Oscar Martínez ganó en Madrid el Premio Platino del Público

Es por su trabajo en “El ciudadano ilustre”. El actor argentino afirmó que el papel de un escritor que se hace famoso en Europa y regresa después de muchos años al pueblito bonaerense donde nació fue “un traje a medida” ideado por los directores Gastón Duprat y Mariano Cohn.

Madrid - El actor argentino Oscar Martínez, que ayer ganó en Madrid el Premio Platino del Público y hoy aspira a quedarse también con el Premio Platino al Mejor Actor por su trabajo en “El ciudadano ilustre”, afirmó que el papel de un escritor que se hace famoso en Europa y regresa después de muchos años al pueblito bonaerense donde nació fue “un traje a medida” ideado por los directores Gastón Duprat y Mariano Cohn.

“Cuando leí el guión me sentí involucrado desde el primer momento. Sentí que entendía a ese personaje cabalmente, porque seguramente hay mucho de mi. Si bien yo no soy tan extremo como él, lo comprendo, entiendo su neurosis, sus fobias, su perfeccionismo, sus temores. Lo entendí perfectamente desde el primer día”, recordó Martínez.

Ganador del premio David de Donatello del Festival de Venecia por la misma interpretación, el actor explicó además los alcances universales que tiene la película de Cohn y Duprat, que más allá de ser un tema propiamente argentino afecta por igual a todas las nacionalidades, porque “cuando está el corazón humano ahí, evidentemente eso difiere poco, independientemente del lugar donde hayas nacido o el idioma que hables”.

Martínez podría ganar hoy el Platino al Mejor Actor en una gala que se llevará a cabo en el estadio Caja Mágica de Madrid, donde además “El ciudadano ilustre” podría quedarse con el Platino a la Mejor Película, Cohn y Duprat aspiran al Platino a la Mejor Dirección, y el guionista del filme, el especialista en artes Andrés Duprat, está nominado al Platino al Mejor Guión.

-¿Qué espera ahora, luego de ganar este nuevo premio con “El ciudadano ilustre”?

Oscar Martínez: En realidad no espero nada. Este es el premio del público y si bien los premios que otorgan los jurados y la crítica especializada son obviamente muy halagadores, el público es en definitiva el que le da sentido y justifica lo que hacemos. Más de 4.000 personas votaron, por lo cual que me hayan distinguido me honra, me emociona y estoy muy agradecido.

-¿Por qué cree que personas de tan diversos países se identificaron con su personaje?

OM: La película tiene un recorrido internacional tan espectacular que uno puede balbucear algún tipo de interpretación. Pero la verdad es que escapa a lo que uno pueda pensar, porque así como cada espectador tiene su manera de vivir un hecho artístico, leer una novela o mirar una película, más allá de las interpretaciones más o menos masivas, cada uno tiene su propia subjetividad. Lo mismo pasa con los países.

-: ¿Por qué lo dice?

OM: En Italia me decían “esta es una película italiana, esto puede ocurrir acá”. En España el año pasado se hizo la avant premiere y el público y la prensa me decían lo mismo: “Esto es una película española”. Y por otro lado, no deja de ser muy argentina la película. Eso se logra cuando algo trasciende el costumbrismo, cuando no es mero pintoresquismo superficial. Cuando está el corazón humano ahí, evidentemente eso difiere poco, independientemente del lugar donde hayas nacido o el idioma que hables.

-¿Es decir que la película trasciende la identidad cultural argentina?

OM: El ser humano más allá de su identidad cultural, evidentemente no difiere tanto. Las pasiones, las envidias, los resentimientos, el fanatismo, el chauvinismo, no son propiedad de los argentinos, de los españoles ni de los italianos. Y creo que la película tiene eso, es honda y muy diferente. Y por eso funcionó tan masivamente.

- ¿Qué parte hay de su faceta como dramaturgo en el escritor que interpreta en el filme?

OM: Debe haber mucho, porque yo escribo y siempre me sentí muy seducido por la trastienda del escritor, por el oficio, los rituales, las manías, las neurosis. Tengo muchos libros acerca de eso. Entonces cuando leí el guión me sentí involucrado desde el primer momento. Sentí que entendía a ese personaje cabalmente, porque seguramente hay mucho de mi. Si bien yo no soy tan extremo como él, lo comprendo, entiendo su neurosis, sus fobias, su perfeccionismo, sus temores. Lo entendí perfectamente desde el primer día.

-¿Cómo fue el contacto con los directores cuando le ofrecieron el papel?

OM: Gastón Duprat me dijo el primer día: “Estamos escribiendo un guión para vos desde el año 2011, que no podría hacer ningún otro actor”. Yo no lo conocía y pensé: “Qué presuntuoso este pibe”. Pero cuando leí las dos primeras páginas ahí vi que tenía razón, que el personaje era un traje a medida. Siempre sentí eso.

-¿Piensan trabajar juntos nuevamente?

OM: Es muy probable, me encantaría, y además hay proyectos que vamos a intentar trabajar juntos de vuelta. Yo ahora tengo otros proyectos en España y en Nueva York, donde estoy filmando una coproducción entre Estados Unidos, México y Bolivia dirigida por Rodrigo Bellot, un director boliviano que vive hace muchísimos años y estudió cine allá. Es un libro muy hermoso y el título es “Tu me manques”, que en francés significa “te extraño”.