Gallardo decidirá la semana próxima su futuro en River

El propio presidente del club, Rodolfo D'Onofrio, aseguró en las últimas horas que Gallardo no se iría ni aún perdiendo diez partidos seguidos, "es un proyecto que se piensa a largo plazo, no sé a qué tonto se le ocurrió pensar que se puede ir".

Córdoba - El entrenador de River Plate, Marcelo Gallardo, que sumó su sexto título en dos años y medio de gestión, tendrá que decidir en estos días si sus nuevos desafíos los proyecta en el club o si se toma un descanso para preparar el desembarco en el fútbol europeo.

El "Muñeco", convertido en el ídolo del "Millonario" con más copas como jugador y entrenador de la institución, aún no realizó declaraciones públicas en relación a su continuidad, a pesar del amplio y unánime respaldo de la dirigencia y los hinchas.

El propio presidente del club, Rodolfo D'Onofrio, aseguró en las últimas horas que Gallardo no se iría ni aún perdiendo diez partidos seguidos, "es un proyecto que se piensa a largo plazo, no sé a qué tonto se le ocurrió pensar que se puede ir".

Sin embargo, en la conferencia de prensa luego de ganar la Copa Argentina anoche en Córdoba ante Rosario Central (4-3), el DT evitó pronunciarse sobre su continuidad sabiendo de los rumores sobre su posible alejamiento y habló de los objetivos cumplidos y de que el club ahora está enfocado en una nueva Copa Libertadores.

En medio de los festejos, un altísimo directivo de River señaló: "Ahora tenemos más miedo de que se vaya que antes, se siente desgastado por tanto esfuerzo y vamos a hacer lo posible para que vuelva a tener energías, pero es verdad que logró todo lo que se propuso, y se iría ganador, pero vamos a hacer lo imposible para que eso no pase".

Mientras tanto, desde el entorno del "Muñeco" casi que no hablaron de planes y el mismo Matías Biscay, su principal colaborador, en declaraciones luego del partido, opinó de balances y de objetivos cumplidos sin evidenciar tareas para armar el equipo de cara a la Libertadores.

Asimismo, en todos los festejos de Gallardo con sus colaboradores, incluso con su padre "Maxi", hubo mucho llanto, emoción y desahogo que ahora parece tener un dejo muy fuerte de despedida, sí se compara lo que se vivió cuándo el equipo ganó la Copa Libertadores.

"Me saqué el veneno que tenía adentro", señaló en conferencia Gallardo en relación a las críticas que recibió luego de la derrota ante Boca (4-2) en el Monumental y recordó y agradeció a los que "siempre siguieron creyendo en el trabajo y en la idea", sumando más sensación de desahogo.

Lo cierto es que al menos hasta que termine la participación de River en en el torneo de Primera División el domingo que viene en Bahía Blanca frente a Olimpo, no se conocerá mucho del futuro del DT, aunque en estos días las certezas sobre su continuidad no son tan visibles como todo lo que consiguió desde que llegó para reemplazar a Ramón Díaz. 

Gallardo, que asumió en junio de 2015 y debutó al mes precisamente en Copa Argentina, completó anoche su partido 135 al frente del equipo con un nivel de efectividad cercano al 60 por ciento y con 6 copas (Libertadores, Sudamericana, Suruga, 2 Recopas Sudamericanas y la Copa Argentina) que convirtieron al club nuevamente en uno de los más poderosos del continente.

Los logros deportivos de Gallardo además dispararon la marca River al primer nivel de ingresos por marketing y significaron que el club cierre este año el mejor balance de la historia del club y el mejor de todo el fútbol argentino.

De la misma manera, hubo una revalorización de jugadores que generaron millones de dólares en ingresos con las ventas como Ramiro Funes Mori, Matías Kranevitter, Germán Pezzella, Gabriel Mercado y Emanuel Mammana y cotizaciones futuras altísimas como en el caso de Lucas Alario y Sebastián Driussi.

En el plano institucional, Gallardo se propuso armar y planificar un centro de entrenamiento de primer nivel y logró que en un año, y bajo su supervisión total y diaria, el predio de Ezeiza se reconstruya desde los vestuarios hasta los campos de juego.

El "Muñeco" Gallardo consiguió todo lo que se propuso desde lo deportivo y desde lo institucional y ahora deberá decidir si hay nuevos desafíos que afrontar o si se toma un descanso para empezar a preparar lo que será, más temprano que tarde, su desembarco en las grandes ligas de Europa.