LO QUÉ VENDRÁ

El triste espectáculo de las traiciones

En el entorno de Cambiemos, más precisamente los más allegados a Durán Barba, el gurú marketinero de Macri, celebraban el cierre de las listas de los candidatos a las PASO de agosto con inusual euforia. Para el estratega se habían cumplido los tres vaticinios deseados: un peronismo atomizado; Cristina obligada a descristinizarse y Massa absolutamente confundido porque no sabe si su alianza con Margarita Stolbizer terminará no acercándolo al progresismo pero sí alejándolo de la ortodoxia peronista.

La ex presidenta se vio obligada a dejar a La Cámpora afuera y postergar a sus seguidores más fanáticos
para mejor oportunidad. Ella buscará el refugio de los fueros frente a la andanada de juicios que se le avecinan, pero su estrategia esta vez pasó por traicionar a sus amigos para poder cruzar con el menor número de daños posibles, el puente del corrupto pasado que la ensucia.

Desde el punto de vista electoral cada partido tiene su esperanza puesta en un año específico: Cristina piensa que puede repetir 2011, Sergio Massa confía en replicar 2013 y Cambiemos espera un resultado similar a 2015. Muchos expectantes miembros del Frente para la Victoria, ya extinto partido político, siente hoy una profunda decepción ante el armado de las listas ordenado por la viuda de Kirchner. ‘‘Muchos de nosotros esperábamos haber sido tenidos más en cuenta, nos jugamos por Cristina hasta ayer mismo y hoy nos relegó sin siquiera decirnos nada’’, se quejó una diputada del FpV que esperaba poder renovar su banca. Ella, que defendió a gritos su posición kirchnerista, hoy está  decepcionada. Varios son los casos de legisladores que esperaban ser incluidos en las listas para volver a postularse, pero la estrategia Cristinista parece llegar a fondo en cuanto a despegarse de su propio
pasado.

‘‘Los Kirchner siempre pagaron mal’’, se escucha decir a varios legisladores K por los pasillos
cercanos al recinto. Ni hablar de los miembros de La Cámpora que ya ni siquiera pueden llevar sus
banderas a los actos y cuyos representantes también quedaron afuera del reparto. La ex presidenta optó por no competir en las PASO e ir acompañada en la lista de candidatos a senadores
por Jorge Taiana, su ex canciller que dejó su gobierno acusado de traidor.

Cristina se arriesga a utilizar la misma estrategia que su esposo que terminó provocándole una terrible
derrota en 2009, cuando habilitó la lista de Nuevo Encuentro de Sabbatella separada del FpV y sólo obtuvo 400.000 votos. Ahora Randazzo se parece mucho a la opción Sabbatella. CFK no dudo en postergar a quienes fueron incluso víctimas de apoyarla hasta las últimas consecuencias como el ex gobernador Daniel Scioli, que no fue presidente por declararse Cristinista hasta el día antes del voto. Hoy quedó relegado a un quinto puesto en las listas a diputado. Incluso se dijo que Cristina quería que fuera como legislador bonaerense y no nacional.

Otros que sufrieron los embates del cambio de estrategia fueron algunos históricos K como Héctor
Recalde y Juliana Di Tullio, que quedaron como candidatos a senadores pero suplentes. Diana Conti, Edgardo Depetri, Teresa García, Dulce Granados y Carlos Kunkel, entre otros, también fueron congelados. 

El arranque de la campaña prevé un claro posicionamiento de las fuerzas políticas en sus intenciones.
Los próximos meses los candidatos no nos llenarán de propuestas a futuro, tentadoras e ilusionables
sino todo lo contrario. El objetivo será remarcar los errores del adversario y profundizar las heridas
cuanto sea posible. Desde Cambiemos la consigna es ponerle énfasis a toda la corrupción K,
especialmente los casos en los que está ya procesada la ex presidenta.
Muchos suponen que en las próximas semanas se activen algunos procedimientos judiciales que involucren a Cristina y a su entorno y en especial a Julio de Vido. Macri, está claro, necesita que la Justicia federal acompañe a su alianza política con hechos que reafirmen las denuncias. Por su parte Cristina insistirá en destruir la economía del Gobierno. Hará base en el ajuste y la injerencia del FMI y en que ahora estamos peor que antes. Como ya dijimos en esta columna, la ex mandataria sabe que mientras ella esté circulando las inversiones no van a llegar. Por eso el resultado de agosto más que legislativo, para Macri es un referéndum para convencer a los inversores que el cristinismo populista ya fue.

Massa, por su lado, buscará hallar un resquicio que le deje entrar en esa denuncia de los fracasos para
asegurar que Cambiemos y Unidad Ciudadana son el pasado. Florencio Randazzo, ya sin Ishii
como oponente porque el intendente se bajó, buscará alcanzar el techo de su ex jefa para poder ser
su sucesor o al menos intentarlo. El cierre de listas de la alianza Cambiemos, puso a Elisa Carrió como
a una de las ganadoras de esta contienda. Después de más de 18 meses de discusiones y controversias,
la líder de la Coalición Cívica y aliada política de Macri, podría duplicar su bloque en el Congreso a
partir del 10 de diciembre próximo que pasaría de cinco a diez diputados. Y además no necesitó del
esfuerzo de ser cabeza de lista de los senadores en la provincia de Buenos Aires, lugar que María Eugenia
Vidal destinó a Esteban Bullrich, aunque ella será directamente la jefa de campaña porque las encuestas
la posicionan como el político de mejor imagen en el país.