Por qué es tan difícil dejar de fumar

Lejos de ser un mal hábito o un vicio, el tabaquismo es una adicción y debe ser tratada con una enfermedad grave. Muchas veces la fuerza voluntad no alcanza, porque la nicotina es una sustancia adictiva muy poderosa, similar a la heroína.

Hay fumadores que sin transición, de un día para otro, dejan el hábito como quien se cambia la camisa. Ya está y a otra cosa. Hay otros que intentan una y mil veces, y en todas fracasan y se frustran, y vuelven a empezar. Están también los que piden ayuda cuando ya es muy tarde y el cáncer dejó de ser una posibilidad. Pero si sabemos que nos está matando, por qué es tan difícil dejar de fumar.

Los especialistas sostienen que, lejos de ser un mal hábito o un vicio, el tabaquismo es una adicción y debe ser tratada con la seriedad de una enfermedad grave, de las que llevan directo a la muerte.

"El tabaquismo es una enfermedad crónica adictiva que tiene tres componentes: uno físico, uno psicológico y uno conductual", explicó la médica Valeria Finkielsztain, miembro del Grupo Grantahi y directora del curso de posgrado "Intervenciones en Cesación Tabáquica" del Hospital Italiano.

"Dentro de las 7.000 sustancias tóxicas que tiene el cigarrillo, la nicotina es la responsable de la adicción. Cuando el paciente deja de fumar, sufre una serie de cambios físicos y psicológicos que se conocen como síndrome de abstinencia: siente irritabilidad, ansiedad, aumento del apetito y el deseo compulsivo de fumar", contó Finfielsztain y agregó: "Por eso, muchos pacientes necesitan un acompañamiento y apoyo farmacológico para lograr su objetivo, pero debe estar acompañado con estrategias conductuales con las que puede aprender a vivir sin fumar y sostener su decisión".

DIRECTO AL CEREBRO

"Es tan difícil dejar de fumar, porque es una adicción: no es un hábito, no es un vicio ni una mala elección. Para dejar de fumar, muchas veces la decisión y la fuerza voluntad no alcanzan, porque la nicotina es una sustancia adictiva muy poderosa, similar o mayor a la heroína, y para eso existen tratamientos, aunque la decisión es lo más importante", sostuvo Finkielsztain.

Según la médica, la nicotina es un alcaloide que se encuentra naturalmente en la hoja del tabaco, pero en los cigarrillos viene acompañada de otras 7.000 sustancias tóxicas (como arsénico, cianuro, cromo, metales pesados y gases venenosos) que la industria tabacalera añade para hacerlos más adictivos.

Entre esas sustancias está el amoníaco, que se junta a la molécula de nicotina en los alveolos pulmonares para que llegar a la sangre más rápido. Así, con una pitada, el amoníaco hace que la dosis de nicotina alcance a los receptores del cerebro en sólo siete segundos. "No existe una vía de administración más rápida. Incluso si te inyecto nicotina endovenosa, tarda más tiempo", explicó Finkielsztain.

"Cuando la nicotina llega cerebro, reemplaza a un neurotransmisor llamado acetilcolina y se pega los receptores para generar dopamina, que es la responsable de la sensación de placer, del refuerzo positivo que se siente cuando uno fuma. La única forma de que una persona deje de fumar es que su cerebro deje de recibir nicotina inhalada y vuelva a acostumbrarse a la sustancia natural", contó.

Según la especialista, cuando uno deja de fumar, el cerebro sufre la abstinencia y pide nuevamente nicotina, que se manifiesta como unas ganas compulsivas de fumar, ansiedad, irritabilidad, aumento del apetito e insomnio.

La gente se desespera con el síndrome de abstinencia y para calmar al monstruo recurre a la pitada, que en siete segundos vuelve todo a la "normalidad".

Sin embargo, esas ganas compulsivas de fumar duran sólo dos o tres minutos y se van. Depende del grado de adicción, la frecuencia con que se manifiesta. "El síndrome de abstinencia puede durar entre dos y cuatro semanas y si uno no fuma, el receptor se calma", explicó Finkielsztain.

CAMBIO DE VIDA

Ahora bien, el tratamiento del tabaquismo implica también resolver la dependencia psicológica y la conductual, que son los rituales que caracterizan al fumador: el pucho al levantarse, antes de subir al colectivo, después de comer.

"Con la pastilla no alcanza. Ayuda a que el cerebro la pase mejor, pero lo que hay que resolver es lo psicológico, que es enseñarle al paciente a que aprenda a vivir nuevamente sin fumar", expresó Ana María Zanutto, jefa del Servicio de Cesación Tabáquica del Sanatorio Julio Méndez.

"Nadie deja de un día para el otro. Esas personas que cesan abruptamente, en realidad hacía meses o años que venían dejando, sólo que no te enterabas. Vienen haciendo un proceso interno que desemboca en la decisión de dejar", expresó Zanutto.

"El tabaquismo es una adicción, pero no está reconocida como tal. Uno se frustra y se dice cómo puedo ser tan tonto que no lo logro. Y para librarse de la adicción hay que tratar en las causas: por qué prendí el primer cigarrillo".

Según la especialista, el dejar el cigarrillo es un duelo, y el paciente debe atravesar varias etapas: la preparación, la acción y el mantenimiento. En cualquiera de ellas puede haber una recaída.

"Al principio te peleás con la decisión, resulta difícil, y pedís ayuda porque tenés un enfisema y el médico te obligó. Entonces pensás que dejar de fumar es imposible, pero cuando finalmente dejaste, te das cuenta de que era más fácil de lo que creías. Sin embargo, ahí entrás en lo que es realmente dejar de fumar: una evaluación de tu propia motivación para poder vivir sin el cigarrillo", explicó.

"Tenés que entender para qué te servía el cigarrillo: fumabas para levantarte, para ir al baño, para no putear a tu jefe... Todo eso lo podés hacer después, pero sin el cigarrillo. Y ahí empezás a empoderarte. En el tratamiento de las adicciones trabajás en la autoestima. Al empoderarte, vos empezás a crecer y el cigarrillo toma su verdadero tamaño. Vas atravesando etapas hasta que finalmente te das cuenta que podés hacer de todo, pero sin fumar", dijo Zanutto.

"Es precisamente la autoestima lo que tenemos deteriorada los adictos. Para el que tiene una personalidad adictiva, sentirse poderoso frente a eso que nos tiene encadenados es maravilloso", expresó.