Visto y oído

Operaciones

El jueves Emilio Monzó estaba reunido en su despacho con los periodistas parlamentarios cuando entró como Pedro por su casa Sergio Massa y comenzó a "bajar línea" a los hombres de prensa. También avisó que se reuniría con Miguel Pichetto para cerrar un acuerdo por el proyecto de impuesto a las ganancias. A los pocos minutos del despacho de Pichetto avisaron que no había ninguna cita concertada. Poco después Massa volvió a la carga y logró que Pichetto se reuniera con él pero con una cara que mostraba claramente su hartazgo de las operaciones de prensa del ex intendente de Tigre.

Desconfianza

En la Casa Rosada no entienden por qué Monzó hace algunas cosas que benefician a la oposición. Por ejemplo, agilizó el giro de una fe de erratas impulsada por Axel Kicillof sobre la improvisada sanción de las polémicas reformas al impuesto a las ganancias que el macrismo resisten en el Senado. Las "fe de erratas" eran usadas en gobiernos anteriores para salvar los errores en proyectos que el Poder Ejecutivo quería ver sancionados sin demoras, pero en el caso de ganancias ocurre lo contrario. Mientras Macri rechaza el proyecto massista, Monzó facilita su trámite.

Apresuramiento

En los despachos peronistas del Congreso provocó dudas y escepticismo la jugada de Sergio Massa de aliarse con el kirchnerismo para derrotar a Mauricio Macri con el impuesto a las ganancias. Importantes senadores que estaban dispuestos a jugar con él en la interna del año próximo consideraron un error su entendimiento con Máximo Kirchner que hizo estallar al Frente para la Victoria en la Cámara alta. Creen que se apresuró y que debería haber esperado conseguir resultados positivos en las PASO del año próximo antes de lanzar cualquier ofensiva para encolumnar a la oposición.

Otra ofensiva

Sergio Massa está dispuesto a ampliar su ofensiva contra el gobierno de Mauricio Macri en el Congreso aliándose con los "K". La semana pasada hizo causa común con los kirchneristas de la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo para rechazar el decreto con el que el presidente reglamentó la ley de blanqueo permitiendo a los parientes de funcionarios acceder a ese régimen. Se trata en realidad de un decreto común y por lo tanto fuera del alcance de la bicameral que sólo puede expedirse sobre DNU y facultades delegadas. Pero el massismo no oyó razones y votó con los "K".