DE QUÉ SE HABLA HOY

Estropearon la plaza de Villa del Parque

 

Que la mayoría de los políticos son moderadamente ignorantes -aquí y en todas partes del mundo- es algo que saben hasta los chicos de primer grado. Por estos días, apareció una evidencia de que no les gusta leer, ni siquiera de disfrutar del deleite intelectual de una larga conversación. ¿Que exagero? Vea lo que hizo el intendente de la Ciudad de Buenos Aires con la plaza Aristóbulo del Valle.
Enclavada en el corazón de Villa del Parque (Cuenca y Baigorria), la sombreada plaza era un lugar ideal para abandonarse al goce de la lectura o para la platica con vecinos. Era. Los genios de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires decidieron modernizar los asientos. Remplazaron la venerable madera por unos prismas de cemento con agujeros, ¡y sin respaldo! Intente usted, señor intendente, sentarse a leer en un banco sin respaldo. Vamos a ver cuantos minutos aguanta. Así las cosas, la filosofía estatal es similar a la que aplican las cadenas de comida rápida con sus clientes: los asientos deben ser lo más incómodos posibles para que la gente se vaya lo antes posible. Horrible, ¿no?
Además de la ignorancia, es posible que detrás de los estragos en uno de los espacios verdes más bonitos de Buenos Aires (degradado ahora a lugar de paso) se encuentre ese amor estúpido de muchos ingenieros y burócratas por el cemento. Pasión tan fuerte que llevó a pavimentar parte del césped de la Aristóbulo del Valle para una canchita de fútbol. Señor intendente: los porteños necesitamos más espacios verdes, no menos. Cemento tenemos de sobra.

Guillermo Belcore