El juez Lijo procesó a Parrilli por encubrir al narcotraficante Pérez Corradi

El juez federal Ariel Lijo decidió el procesamiento del ex secretario de Inteligencia del kirchnerismo -el primero del ex funcionario- por entender que tuvo conocimiento de que Pérez Corradi estaba en Paraguay y no hizo nada para buscarlo.

El ex jefe de inteligencia kirchnerista Oscar Parrilli fue procesado hoy por encubrimiento agravado, a raíz de no haber activado la búsqueda del narcotraficante prófugo Ibar Pérez Corradi durante la época de las elecciones de 2015, y quedó embargado por la suma de 100 mil pesos.

El juez federal Ariel Lijo decidió el procesamiento de Parrilli -el primero del ex funcionario- por entender que tuvo conocimiento de que Pérez Corradi estaba en Paraguay y no hizo nada para buscarlo, informaron fuentes judiciales.

El magistrado rechazó además la recusación presentada por la defensa de Parrilli y ordenó formular denuncia para que se investigue la presunta comisión de un delito de acción pública, en virtud de la difusión de audios vinculados a las intervenciones telefónicas ordenadas en el marco de ese expediente. 

Horas antes, el ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) había pedido a la Corte Suprema que determine quiénes fueron los responsables de la filtración de escuchas ordenadas en esta causa, entre ellas un diálogo con la ex presidenta Cristina Fernández, quien le espeta: "Soy yo, Cristina, pelotudo".

En una entrevista que dio a Radio Nacional al mismo tiempo que el Centro de Información Judicial (CIJ) publicaba el fallo con el procesamiento, Lijo volvió a despegar al presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti -de quien depende de la captación de comunicaciones telefónicas legalizadas-, de la difusión de las escuchas y remarcó que "son una medida de prueba como cualquier otra".

El juez también desligó a la ex presidenta Fernández del encubrimiento: "Yo no tengo ninguna prueba; no encontré ninguna", pero afirmó que la actuación de Parrilli fue "doblemente agravada por la calidad del funcionario y por la gravedad del hecho que encubre".

"Hubo 45 oficios y los únicos que no llegaron fueron esos dos" los que daban cuenta de datos concretos sobre dónde estaba Pérez Corradi, afirmó Lijo.

La causa se abrió por la denuncia de la diputada Graciela Ocaña y apuntaba al ex secretario de Seguridad kirchnerista Sergio Berni, pero Lijo encontró evidencia que complicó a Parrilli y ordenó su indagatoria.

Pérez Corradi estuvo prófugo, acusado como supuesto autor intelectual del triple crimen de General Rodríguez vinculado al tráfico de efedrina, una sustancia usada para la fabricación de droga, y además está imputado por su tráfico.

Dos fiscales, Juan Bidone, de Mercedes, y Franco Picardi, de la ciudad de Buenos Aires, lo buscaban, y según la causa ordenaron a la AFI dar con el prófugo desde 2012. Pero ese organismo no los notificó de información recibida en agosto de 2015 por parte de un testigo de identidad reservada que daba pistas sobre su ubicación en Paraguay.

Finalmente Pérez Corradi fue detenido en junio pasado en la ciudad de Foz de Iguazú y trasladado a la Argentina; ahora fue procesado por tráfico de efedrina pero le dictaron la falta de mérito por el triple crimen de General Rodríguez.

De acuerdo a la resolución de hoy, Parrilli, en su carácter de titular de la AFI, ocultó un informe que contenía datos precisos de Pérez Corradi, al no elevarlo a las sedes del Ministerio Público Fiscal que procuraba su captura.

De acuerdo al juez, a través de los oficios de fecha 25 y 31 de agosto de 2015, los titulares de la Unidad Fiscal de Investigaciones Complejas de Mercedes y de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal 5 le encomendaron al entonces Director de la AFI colaboración para establecer el paradero de Pérez Corradi y efectivizar su captura.

Los elementos reunidos a lo largo de la investigación probaron que el propio Parrilli designó a dos agentes del organismo que dirigía para el cumplimiento de esa medida, quienes con fecha 13 de noviembre de 2015 concluyeron un informe en el que corroboraban la información aportada por un testigo de identidad reservada, donde no sólo se había identificado a su mujer, Gladys Delgado, sino que además se había individualizado a una persona de características fisonómicas similares a las de Pérez Corradi.

En la resolución, el juez estableció que desde el 19 de noviembre de 2015 esos informes -concluidos el 13 de noviembre de 2015- se encontraban en condiciones de ser remitidos al Ministerio Público Fiscal, pero ello no sucedió hasta el 21 de enero de 2016.