Enemigos invisibles

Más de 85.000 sustancias químicas con las que convivimos a diario son capaces de alterar el funcionamiento del organismo humano y desencadenar enfermedades. Una especialista explica qué son los “disruptores endocrinos” y qué medidas se pueden poner en práctica para protegerse de ellos.

La mayor carga que representan las enfermedades a nivel mundial se ha atribuido, por un lado, al hecho de haber logrado extender la expectativa de vida gracias a los avances de la ciencia y, al mismo tiempo, a los estilos de vida menos saludables que prevalecen en gran parte de la población global.

Sin embargo, el sedentarismo, el tabaquismo y la inadecuada alimentación no son las únicas amenazas a las que se ven expuestas las personas del siglo XXI. Junto con la industrialización de las sociedades han surgido miles de compuestos químicos a los que nos vemos expuestos a diario y que no resultan inocuos para la salud humana. Se trata de un tema cada vez más investigado, aunque sin dudas difícil de revertir.

“No se debe alarmar ni asustar a la gente, pero sí generar una mayor conciencia de esta situación con el objetivo de buscar alternativas más saludables”, subrayó en una entrevista con La Prensa la doctora Miriam Azaretzky, coordinadora del departamento de Disruptores Endocrinos de la Sociedad Argentina de Endocrinología y Metabolismo (SAEM).

Se estima que alrededor del 25% de las enfermedades en los humanos pueden ser causadas por los disruptores endocrinos, también llamados “alteradores hormonales”.

Según explicó la especialista, son compuestos químicos exógenos (es decir, que están fuera del organismo), que una vez incorporados al cuerpo humano "alteran la producción hormonal y provocan consecuencias -en el corto o largo plazo- en la salud del individuo expuesto o en la de su descendencia".

Las hormonas son sustancias químicas que actúan como mensajeros a través de todo el organismo y regulan funciones muy diferentes. “Tienen acción en todos los órganos”, señaló Azaretzky.

- ¿Cómo actúan los disruptores sobre las hormonas?

- Intervienen en la síntesis, secreción, transporte, metabolismo, unión y eliminación de las hormonas naturales presentes en el organismo.

- ¿Qué características tienen los disruptores endocrinos?

- A diferencia de otras sustancias, pueden actuar a dosis muy bajas. Es decir, pueden producir efectos a dosis de exposición muy bajas que son equivalentes a los niveles de exposición que se encuentran actualmente en la población. Todos estamos expuestos a ellos. Sus efectos dependerán también del momento de la vida en que se produce la exposición: existen periodos del desarrollo que son especialmente vulnerables ante estas sustancias, como es el desarrollo embrionario y fetal. Los disruptores van a tener muchos más efectos en etapas tempranas de la vida que en personas mayores y pueden provocar daños permanentes sobre la salud a lo largo de la vida. Por lo tanto, los momentos en que se debería tener especial atención a la exposición a estas sustancias es en durante el embarazo y la niñez.

Además, los disruptores endocrinos tienen un efecto de latencia prolongado: una embarazada puede estar expuesta a ellos y ser su descendencia la que sufra las enfermedades -hasta la tercera generación-. La alteración producida por los disruptores endocrinos puede no ser inmediata, dependerá del tipo de sustancia. Algunas tienen acción más inmediata y otras actuar a lo largo de la vida.

Por otra parte, pueden actuar varios disruptores de manera conjunta y potenciarse, así sea a bajas dosis.

Algunas de estas sustancias son persistentes, se degradan con dificultad, por lo que permanecen en el medio ambiente durante años y pueden ser bioacumuladas (se acumulan en los organismos de seres vivos) y es por eso que se encuentran en niveles superiores en la cadena alimentaria, que acumula progresivamente distintos contaminantes.

- ¿Cómo ingresan al organismo humano?

- Se sabe que estos disruptores endocrinos se encuentran en alimentos, agua, envases, juguetes, textiles, cosméticos, plaguicidas, productos de higiene, materiales de construcción, materiales de uso clínico y otros numerosos artículos. En la población general estamos expuestos a estas sustancias por vía digestiva (a través de la ingesta de alimentos y aguas contaminadas), por vía respiratoria (a través de la inhalación del aire interior de los hogares donde puede haber estos contaminantes o por contaminantes que están presentes en el exterior), a través de la piel (con la utilización de cosméticos, productos de higiene o ropa) o por vía endovenosa (en algunas prácticas sanitarias y tratamientos que llevan el uso de plásticos). Además puede haber una transferencia de la madre al feto, a través de la placenta, y de la madre al hijo mediante la lactancia (hay muchos disruptores en leche materna). Los disruptores endocrinos se acumulan en el tejido adiposo por largo tiempo y han sido encontrados en sangre, leche humana, fluido amniótico y orina.

- ¿Qué cantidad de disruptores endocrinos existen?

