Alimentación y juegos,­ pilares del sano desarrollo

Los expertos brindan consejos para saber cómo asegurar una adecuada nutrición y una guía a tener en cuenta a la hora de elegir las mejores actividades lúdicas para cada edad.­

Son muchos los factores que influyen para proteger o perjudicar tanto el crecimiento como el desarrollo de un niño: factores genéticos, hereditarios, distintas enfermedades, el ambiente en el que vive, la alimentación y la higiene, entre otros.­

"En el menor de dos años los factores que influyen en el peso dependen sobre todo de lo que pasó durante la gestación de ese bebé. No todos los niños crecen iguales. Algunos son más altos y más pesados y otros menos, pero todos son normales. En aquellos que por alguna causa aumentan menos de peso mensualmente, el pediatra les explicará o tomará algunas medidas como por ejemplo hablar sobre alimentación o realizarle algunos estudios según corresponda", explican los expertos del Comité de Crecimiento y Desarrollo de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).­

"La obesidad es uno de los problemas de salud que está creciendo en forma preocupante en el mundo y nuestra sociedad participa de esta situación, que provoca trastornos metabólicos y afecta la calidad de vida en los chicos y también compromete seriamente su futuro", añaden.­

Según ponen de manifiesto los especialistas de la SAP, una alimentación saludable es un derecho: garantiza la vida, cumple una función importante en la socialización y en la construcción de significados sobre ésta y el mundo.

"Una nutrición adecuada en los primeros años de vida es fundamental para un correcto crecimiento y desarrollo", remarcan.­

En ese sentido, hacen hincapié en que la lactancia materna exclusiva está recomendada en todos los niños durante los primeros seis meses de vida. A partir de los seis meses y hasta los dos años de vida, recomiendan la lactancia junto con una apropiada introducción de alimentos complementarios.­

"A partir de los seis meses hay que incorporar alimentos sólidos, teniendo en cuenta que debe asegurase su preparación y almacenamiento seguros", indican los profesionales. ­

La textura, el sabor y el olor de las preparaciones son clave para que el niño los acepte mejor; debe aumentarse la consistencia en forma gradual, según la tolerancia del niño. ­

"Es importante tomarse el tiempo suficiente para darles de comer bien, con tranquilidad, hay niños en los que es más difícil esta incorporación y se necesita más paciencia para ello", aclaran. ­

En estos meses comienzan a incorporase en el almuerzo verduras y frutas maduras: papa, calabaza, batata, zanahoria y manzana, banana, pera, sin azúcar. También se incorpora aceite, carne sin grasa de vaca, de pollo y conejo.­

Entre los 7 y 8 meses se incorpora la cena junto con cereales y sus derivados: sémola, fideos, arroz, polenta, maíz, avena, fécula. También verduras y otras frutas como: zapallitos, acelga, palta, y durazno, damasco y melón. Además, quesos tipo cremoso o ricota. Papillas de legumbres: arvejas, lentejas, porotos, y garbanzos (bien cocidos, sin piel, pisadas y coladas), pan, galletas tipo vainilla. Yogurt entero sólo o con cereales o frutas.­

Entre los 9 y los 12 meses se agrega huevo entero (ni frito ni crudo), con más de 10 minutos de cocción para preparar budines, flanes, tortillas, soufflés. Salsa blanca y queso rallado. Dulce de batata o membrillo.­

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PROBAR DE NUEVO­

De acuerdo con los especialistas de la SAP, la aceptación de los alimentos se desarrolla y cambia durante los primeros años de vida de nuestros hijos. "Hacerles probar alimentos repetidamente es fundamental para determinar si una comida será aceptada o rechazada en el futuro", remarcan, para luego añadir: ­"A los chicos les gusta tocar los alimentos con las manos, tirarlos y mirarlos caer, y es común que rechacen los nuevos alimentos, que no conocen (neofobia)".­

Asimismo, señalan que el momento de comer debe ser un espacio de aprendizaje y de amor, de hablar con los chicos y de mantener el contacto visual.

