TECNOLOGIA

Radiografía de un gigante

El líder del comercio electrónico pide pista en el país

Alibaba Group, la gigantesca plataforma del comercio electrónico con sede en Hangzhou, considerada como la ciudad china ‘‘de la ciencia y técnica del futuro’’, apuesta a desembarcar en la Argentina y además trabaja en nuevos proyectos como la utilización de reconocimiento facial para pagos online y una implementación más profunda de inteligencia artificial en sus servicios.

Dirigida por el magnate Jack Ma, Alibaba es el consorcio privado chino de comercio electrónico con portales de ventas businessto-business, de venta por mayor, por menor y entre consumidores, como Taobao en China y Aliexpress para el resto del mundo. También tiene pago online como el popular Alipay para abonar só- lo con un escaneo a un código QR en el celular, un motor de búsqueda de comparación de precios, servicios de almacenamiento de datos y entrega de microcréditos a pequeños emprendedores. 

Con la premisa de que ‘‘sea fácil hacer negocios en cualquier parte’’, entregan por día hasta 60 millones de paquetes, principalmente en China, ‘‘pero también en todo el mundo’’, dijo William Shi, del departamento de Asuntos Públicos, en la sede central de Alibaba.

A USHUAIA

Entre los números de logística más relevantes de esta empresa fundada en 1999 está, por ejemplo, que en 2016 enviaron vía Aliexpress 13.350 paquetes a Ushuaia, el punto más lejos desde China; 92 a la isla Kiribati, en el medio del Pacífico y 1.618 al monte Everest. Pero, si bien Aliexpress ya funciona en la Argentina, Alibaba como plataforma de retail internacional está por arrancar, según un memorando de entendimiento que se firmó a principios de mayo entre Jack Ma y el presidente Mauricio Macri.

‘‘Estos son los inicios de conversaciones. Ma mencionó el interés de importar productos de buena calidad de la Argentina a China, como vinos, carne, frutos de mar y langostinos, porque la clase media china tiene muchas demandas de estos productos y nosotros un especial interés en la cooperación con pymes’’, afirmó Crystal Liu, a cargo de la prensa del gigante del e-commerce.

‘‘Todavía pasó poco tiempo desde la firma, están negociando y trabajando pero aún no tenemos fecha’’ del desembarco oficial, agregó el vocero. La carta de intención ya está hecha y firmada por este imperio en el que trabajan 40.000 personas, que cotiza en la Bolsa de Nueva York desde 2014 y que para 2020 quiere llegar a ‘‘tener 2.000 millones de consumidores’’.

ALTA DEMANDA

Alibaba, que trabaja con 10 millones de pequeñas y medianas empresas y vendedores de retail, es pionera del comercio electrónico. Se estima que su crecimiento sea de 6 trillones de dólares en valor bruto de la mercadería en los próximos tres años. Un ejemplo de la capacidad global de su comercio es que sólo el 11 de noviembre de 2016, el día anual en que la compañía celebra un festival online, recibió pedidos desde el país más pequeño del mundo, el Vaticano, hasta la conflictiva Siria, donde se entregaron 18 paquetes.

La enorme sede central de Aliababa recibe al visitante con un museo del que emerge un enorme cuadro al óleo de Jack Ma, su fundador, junto a otros compañeros, en la emblemática Gran Muralla, a modo de imagen del mito fundacional de este ex profesor de secundaria devenido en uno de los hombres más poderosos y ricos del mundo.

La empresa nació en su casa natal de Hangzhou, donde además se pensó el premonitorio nombre: ‘‘Se llama Alibaba porque todos saben de la historia en la que se abre la puerta de Sésamo y se encuentran los tesoros, también se pronuncia igual en todas las lenguas, es fácil de recordar y comienza con la letra A para aparecer primero’’, dijo Shi.