"Breaking bad" con acento francés

Recursos inhumanos
Por Pierre Lemaitre
Alfaguara. 400 páginas

Fuera de su exitosa serie protagonizada por el comisario Camille Verhoeven, Pierre Lemaitre escribió otras dos novelas iniciales que tuvieron gran reconocimiento. Una de ellas fue Recursos inhumanos (en francés Cadres noirs, 2010), la última en ser traducida al español, donde se aparta un poco del género que lo consagró. No hay aquí un crimen que resolver. Es un intenso thriller con un desempleado como protagonista, cuya desesperación termina por arrastrarlo a la desventura. Algo así como una moderna tragedia griega.

El protagonista es Alain Delambre, un ex directivo de 57 años que lleva cuatro años desempleado, y que sólo consigue trabajos no calificados y por pocos pesos.

Lemaitre se demora en el proceso que lleva a ese hombre de la depresión a la impotencia y al fastidio, mientras ve hundirse su nivel de vida, peligrar la cotización para su futura jubilación y agriarse su carácter. Un rapto de ira le cuesta hasta el pobre trabajo que ahora tiene y le acarrea una demanda por agresión que no sabe cómo pagará, y que oculta a su esposa por vergüenza.

Desesperado, ve como una tabla de salvación un aviso de empleo para cubrir un cargo de director de Recursos Humanos de una gran empresa. Y pasa por alto que la prueba es salvaje: conducir un simulacro de toma de rehenes, con el que la empresa quiere evaluar al postulante más inclemente para reducir su plantilla y al mismo tiempo ver bajo presión a sus directivos (que serán los inadvertidos rehenes) para identificar debilidades.

Delambre, obsesionado, diseña un plan para garantizarse ese cargo, miente a su familia para conseguir dinero, contrata asesores, se aferra con toda su fuerza a ese boleto que le permitirá "volver al partido". Y, como es previsible, todo el asunto se saldrá de su cauce.

El planteo se inspira en una historia real: el juego de rol que ideó la cadena de televisión France Télévisions Publicité para una selección de personal. Lo interesante, aquí, es ver cómo el proceso se descarrila. Y Lemaitre no defrauda.

Su prosa no se destaca, pero no es una novedad que sus obras son mecanismos de relojería. Esta novela lo certifica con sus cambios de rumbo inesperados e ingeniosos. El ritmo es trepidante, aunque debe decirse que algún giro demora el final sin necesidad.

Lemaitre ofrece una novela sobre la avidez, el individualismo y el poder corruptor del dinero. El propio autor se refirió a su intención de exponer la despiadada economía del trabajo o, más en general, al sistema capitalista. De hecho, las peripecias de Delambre están salpicadas por noticias que escucha en la radio o la televisión sobre despidos masivos, junto a cifras de formidables ganancias empresarias. Pero también podría verse la desolación de su protagonista como un reflejo del hombre moderno y de su vacío espiritual. Porque Delambre tiene un trabajo, si bien pequeño.

Su desesperación se debe a que no puede mantener su nivel de vida, las comodidades que cree "merecer". Y está dispuesto a recuperarlos a cualquier precio.

La novela mereció el Premio de Novela Negra Europea y el SNCF de novela negra, y está prevista su adaptación como serie televisiva para el 2018, con guión del propio Lemaitre. Es fácil entender la razón. La cadena que firmó el contrato la presenta ya como un posible Breaking bad francés.