Uno de los dos hombres secuestrados en La Tablada dijo que fue sometido a un simulacro de fusilamiento

En la puerta de la panadería de su amigo José Carbone, junto a quien fue secuestrado, Jonathan dijo que pensó que iban a matarlos a los dos porque no tenían plata y recordó detalles del episodio.

Uno de los dos hombres secuestrados en La Tablada, partido de La Matanza, por una banda de delincuentes que cobró rescate a sus familias, contó que fue sometido a un simulacro de fusilamiento, ya que lo hicieron arrodillar y le gatillaron un arma en la nuca, aunque la bala no salió.

"Uno me arrodilló, yo me tapo los oídos, no sé si cargó el arma pero me la apoya y hace un ruido, pero no salió la bala. El tipo simuló que me fusilaba. Ya estaba re jugado", recordó Jonathan, una de las víctimas, en diálogo con Todo Noticias.

En la puerta de la panadería de su amigo José Carbone, junto a quien fue secuestrado, Jonathan dijo que pensó que iban a matarlos a los dos porque no tenían plata y recordó detalles del episodio.

"Eran ocho tipos que nos subieron a un auto cuando le estaba mostrando el que yo compré a mi amigo. No pude hacer nada porque estuvimos encañonados en todo momento y no vimos a donde íbamos", contó.

El joven recordó que "hubo golpes en el medio" y que les apuntaron con un arma: "Ellos jugaban con el arma, es un momento medio heavy. Nos suben en el auto a los dos y nos ponen una capucha en la cabeza, ahí comenzaron a golpearnos y a pedirnos plata", dijo.

Jonathan contó que entregó todo lo que tenía en el bolsillo, hasta que en un momento le pidieron el número de teléfono de su casa.

"Ahí empiezan a hablar con mi familia para pedir plata. Yo no tenía plata y uno de ellos dice 'acá el que tiene plata sale (en referencia a su amigo) pero vos no", recordó el joven, quien ante la desesperación le ofreció a los delincuentes ir a un cajero para que vieran que tenía dos mil pesos en rojo.

"Uno me dijo ahí 'si no tenes para pagar listo loco, ya está, ahora te mato' y pregunté ¿me bajo o me tirás acá? y me dijo 'te tiro acá'", agregó.

"Me dijo arrodillate, yo ya estaba resignado, me arrodillo y me tapo los oídos. No sé si cargó el arma, pero me la apoya y hace un ruido, aunque no salió la bala", detalló la víctima.

Por su parte, el panadero Carbone, contó que cuando los delincuentes llamaron a su casa pidieron plata y electrodomésticos.

"Mi señora les ofrece seis mil pesos, una tablet, teléfonos celulares para que nos suelten. Ellos nos decían que no estaban preocupados por los patrulleros porque estaban arreglados con ellos, también nos decían que eran profesionales", recordó el comerciante.

Los amigos coincidieron en que cuando fueron liberados no lo podían creer, ya que los delincuentes estaban "muy locos".