Producción y buenas maneras

Los sistemas de producción pecuaria, y el transporte y sacrificio de los animales, son las situaciones en las que la percepción del bienestar animal difiere entre regiones, culturas y personas. Es un tema complejo en el que la sociedad cada vez se interesa más.

Desde su fundación en 1924, la OIE se ha encargado de elaborar normas intergubernamentales sobre sanidad animal. En 1995, el año en que se fundó la Organización Mundial del Comercio (OMC), las normas de sanidad animal de la OIE fueron reconocidas como referente para la OMC en la categoría de medidas sanitarias.

En 2002, a petición de sus países miembros y al observar que la sanidad animal era un componente clave del bienestar animal, la Organización Internacional de Epizootias (OIE) amplió su mandato para incluir normas sobre bienestar animal y para tomar la iniciativa en esta disciplina a nivel internacional.

Para aprovechar este nuevo ciclo, la OIE ha convocado a una serie de Conferencias Mundiales sobre el bienestar animal, iniciado en 2004, con el fin de lograr su objetivo de ayudar a todos los países miembros a aplicar las normas de bienestar animal adoptadas teniendo en cuenta las particularidades culturales y económicas de cada región, y de cada país del mundo.

Las primeras normas intergubernamentales de la OIE sobre bienestar animal se publicaron en 2005, y hoy la lista sigue creciendo. Actualmente, estas normas abordan aspectos relativos a los sectores clave de animales terrestres y peces de cultivo, y se actualizan periódicamente con arreglo a los avances científicos. Las normas de la OIE se adoptan a partir del consenso de la Asamblea Mundial de Delegados Nacionales de la OIE, lo cual significa que todos los miembros se comprometen a aplicarlas con independencia de sus particularidades culturales o situaciones económicas.

Según el Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OIE, "el bienestar animal es el modo en que un animal afronta las condiciones en las que vive".

Los principios de la OIE sobre bienestar animal también mencionan las conocidas Cinco Libertades, que se publicaron en 1965 para describir el derecho al bienestar que tienen los animales que se encuentran bajo el control del ser humano: libre de hambre, sed y desnutrición; libre de miedos y angustias; libre de incomodidades físicas o térmicas, libre de dolor, lesiones o enfermedades, y libre para expresar las pautas propias de comportamiento. 

Las normas de bienestar animal de la OIE no son medidas sanitarias pero desempeñan una importante función en el comercio internacional porque son las únicas normas de aplicación mundial y con base científica que están acordadas por las naciones de todo el mundo con implicación en el comercio. La armonización de las medidas respecto a las normas intergubernamentales es uno de los principios que aplica la OMC para facilitar un comercio seguro y evitar obstáculos innecesarios al mismo, y es igualmente aplicable a las medidas relativas al bienestar y a la sanidad animal.

La OIE considera que, como ocurre con las normas relativas a la sanidad animal y a la inocuidad alimentaria, las normas sobre bienestar animal deben basarse en principios científicos claros. Deben centrarse en los resultados que se hayan obtenido en la especie en cuestión y siempre deben tener por objetivo mantener la salud como base del bienestar. Ello ha conducido a que la organización fortalezca su red internacional de expertos en la materia, y que constituya un Grupo de Trabajo sobre Bienestar Animal específico e incluya nuevos Centros Colaboradores. 

La profesión veterinaria, que celebró su día el domingo pasado, desempeña una función clave a la hora de garantizar la sanidad y el bienestar animal, y la formación veterinaria cada vez incluye una mayor variedad de materias relativas al bienestar animal. Por lo tanto, tanto a nivel nacional como regional, los mejores resultados se obtienen cuando los Servicios Veterinarios trabajan para la mejora del bienestar animal junto con los sectores agropecuarios y las ONG. Con independencia de los avances que se han logrado a lo largo de las últimas décadas, para mejorar el bienestar animal de forma sostenible todavía tienen que afrontarse muchos retos. Actualmente, la OIE trabaja en la elaboración de normas y recomendaciones relativas a nuevos ámbitos de importancia para el bienestar animal.

Comportamiento

La reconocida especialista Temple Grandin estudió en la universidad estatal de Arizona, y obtuvo su doctorado en Ciencia Animal en la Universidad de Illinois. Actualmente es profesora de comportamiento animal en la Universidad de Colorado. Diseñadora de instalaciones para el manejo de ganado, ha visitado en varias ocasiones Sudamérica y en su visita más reciente fue invitada a dar una conferencia en el 60th International Congress of Meat Science and Technology, que se realizó En Punta del Este, Uruguay. "Sudamérica tiene empuje" subraya, cuando comenta sus charlas sobre comportamiento animal y el uso de técnicas humanizadas en frigoríficos de Argentina, Brasil, Uruguay y Chile. 

"El miedo es una emoción universal que también mueve a los animales a escapar de sus predadores. La investigación científica permitió hacer un mapa de los circuitos del miedo en el cerebro de los animales y en las personas. Ambos pueden desarrollar recuerdos permanentes e imborrables. Un buen ejemplo sería un caballo que ha golpeado su cabeza contra la entrada de un acoplado de transporte cuando se lo sube por primera vez. Esto puede hacer que sea difícil de embarcar por el resto de su vida. Durante la manipulación y movimiento de animales, uno se comunica con ellos. Hay que cambiar posiciones para inducirlos a moverse. Las personas nunca deben gritar a los bovinos o a los cerdos. Los manipuladores deben mantener siempre la calma", afirma. 

"Hay que reiterar que la lucha contra las enfermedades animales es una contribución importante contra la pobreza en el mundo no sólo desde una óptica de salud pública sino también de desarrollo económico y social, de las respectivas poblaciones y países. El animal tranquilo, criado en el bienestar de las condiciones adecuadas, mejora las vías de comunicación con el hombre. El ganado debe llegar a la planta frigorífica sin alteraciones. La principal ventaja de las instalaciones que diseño es que tienen una manga curva que evita que un animal vea a la gente por delante. Ellos tienen un amplio ángulo de visión, pueden ver hacia atrás sin dar vuelta la cabeza, pero hay un punto ciego. A su vez necesitan moverse en grupo, pero en general se los apretuja y se introducen más animales que lo conveniente en la manga. Las curvas, ayudan a evitar que el animal sienta un callejón sin salida. Y aprovecha la tendencia natural a moverse en círculo alrededor del arreador.

Creo que debemos darles una buena vida a los animales de producción, pero ninguno de ellos habría vivido si no fuera por nosotros. Hemos criado al ganado. La gente olvida que la vida puede ser muy dura y que hay especies como los lobos que comen a sus presas mientras aun están con vida", explica. 

Temple Grandin comenzó a hablar recién a los cuatro años de edad y fue tardíamente diagnosticada con la enfermedad de autismo, Síndrome de Asperger y TDHA (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad). Su historia de vida muestra la capacidad para transformar su problema neurológico en un descubrimiento constante sobre el comportamiento animal.

El cine estadounidense se interesó por esta mujer cuya enfermedad la llevó a recorrer caminos alternativos y demostró todo lo que podía aportar con su observación distinta, su conexión con los animales y su manera de percibir el mundo. En 2010 se filmó una película que lleva su nombre y protagonizó la actriz Claire Danes, despertando la esperanza de muchas familias de personas con dificultades similares. Visitó nuestro país a mediados de 2015, y recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Buenos Aires.

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