DE QUÉ SE HABLA HOY

River y Boca se pueden unir en un solo estadio sin paparruchas

 

Muchos lectores se comunican conmigo para expresar su aprobación o su disgusto ante la idea revolucionaria de construir un estadio único para River y Boca, en los terrenos que actualmente ocupa la villa 31. La idea cierra desde el punto de vista económico y práctico. Las objeciones son de orden sentimental o inspiradas por el miedo. Veamos: Los nostálgicos desaparecerán en un plazo dado por una simple ley biológica, y sus hijos y nietos ni sabrán quienes fueron el Beto Alonso o Riquelme. A los vecinos de la Recoleta les conviene más un estadio que se ocupa cada 7 días y no una villa de la que se desprenden muchos delincuentes que se ocultan entre la gente sana, que será indemnizada con los fondos provenientes de las ventas del Monumental y la Bombonera. Esos vecinos viven ahora sin protección alguna, y mi proyecto incluye un foso con cocodrilos, si fuera necesario, para que los barrabravas no puedan saquear el shopping más paquete de la Ciudad. Los hinchas cuidarían la cancha, sin romper las butacas por un penal no cobrado, porque todos serían locales. La ubicación es ideal: se puede caminar hasta Retiro, y queda a mitad de distancia de Núñez y la Boca. Todos los gastos serían a medias y los terrenos se conseguirían en concesión a 99 años. Si los ingleses, tan apegados a sus tradiciones, fueron capaces de demoler la catedral del fútbol, el viejo estadio de Wembley, ¿por qué no podemos hacerlo nosotros?

Jacinto F.