oriente.­

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OTROS FACTORES DE RIESGO­

En términos de factores de riesgo ambientales y de hábitos de vida, el estudio comprobó que el año pasado el tabaquismo se cobró 7,1 millones de vidas, mientras que la alimentación inadecuada estuvo vinculada con casi una de cada cinco muertes en el mundo.­

Las falencias nutricionales más comunes fueron el bajo consumo de cereales integrales, frutas, semillas, frutos secos y aceites de pescados y la ingesta elevada de sal.­

Además, entre los 10 principales factores de riesgo de muerte para mujeres y varones se ubicaron: la hiperglucemia (glucosa elevada en sangre), la hipertensión (presión arterial elevada), el índice de masa corporal alto (IMC), y el colesterol total elevado.­

Debido a la fuerte interrelación de estos factores de riesgo, los autores del estudio apuntan que los verdaderos `conductores' son la alimentación y el índice de masa corporal, exacerbados por los niveles de glucosa en sangre y la  presión arterial elevada.­

En opinión de los firmantes del trabajo, el hecho de que haya escasos registros de seguimiento de la reducción del riesgo global puede en parte ser el reflejo de una baja inversión -en comparación con el presupuesto destinado a la atención curativa de la salud- y a los desafíos que implica el mejorar muchos hábitos nocivos.­

"Nuestros hallazgos indican que las personas están viviendo más y, en la última década, hemos identificado progresos sustanciales en la disminución de las tasas de mortalidad causadas por algunas de las enfermedades y condiciones más perjudiciales, tales como las muertes en menores de cinco años y la malaria", enfatizó el doctor Christopher Murray, director del IHME.­

"No obstante, a pesar de este progreso, estamos enfrentando una tríada de problemas que están impidiendo mejorar a muchas naciones y comunidades: la obesidad, los conflictos bélicos y la enfermedad mental (incluidos los trastornos por abuso de sustancias)", sintetizó.­

Por último, los autores hacen notar que todavía 27 países -en su mayoría de bajos ingresos- no cuentan con datos exhaustivos sobre las causas de muerte, lo cual evidencia la necesidad de mejorar el registro y calidad de datos en muchos países.­

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