Allanaron el Hipódromo de Palermo y el Casino Flotante en una causa por supuesta evasión impositiva

Los procedimientos son a pedido del juez Juan Galvan Greenway a cargo del Juzgado Nacional en lo Penal Económico N°7 donde se tramita la causa contra del empresario Cristóbal López.

El casino flotante de Puerto Madero y el del Hipódromo de Palermo, vinculados durante años al empresario Cristóbal López, fueron allanados en el marco de una causa en la que se investiga si un grupo de apostadores recibía certificados "inflados" por los premios ganados, en una compleja maniobra que podría implicar evasión y lavado de activos por unos 30 millones de pesos.

Fuentes policiales y judiciales informaron que los operativos se realizaron en las salas del hipódromo situado en Avenida del Libertador 4101 y en las oficinas administrativas de la sala de juego situada a la altura de Elvira Rawson de Dellepiane y el río, en la Dársena Sur.

Los allanamientos estuvieron a cargo de expertos del Departamento de Cibercrimen de la Policía de la Ciudad y agentes de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), apoyados por la Policía Federal y la Gendarmería, y fueron ordenados por el juez en lo Penal Económico Juan Galván Greenway, con intervención del fiscal del mismo fuero, Emilio Guerberof.

Una fuente judicial indicó que la investigación que tiene a su cargo el juez Galván Greenway surgió tras una denuncia de la AFIP, a su vez efectuada por un particular, que alude a presuntas maniobras de evasión con el pago de premios no documentados y cuentas corrientes de apostadores sin registrar.

Según las fuentes confiaron la maniobra sería la siguiente: un grupo de jugadores que -siempre era el mismo y que estaba integrado por personas de bajos recursos- ganaba apuestas por sumas menores, pero luego recibía certificados de premio por valores "inflados", superiores a los 100.000 pesos. En tanto, otros premios que se ganaban no quedaban documentados.

Si bien la causa está en secreto de sumario por orden de Galván Greenway, un vocero del caso indicó que se está investigando si existe alguna participación del personal de los casinos en la maniobra, ya que allí es donde se emiten los certificados.

Por ese motivo, los especialistas en cibercrimen de la PFA recogieron durante la mañana y la tarde información relevante de los servidores de las empresas y efectuaron back up electrónicos a fin de cotejar esos datos con los premios entregados. 

Los efectivos ingresaron en momentos en que estaban los ocasionales apostadores, ya que los casinos están abiertos las 24 horas, y también muchos turistas y en el caso del casino de Puerto Madero, los detectives entraron por la puerta principal y también en botes de la Prefectura Naval, que rodearon el barco.

Mientras se realizaban los allanamientos, el Hipódromo Argentino de Palermo y el Casino de Buenos Aires informaron que la investigación "nada tiene que ver" con sus operaciones y que están colaborando con las autoridades judiciales.

En un comunicado de prensa, el hipódromo indicó que durante la mañana se allanaron sus salas, mientras que el casino señaló que se realizaron operativos en sus oficinas administrativas.

Ambas empresas informaron que los allanamientos fueron ordenados por el juez Greenway en una causa caratulada "N.N sobre averiguación de delito" en la que se les solicitó "información sobre apostadores que habiendo realizado apuestas hayan recibido premios durante los años 2013 y 2015".

"Se trata de información que, por normativa, las empresas informan cotidianamente a la UIF (Unidad de Información Financiera) y demás organismos correspondientes", aseguraron ambas empresas en sendos comunicados.

A continuación, afirmaron que "la causa nada tiene que ver" con sus operaciones y que están colaborando "completamente" con las autoridades.

Hace un año se informaba que el empresario kirchnerista Cristóbal López le había transferido a su socio histórico, Ricardo Benedicto, las empresas ligadas al negocio del juego, entre ellas, su participación en las tragamonedas del Hipódromo de Palermo y el Casino Flotante, de Puerto Madero.

López había informado esa venta a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), y su participación en Inverclub (casinos en Puerto Madero, Rosario y Neuquén). En paralelo, negociaba la salida de Casino Club, empresa que participa en la operación de las tragamonedas del Hipódromo de Palermo y en ciudades del interior.

En ese momento, López pareció verse obligado a tomar esa decisión ante la presión del gobierno porteño, que quería restringir el juego en la ciudad y cobrarle Ingresos Brutos retroactivamente; además de que la administración nacional se le reclamaba una deuda de 8.000 millones de pesos del impuesto sobre los combustibles.

Por esos días, el gobierno nacional concretó el traspaso del control del juego a la ciudad de Buenos Aires, que iba a comenzar a cobrarle impuestos a los operadores, y reclamaba el pago retroactivo de una deuda por ingresos brutos, que en total ascendía a unos 4.000 millones de pesos. 

El Hipódromo de Palermo es comandado por una UTE de las empresas Hapsa (72,5% de la sociedad), cuyo presidente es Federico de Achával, y Casino Club (27,5%), en la que Cristóbal López era el propietario del 30%. Y en el Casino Flotante, con 2.100 empleados, la firma Cirsa posee el 50%; Hapsa, el 25%, e Inverclub (empresa participada por López), el 25%.