El final de la inocencia

Los accidentes

Por Camila Fabbri
Emecé. 166 páginas

Esta joven autora, que también ha incursionado en la dramaturgia, presenta en este su primer libro de relatos historias que muestran cómo la inocencia puede perderse por caminos que llevan a lo perturbador, lo surreal, lo trágico.

Sus personajes en la mayoría de los casos son jóvenes que buscan escapar de su destino rutinario de maneras muchas veces violenta. Chicos y chicas que en ciertos relatos disfrutan con el dolor. Juegan con explosivos, se flagelan. Pueden parecer angelicales pero rápidamente caen de una cornisa para tentar al llanto, mostrar un camino que asombra por su incorrección.

En los cuentos de Fabbri surge un pequeño bicho que va tomando vida a los ojos de una pareja que lo adopta en una ruta; un matrimonio que se relaciona de una manera muy particular; niños que en un natatorio provocan a la parca; un hombre y el encuentro con un jugador de fútbol soñado.

Por momentos nada es lo que parece, pero en los desenlaces las historias toman cuerpo y se mimetizan con una realidad urbana actual, donde el dolor se repite una y otra vez por TV.

En cierta manera, la autora refleja en sus cuentos esa interminable cadena de imágenes que nos anestesian ante una tragedia. Todo sube a escena, todo puede convertirse en un montaje, incluido lo más doloroso.
Los personajes cuentan esas historias desprendidos de sentimientos. No hay angustia ni remordimientos. Parece que esa fuera la única manera de sobrevivir a una realidad que ahoga.

De esta manera en Los accidentes, Fabbri apuesta a una nueva narrativa con muy buenos recursos y efectos. Un comienzo promisorio de una autora que explora en profundidad el final de la inocencia.