Los secretos del girasol

Múltiples ventajas para el productor bonaerense. La oleoginosa se ha transformado en uno de los cultivos de mayor proyección para el agro, a partir de la incorporación tecnológica y la renovación en el manejo de la siembra. En una jornada técnica organizada por Asagir en Tres Arroyos, los especialistas compartieron recomendaciones para la toma de decisiones de cara a la nueva campaña.

La Asociación Argentina de Girasol (Asagir) organizó una jornada técnica en el partido bonaerense de Tres Arroyos. Allí, los especialistas compartieron recomendaciones para la toma de decisiones de cara a la nueva campaña que se inicia en pocos días. Más del 45 por ciento de la superficie y el 47 por ciento de la producción girasolera de la Argentina se ubica en el sur de la provincia de Buenos Aires y sur de La Pampa. El encuentro de actualización técnica fue útil para pre calentar la toma de decisiones ante el inminente nuevo ciclo. Mientras a nivel país ya se implantó casi el 16 por ciento del área que se proyecta para el cultivo -1,8 millones de hectáreas-, en el sur de Buenos Aires los productores se preparan para ajustar el manejo de un miembro de la rotación que les resulta clave.

"El girasol tiene múltiples ventajas en esta zona", afirma Carolina Istilart, técnica de la Chacra Experimental Integrada Barrow, una de las oradoras del encuentro.

"Se cosecha en febrero, antes de que comiencen los excesos de humedad del otoño, es muy competitivo en suelos profundos -incluso con tosca a 30 o 50 centímetros como tienen los campos de la zona- y desempeña un buen comportamiento ante situaciones de menor aporte hídrico", enumeró. 

La técnica destacó que "los productores tienen interés en volver a rotaciones diversificadas, algo clave para el control de malezas".

Según Istilart, para hacer frente a esta problemática, además de rotar cultivos, hace falta diversificar fechas de siembra, cultivares y herbicidas con distintos modos de acción. 

"Para la siembra de girasol hay que hacer un buen barbecho pero también elegir el cultivar más adecuado -y para esto nada mejor que recurrir a los datos de la Red de Ensayos de Cultivares de Girasol que el INTA coordina junto a Asagir, pero también hay que tomar medidas de manejo que le den competitividad al cultivo, como la fertilización", puntualizó. 

Las malezas

La especialista enumeró las malezas resistentes detectadas en la zona: Raigrás italiano, Raigrás perenne, Nabón, Nabo, Nabillo y Avena fatua. En tanto, según estudios realizados en la Chacra Barrow, actualmente las especies de malezas más recurrentes en la zona son Pasto cuaresma, Rama negra, Apio cimarrón, Sonchus, Cardos, Abrojo, Capín y Eleusine.

La experta Istilart insistió en que el problema de malezas se controla con manejo. "Para aumentar el espectro de acción se usan mezclas de herbicidas residuales, pero hay que tener en cuenta los factores que determinan la residualidad", destacó. 

A su turno, Facundo Quiroz, especialista de INTA Balcarce, ofreció un panorama de las enfermedades que afectan al cultivo. El técnico las dividió en tres grupos y especificó que las epidémicas, como Sclerotinia y Roya negra, suelen producir grandes pérdidas pero su aparición es ocasional. 

En tanto, las endémicas, que son las enfermedades foliares, aparecen todos los años y dependen especialmente de las condiciones climáticas. Por último, indicó que las emergentes son las que recién comienzan a aparecer, como Cancro del tallo del girasol por Diaporthe spp.

"Para todas tenemos herramientas de manejo desde el punto de vista genético, es decir que existen materiales con resistencias o tolerancias, y hay productos para la protección química, como curasemillas o fungicidas foliares", expresó el especialista de Balcarce no sin antes destacar que el monitoreo y el diagnóstico oportuno resultan clave en todos los casos.

Sin retenciones

La proyección de 1,8 millones de hectáreas para esta campaña suma un 9 por ciento al área cultivada en el ciclo anterior, que viene a acrecentar el 40 por ciento de crecimiento alcanzado por el girasol luego de la quita de las retenciones. 

"El girasol había llegado a 2,6 millones de hectáreas, cayó después a 1,2 millones y este año está recuperando 600 mil hectáreas. Es un gran avance, aunque falta mucho para seguir creciendo", destacó durante la jornada el asesor económico de Asagir, Jorge Ingaramo.

"Los mercados están dinámicos como siempre. En el mundo hace falta aceite de girasol", remarcó el economista y detalló que en el futuro la demanda se puede presentar al mismo ritmo de crecimiento de los últimos años, un 7,9 por ciento. 

"No se ve ningún problema en el horizonte salvo por cuestiones climáticas que podrían afectar la siembra en el oeste de Buenos Aires y parte de La Pampa. El resto de las zonas presentan condiciones excelentes", señaló Ingaramo, y aclaró que la industria local tiene una capacidad de molienda de 5,5 millones de toneladas y producimos 3,4 millones de toneladas. 

Así alentó a producir más, para incrementar la industrialización y generar mayor inversión en toda la cadena de valor del cultivo. 

Los precios

Por último, el especialista recordó a los productores que el precio del girasol está determinado por el aceite y que para la Argentina el precio de referencia no lo marca Rotterdam (Holanda) sino el Mar Negro (Ucrania y otros países), con quien el país compite en el mercado internacional. 

"Nuestro FOB se arma con lo que vende Rotterdam menos el 8 por ciento que es el precio de Ucrania, menos los descuentos por diferenciales de flete y otros costos que implica estar tan lejos de los principales mercados", detalló Ingaramo. 

Sobre el precio, Agustín Larralde, del ministerio de Agroindustria de la Nación, presentó el SioGranos, una herramienta donde la cadena puede ver los precios que se pagan por el girasol en distintas zonas del país en tiempo real. En dicha web, que es de acceso gratuito, el productor encuentra los precios del girasol para poder tomarlos como referencia a la hora de comercializar su grano.