La ironía de los que sobreviven a un infarto

 

Incertidumbre, temores e inquietud son algunas de las sensaciones comunes que afloran el día después de un ataque al corazón. Sin embargo, la mayoría de las personas que sobreviven se recupera completamente y puede continuar con sus actividades habituales durante muchos años, aseguró el doctor César Berenstein, médico cardiólogo y miembro de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), aunque aclaró que en general es necesario realizar algunos cambios en el estilo de vida.­

"La vida después de un infarto ya es otra. Por eso, en la recuperación son fundamentales las actividades recreativas, el ejercicio físico y la vida social. Además, dormir bien por las noches; en ocasiones, una siesta o un breve descanso durante el día también puede ayudar. No hay que perder de vista que quienes presentan trastornos cardíacos deben descansar antes de fatigarse demasiado", subrayó.­

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SIGNOS DE ALERTA­

Tan importante como cuidarse después de sufrir un infarto es reconocer los primeros signos de alerta, ya que el infarto puede ocurrir en cualquier momento y lugar: en el trabajo, haciendo deporte, descansando o realizando las tareas del hogar. "Si bien estos episodios pueden producirse de manera intensa y de repente, las condiciones para que ocurran se vienen desarrollando durante años", comentó el cardiólogo.­

La mayoría de ellos comienza despacio, con un leve dolor o malestar. Por eso, desde la FCA hacen hincapié en tener presentes las señales de alerta:­

* Malestar en el pecho, específicamente en el centro, que dura más de unos minutos, o desaparece y reaparece. Típicamente suele manifestarse como una presión incómoda, un apretón en el centro del pecho o dolor.­

* Molestia en otras zonas de la parte superior del cuerpo, como por ejemplo en uno o ambos brazos, la espalda, el cuello, la mandíbula o el estómago.­

* Falta de aire o dificultad para respirar, que puede aparecer con o sin malestar en el pecho.­

* Otras señales de alerta pueden ser sudores fríos, náuseas y sensación de aturdimiento.­

"Es fundamental, ante alguno de estos síntomas, llamar de inmediato al sistema de emergencia o dirigirse al hospital más cercano", enfatizan.­

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PREVENCION­

Si bien nadie puede saber con seguridad si tendrá otro ataque al corazón, "en la actualidad las perspectivas para pacientes con trastornos coronarios son mejores que hace unos años y seguirán mejorando", sostuvo Berenstein.­

Por eso, siguiendo algunas recomendaciones en relación al control de la presión arterial, el peso, la actividad física, los medicamentos y los hábitos no saludables, entre otros, existen más posibilidades de llevar una mejor vida y así evitar futuros episodios. Entre los principales consejos, el especialista enumeró:­

* Controlar la presión arterial. No es novedad que la presión arterial alta es uno de los principales factores de riesgo de los ataques cardíacos o cerebrales. Mantener una dieta adecuada, controlar el peso, realizar actividad física, y tomar los medicamentos según indicación profesional, pueden ayudar a mantenerla controlada.­

* Realizar actividad física. Es importante recordar que la mayoría de las personas que se recuperan de un ataque de este tipo pueden mantenerse físicamente activas sin ningún inconveniente. De todos modos, recomendamos consultar al médico cuál es la actividad física más recomendada para cada paciente y el nivel de exigencia indicado. ­

* Dejar de fumar. Si bien es sabido que fumar es malo para todos, el riesgo para las personas que tienen enfermedad coronaria es aún mayor. Continuar con el hábito tabáquico luego de haber tenido un ataque al corazón duplica las probabilidades de tener otro. En este sentido, evitar el humo del tabaco ajeno también es fundamental. ­

* Limitar el consumo de alcohol. El consumo excesivo puede ocasionar graves problemas de salud, entre ellos: ataques cerebrales, aumento de la presión arterial e insuficiencia cardíaca. También, contribuye a la obesidad y a niveles altos de triglicéridos.­

* Mantener el peso a raya. Las personas con enfermedades cardíacas deben mantener su peso dentro de los límites saludables y seguir una dieta bien equilibrada que contenga cantidades adecuadas de proteínas, vitaminas y minerales. En los casos de sobrepeso, la pérdida de peso ayudará a mejorar los factores de riesgo cardiovascular.­

* Tomar los medicamentos. Esto puede ayudar a prevenir otro ataque al corazón. En estos casos, la consulta con el médico resulta imprescindible.­

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RECUPERACION­

"Después de un infarto es casi imposible no estar inquieto, irritado o enojado. Se puede sentir triste o deprimido y que la vida no volverá a ser la misma. Pero, es importante saber que estos pensamientos son normales y el tiempo curará la mayor parte de ellos", tranquilizó el experto de la FCA.­

Por eso, es común escuchar que el día después el paciente se llena de preguntas e incertidumbre. "Sin embargo, es importante saber que el enojo es solo una etapa de la recuperación. Es habitual que los temores puedan facilitar la aparición de síntomas físicos. Antes de un ataque al corazón no se preocupaban por los dolores pequeños y breves, mientras que ahora la más mínima molestia inquieta. En estos casos es importante mantener la calma, con el correr de los días todas estas inquietudes desaparecerán", añadió.­

En ese sentido, el cardiólogo enfatizó: "Apostamos a que el día después de un infarto sea considerado una nueva oportunidad, un punto de partida para un nuevo estilo de vida, con algunos cuidados, y la expectativa de hacer valer cada minuto que ganamos. Disfrutar el momento del ejercicio, cada esfuerzo por cuidarnos y tratar de comprender que los cuidados que imparte la familia y los seres queridos, forman parte de este proceso".­

Por último, Berenstein remarcó que "cerca de la mitad de los pacientes que tuvieron un infarto suspende parte de su tratamiento antes del año de ocurrido el episodio" y por lo tanto instó a la toma de conciencia y a considerar que la medicación, el ejercicio físico, el cuidado en las comidas, la suspensión del cigarrillo, el control periódico con el médico, entre otras recomendaciones, "son las pequeñas acciones que tenemos que estar dispuestos a realizar para alcanzar más y mejor vida".­