- Cada vez se encuentran más. Pero se dice que hay más de 85.000 sustancias químicas de etiología diversa que tienen la capacidad de actuar como disruptores endocrinos.

LOS MAS FRECUENTES

- ¿Cuáles son los disruptores más frecuentes?

- Los que uno debería tener más en cuenta y buscar en las etiquetas de los productos para verificar que no los contenga son: los que están en los componentes plásticos, llamados ftalatos y bisfenol A (BPA); componentes que están en detergentes (alquifenoles); ingredientes en cosméticos y productos de higiene (derivados de los parabenos y triclosán); algunos de los filtros solares que tienen benzofenonas; los productos usados como insecticidas, plaguicidas y herbicidas (en especial el DDT, que está prohibido desde hace años pero se sigue detectando su aparición, y el glifosato); el hexaclorobenceno, que se usa como derivado del cloro; los disolventes y otros compuestos orgánicos persistentes como es el PCV, que se usó mucho para todo lo eléctrico y que también se puede encontrar en productos plásticos y papeles; las dioxinas, que surgen al incinerar productos o basura.

También existen los disruptores endocrinos naturales, que son los fitoestrógenos, entre los cuales se encuentra la soja. La soja tiene una capacidad de acción estrogénica, es decir que tiene beneficios estrogénicos pero por otro lado también estimula la producción de algunas patologías hormonales. Es común ver desarrollo mamario en hombres por el consumo de soja, un aumento del riesgo de cáncer mamario y otras patologías tiroideas que alteran el mecanismo hormonal.

- Por lo tanto, cada día todos estamos expuestos a cientos de disruptores endocrinos.

- Así es. Pero los efectos que producirán dependerán de la susceptibilidad de cada organismo. No todos los que estamos expuestos tendremos las mismas enfermedades. Eso dependerá de los receptores que tengamos y si estamos predispuestos por la genética a padecer una determinada patología, probablemente los disruptores endocrinos sean el motivo del desencadenamiento.

Se estima que alrededor del 25% de las enfermedades en los humanos pueden ser causadas por los disruptores endocrinos, también llamados contaminantes ambientales. A su vez, la producción mundial de este tipo de sustancias ha crecido unas seis veces en los últimos cuatro a cinco años.  

QUE PROVOCAN

- ¿Qué enfermedades pueden causar?

- Durante el desarrollo intrauterino pueden ocasionar retraso del crecimiento y bajo peso al nacer, daños en el eje reproductor femenino y masculino (malformaciones congénitas) y mal descenso testicular (criptorquidia). Pueden producir partos prematuros, disminución de la calidad del semen e infertilidad (el recuento de espermatozoides ha disminuido un 50% durante el último medio siglo en algunas regiones y esto se ha relacionado con la exposición a disruptores endocrinos), desarrollo mamario en los varones en la etapa puberal. En las mujeres, el desarrollo mamario precoz vinculado con la presencia de ftalatos, bisfenol A, pesticidas y fitoestrógenos; trastornos reproductivos (pueden ser causales de fibromas uterinos, disfunciones ováricas y subfertilidad); síndrome de ovario poliquístico, endometriosis; falla ovárica precoz; trastornos en la implantación de los embriones; y cánceres relacionados con las hormonas, tales como los de mama, ovario, vagina, próstata, testículo, tiroides (sobre todo, vinculados con bisfenol A, ftalatos, pesticidas, parabenos); alteraciones de la función tiroidea; alteraciones del sistema neurológico (déficit cognitivo o de conducta, mayor prevalencia de trastornos neuropsiquiátricos en la infancia y en el neurodesarrollo, hiperactividad, conducta ansiosa, pérdida de memoria, pérdida auditiva, falta de coordinación motora, trastorno del espectro autista). Se dice que la enfermedad de Parkinson y otras neurodegenerativas están asociadas a haber estado en contacto con pesticidas.

También se les ha atribuido a los disruptores una acción en la obesidad y algunas de estas sustancias -como los ftalatos, bisfenol A, compuestos perfluorados, dioxinas, algunos pesticidas-  son conocidas como obesógenos, ya que tienen un mecanismo complejo para alterar el metabolismo, el balance energético, el apetito y hacen una reprogramación metabólica. 

Se los relaciona además con la diabetes tipo 1 y 2, síndrome metabólico, y algunos procesos asmáticos y alérgicos.

-  Es decir que muchas de las grandes epidemias que afrontamos en la actualidad tienen algún vínculo con los contaminantes ambientales.

- Sí. Se piensa que mucho de esto no sólo se debe a un cambio del estilo de vida sino también a la aparición de todos estos productos que se han empezado a utilizar y que han modificado distintas partes del metabolismo.

- ¿Qué se podría hacer a nivel global para prevenir los efectos de los disruptores endocrinos?

