UN HOMENAJE EVOCO LA INAUGURACION DE LA CUPULA PINTADA POR EL MAESTRO

Medio siglo de Soldi en el Colón

 

Un merecido homenaje tuvo lugar a fines de diciembre en el Teatro Colón con motivo de cumplirse el 50º aniversario de la inauguración de su cúpula, realizada por el maestro Raul Soldi. 

Sus 320 metros se iluminaron y acunado por la música de Ottorino Respighi, el tiempo volvió atrás, cuando el ballet de Jorge Tomin y grandes de la danza como Olga Ferri, Enrique Lommi, Norma Fontenla, Jose Neglia, Esmeralda Agoglia y Wasil Tupin se convirtieron en el escenario en algunas de las 51 figuras de la cúpula. Figuras que en este homenaje, guiño del tiempo, repitieron su paseo como un tableau vivant de jóvenes actores y compartieron la sala con los presentes en el acto, para luego desplazarse al hall del Colón compartiendo miradas y partidas de ajedrez con dos de los hijos de Soldi, Daniel y Diego. 

María Victoria Alcaraz, Directora General del Teatro Colon, agradeció la presencia no sólo de los hijos de Soldi, sino también del nieto de Francisco Rabanal, intendente y facilitador de una obra única de la que, como diría su descendiente, siempre se sintió particularmente orgulloso. Con una sonrisa, la Directora, aludió al espíritu que el artista transmitió y que permanece en nuestro querido teatro Colón.

Daniel Soldi evocó el episodio en que se le preguntó a su padre cuánto iba a cobrar por su trabajo, y la respuesta con humor: ""Sí, les voy a cobrar los pomos y los recortes de telas después de pintar"". Mientras transcurría el acto en el foyer, la creatividad de Raul Soldi quedó de manifiesto con bocetos de escenografías, vestuarios y el boceto original de la cúpula que el artista le obsequió al intendente Rabanal y que su nieto Rubén facilitó para esta exhibición junto con la carta del maestro dirigida a su abuelo.

Imponente, sobre todos los objetos se yergue un biombo en tríptico dedicado a la Camerata Bariloche y elrecuerdo del aporte escenográfico al cine de Soldi desde los estudios de Argentina Sono Film para 80 películas argentinas.

No solamente los testimonios de los hijos de Soldi animaron el homenaje, también el de un colaborador de la época, Carlos Monzani, integrante del taller de escenografía del San Martín, que recordó la versatilidad del artista en las distinta ramas del arte. "Era muy amable, muy gaucho, un ser humano inolvidable", aseguró. 

Fueron 41 días de trabajo en los talleres del teatro San Martín para crear las 16 telas que se ensamblaron en reemplazo de la obra del decorador francés Marcel Jambon, deteriorada especialmente por filtraciones y luego por los festejos del carnaval de 1934, cuando se colocaron barras de hielo para refrigerar la sala del Colón y por supuesto se derritieron arruinando las pinturas.

De cómo llegó ese momento en que el maestro Soldi se vio asociado a una tarea que lo hizo feliz y lo vinculó para siempre al teatro lo cuenta el nieto de quien lo hizo posible, Rubén Rabanal, periodista, editor jefe del diario Ambito Financiero, en diálogo con Josefina Delgado, ex Subsecretaria de Cultura del Gobierno de la Ciudad y esta cronista.

"Mi abuelo Francisco Rabanal, intendente de Buenos Aires, recibió la visita del escritor Manuel Mujica Láinez (el autor de Misteriosa Buenos Aires era amigo de Soldi, que lo había acompañado y lo seguiría acompañando en aventuras artísticas con sus decorados y vestuarios). Láinez se refirió a un hecho artístico. Andre Malraux, dos años antes, había pedido a Marc Chagall que pintara la cúpula de la Opera de Paris. ¿Por qué no entonces Soldi y la cúpula del Colón? Mi abuelo se entusiasmó y puso todo su empeño para que el proyecto se realizara, hasta las pinturas que debían ser traídas de Francia a pedido de Soldi, llegaron enseguida por la gestión de mi abuelo. Fue el último acontecimiento artístico del período democrático. Efectivamente, el trabajo de la cúpula se inaugura el 25 de mayo de 1966 y el golpe militar tuvo lugar dos meses después". 

DETALLES IGNORADOS

Así, un acto homenaje con motivo de los 50 años de la inauguración del nuevo rostro de la cúpula del teatro Colón, permitió visibilizar detalles ignorados, que se ampliarán cuando se publique el libro que se está escribiendo sobre esta obra (lo señaló la Directora General Victoria Alcaraz).
Como comentó Daniel Soldi, su padre, que forma parte del primer Coliseo para siempre, nunca fue invitado al Colón. La excepción fue Cecilio Madanes, quien cuando era director del teatro le ofreció que fuera con su familia cuando quisiera. Irónicamente, el abuelo Soldi había sido cellista del teatro y muchas veces Soldi niño lo acompañaba en el teatro, jugando al ajedrez, escena que repitió en la cúpula del Colon junto con la singular figura del bailarín que Mujica Láinez pidió que figurara en la cúpula, un querido personaje de su obra El Unicornio.