"A través de la comida, el recién nacido comienza a vincularse con el mundo que lo rodea. Estos primeros años constituyen una etapa de estructuración y adquisición de hábitos alimentarios", agregan.­

La alimentación óptima está relacionada no solo con qué se come, sino también con el cómo, cuándo, dónde y con quién, dicen los pediatras. Se deben minimizar las distracciones durante las horas de comida si los chicos pierden interés rápidamente en los alimentos.­

Entre las principales recomendaciones para evitar que la alimentación de los niños implique un problema, mencionan:­

* Darles tiempo para que coman.­

* No hacer gestos o expresiones de rechazo de un alimento delante de ellos.­

* Dejarlos que toquen los alimentos, esto ayuda a reconocerlos.­

* Dar los alimentos nuevos al principio de la comida cuando tienen más hambre.­

* Siempre recordar dar agua a partir de que el niño no tome pecho exclusivamente. Pueden ser jugos naturales.­

* Evitar alimentos comprados envasados, estos tienen conservantes, saborizantes y es preferible la alimentación natural.­

* Es importante evitar fiambres, embutidos, café, té común ni de yuyos, mate cocido, golosinas, cubitos, soja, miel, gaseosas, frituras, sal ni azúcar en las comidas.­

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ELEMENTO FUNDAMENTAL­

Otro de los grandes pilares del desarrollo es el juego. Se trata de una gran vía de aprendizaje, una manera de comunicarse, de conectarse con el mundo que los rodea. Un gran componente de estimulación, enfatizan los especialistas de la SAP.­

"Por eso ocupa gran parte de sus días, y es tan importante que tengan un espacio y un tiempo para realizarlo. También es importante adaptar cada juego a cada niño y cada edad correspondiente", añaden.­

Hay que tener en cuenta que cada niño es particular, se debe estimular su propio potencial de desarrollo a través de los juegos, así como evaluar su evolución personal y única.­

De todos modos, a modo de orientación general, los pediatras del Comité de Crecimiento y Desarrollo brindan una guía sobre la relación entre el desarrollo de cada etapa y los juegos recomendados.­

* 0-3 meses: a esta edad no puede interactuar tan activamente con los juguetes, éstos deben estimular los sentidos más pasivamente (visión, audición y tacto). Todos los juguetes con sonidos, colores, diferentes texturas. Algunos ejemplos son colgantes para cunas, cochecitos, muñequitos que puedan acercárselos los adultos. La música y la lectura siempre son buenos estímulos en cualquier etapa, y se pueden comenzar desde el primer momento. La sonrisa social comienza en este período, como respuesta al contacto con el medio ambiente, por lo que la comunicación, y el contacto visual son fundamentales.­

* 4-5 meses:en esta etapa, ya pueden sostener objetos con sus manos. Estos deben ser de materiales seguros, coloridos, y de tamaño considerable como para que no los puedan tragar, será una buena medida. Ya que lo que tomen con sus manos, lo llevaran a la boca, que es su manera de conocer los objetos mejor. Además, se debe tener en cuenta un espacio adecuado como para poder movilizarse, ya que comenzarán a estar cada vez más activos, y podrán rolar.­

* 6-7 meses: en este momento logran comenzar a mantenerse sentados, por lo que pueden jugar en esta posición que les da más posibilidad de interacción con los juguetes y el medio ambiente. Se los puede ir introduciendo en el mundo de las formas, los colores, y encastres.­

* 8-11 meses: en esta etapa algunos comienzan con el gateo, por lo que gran parte de su entretenimiento consistirá en desplazarse y descubrir el mundo que los rodea de esta manera. Es importante que tengan la posibilidad de realizar esto (estar en un espacio en el piso, con los cuidados necesarios). Alrededor de esta época comienza la etapa de la `angustia del octavo mes', que consiste en una angustia generada por la separación de la madre, al poder reconocer en este momento un poco más clara la diferenciación de "madre versus extraños".

Comienza a haber una noción sobre la posibilidad cierta de que la madre no esté, como alguien independiente del bebé, y esto conlleva una determinada angustia. Es por eso en parte que en este momento, comenzará el juego de tirar objetos y esperar que estos vuelvan (devueltos por manos de un adulto). Esto simula la situación de alguien que se va pero vuelve. Este juego ayuda a ordenar la estructuración psíquica de esta etapa. Se puede ir progresando la complejidad de los juegos de encastre, y juegos de apilar.­

* 12 -18 meses: como comienzan con la marcha, los juegos que tengan que ver con arrastre y movimiento serán de mucha utilidad (autitos, trencitos, animalitos con manija para arrastrar). También juegos en forma de mesita donde pueden apoyarse y jugar o empujar para trasladarse.­

* 18-24 meses: al ir progresando rápidamente las pautas madurativas en esta etapa, como la motricidad fina, y la capacidad intelectual, se los puede introducir en el mundo de los rompecabezas sencillos, lápices para pintar, juguetes que puedan introducirse dentro de envases de plástico o cajas, cuidando que no sean demasiado pequeños para llevar a la boca.­

* 24 meses: todo material maleable, como la masa para armar formas, servirá como entretenimiento, y motor de creatividad, y contribuirá a la preparación para el momento del control de esfínteres. Otros juegos a tener en cuenta son los de memoria (memotest), y reconocimiento de formas y colores. Comienzan los juegos simbólicos (de imitación).­