Caos vehícular en la Ciudad por el paro

Cerca de un millón de personas resultaron afectadas por el paro de los metrodelegados y la UTA, que causó caos vehicular en la ciudad de Buenos Aires con serias complicaciones en las zonas de Constitución, Retiro y Plaza de Mayo.

Cerca de un millón de personas resultaron hoy afectadas por un paro total en el servicio de subterráneos y el premetro, dispuesto de forma sorpresiva tras la muerte por electrocución de un operario de la línea H.

La medida, anunciada por los metrodelegados y la UTA, que continuaba en las primeras horas de la tarde, causó caos vehicular en la ciudad de Buenos Aires con serias complicaciones en las zonas de Constitución, Retiro y Plaza de Mayo.

La muerte del trabajador, de 21 años, se produjo durante la madrugada, cuando realizaba tareas de mantenimiento en el taller Colonia de la línea H de subterráneos.

Mientras Metrovías realizaba los peritajes e investigaciones para esclarecer las causas del accidente, el microcentro porteño y las zonas con estaciones de trenes fueron el punto de conflicto donde se congregaron grandes cantidades de personas en busca de movilidad para llegar a sus trabajos.

"Venimos de Longchamps y Lavallol y vamos a Retiro, siempre vamos en tren y subte y tardamos dos horas, ahora llegaremos en tres horas por lo menos", contó Ariana mientras esperaba la línea de colectivo 28 en el barrio de Constitución. 

Laura, que venía desde el barrio de Villa Crespo y se dirigía a Ezeiza, se mostró muy molesta con la medida. "Tardé tres horas en llegar a la combi que me tenía que llevar, salí a las 7 y son las 10.30; me vuelvo a mi casa, falto al trabajo."

Las zonas aledañas al microcentro y bocas de trenes se colmaron de colas de personas agolpándose y corriendo de un lado hacia otro, preguntando a quien se cruzara dónde estaban las
paradas de colectivos o cómo llegar a los destinos deseados.

Por su parte, los usuarios de vehículos también sufrieron el caos vehicular debido a la mayor cantidad y frecuencia de colectivos circulando y personas caminando por cada rincón del centro.

Mónica, en la parada de la línea 53, acordó con el paro de los trabajadores del subte. "Cada uno tiene que defender lo suyo como puede, no se cómo eran las condiciones de trabajo de ese chico; aunque me afecta, está bien que paren." 

"Si no hay medidas de seguridad y alguien se muere, estoy de acuerdo con el paro, aunque moleste", declaró Karin, que esperaba desde hace media hora la línea 100.

Sin embargo, Gustavo, que llegó a la Capital desde zona Sur, se opuso a la medida: "Tienen que delimitar dónde se produjo el accidente, no pueden parar todas las líneas de subte de la Ciudad, es una locura; hay millones de personas corriendo para llegar a su trabajo."

Tres inspectores de la línea 59 ordenaban las largas filas para permitir el acceso a los colectivos mientras el Jefe de Inspección de la línea 91, Leonel Tufame, se quejaba por la falta de apoyo de la Central Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) para organizar a la cantidad de inspectores por línea. 
Claudia López, una jubilada de 65 años que esperaba un colectivo en Plaza de Mayo, a donde había llegado desde Merlo tras caminar 20 cuadras, se lamentaba por la situación. "Salí a las 6 de la mañana y ahora son las 12, con el subte estoy en 20 minutos de Once a Plaza de Mayo".