- Se puede disminuir el contacto, es un trabajo de cada uno. Cuanto más se conozca, más posibilidades de cambio pueden haber. Desde el departamento de Disruptores Endocrinos de la SAEM estamos tratando de difundir esto para que sea más conocido en la población médica y en la población general, para que cada médico haga trabajo de hormiga con sus pacientes. Hay cosas que no se pueden modificar, pero hay una serie de consejos que uno puede dar. Estamos haciendo una guía de consejos para los médicos, que ellos deberían darles a los pacientes.

COMO PREVENIR

- ¿Qué consejos y alternativas se pueden poner en práctica para disminuir nuestra exposición a los disruptores endocrinos?

* Plásticos: se deben evitar, lo cual es bastante difícil porque casi todo viene en plástico. Se puede empezar por reemplazar los envases plásticos (incluso los sachets o tetra brik) por los de vidrio; todo lo que venga en vidrio será mejor que el plástico. También se recomienda reemplazar los productos enlatados por alimentos frescos, ya que las latas contienen estas sustancias en su recubrimiento. Por ejemplo, los yogures y purés de tomates serán más convenientes si están envasados en vidrio.

También es aconsejable reemplazar los tuppers plásticos por los de vidrio o porcelana.

El gran problema del plástico está en el cambio de temperatura. Es sabido que no se deben calentar alimentos o bebidas en recipientes plásticos; es mejor pasarlos a vidrio, cerámica u otras sustancias que no sean plásticas. No se deben exponer las botellas de plástico al sol y se debe evitar llevar las botellitas plásticas mucho tiempo en la mano.

La reutilización del plástico tampoco es aconsejable, ya que se va desgastando y va eliminando estas sustancias químicas nocivas para la salud.

También se debe tener en cuenta el envoltorio de los alimentos: es conveniente no utilizar para el calentamiento de la comida los films plásticos ni usar las bolsas para cocinar dentro del horno. Uno puede guardar algo en la heladera con papel de film, pero al sacarlo de la heladera se debe retirar el film enseguida. Además, cuanto más grasos son los alimentos en contacto con el plástico, más acumularán estas sustancias químicas.

Si bien se dice que se ha sacado el bisfenol A de las mamaderas, no dejan de tener otros componentes plásticos. Si uno pudiera, debería utilizar mamaderas de vidrio (como en Canadá y otros países, donde ya no hay mamaderas plásticas). Y, si se usan de plástico, nunca hay que calentarlas en microondas, ni a baño maría. Lo ideal, si se usará mamadera plástica, es tomar la leche a temperatura ambiente.

* Cosméticos y productos de limpieza: muchos tienen ftalatos y parabenos. Los parabenos         -que pueden figurar en las etiquetas como metil paraben o butilparaben- están desde en productos de limpieza de los bebés (hay que buscar las alternativas que no los tienen) como en maquillajes. Hay que evitar que las nenas jueguen con los maquillajes. Y las mujeres, intentar reemplazar los maquillajes y esmaltes por aquellos que no los contengan. Hay algunas cremas faciales y corporales que no contienen parabenos y esas son las más aconsejables. Hay que intentar buscar desodorantes sin estos productos.

A la hora de limpiar, uno debería volver a utilizar el jabón blanco, el bicarbonato, vinagre y limón, para evitar todos los productos de limpieza que pueden contener estas sustancias químicas. Hay mercados orgánicos que tienen productos de limpieza teóricamente libres de estos químicos. 

* Alimentos: lo ideal sería poder usar productos orgánicos, certificados como tales. Hay que tener muy en cuenta el tema de los pesticidas. La mayoría de las verduras que uno ve tan lindas es porque le han puesto pesticida. En esos casos, el pesticida quedará pegado en las cáscaras. Por eso se aconseja poner las verduras crudas en vinagre blanco y agua, que ayuda a despegar el pesticida, y luego volver a enjuagarlas para intentar que desaparezca.

Quienes puedan hacerlo, no duden en tener su propia huerta.

La alimentación variada es una forma de protegerse de estar expuestos siempre a los mismos disruptores endocrinos.

* Pinturas e insecticidas: las embarazadas deberían evitar estar en contacto con pinturas porque tienen muchas de estas sustancias. Ahora hay algunas pinturas ecológicas. También se encuentran en la actualidad algunos insecticidas ecológicos. Sobre todo, se debe tratar de evitar utilizar los insecticidas y repelentes cercano a los chicos, no solo por su toxicidad sino también por las sustancias que pueden actuar como alteradores hormonales.

* Filtros solares: hay algunas marcas que no contienen benzofenonas. Aunque lo ideal sería usar lo menos posible y protegerse mediante la no exposición al sol en los horarios peligrosos para tener que usar menos filtros solares. Y, en especial, no ponerles filtros solares a los bebés hasta que cumplan un año.

* Ropa: se deberían elegir prendas con telas orgánicas. Siempre se debe lavar la ropa nueva antes de usarla y evitar la ropa que tenga plastificados, sobre todo para los chicos. Evitar el lavado en seco. Es mejor lavar la ropa con jabón blanco que con los otros jabones industriales.